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Las enfermedades transmitidas por vectores de importancia para salud pública son aquellas enfermedades infecciosas propagadas por algunos organismos, como por ejemplo insectos y caracoles, que transportan virus, parásitos y bacterias a humanos. Estas enfermedades representan una alta carga de morbilidad y mortalidad para las personas, sus familias y las comunidades, así como altos costos y sobrecargas de los sistemas de salud de los países.
En los últimos años, en la región de las Américas, con la aparición de nuevos arbovirus como los que transmiten el Zika y chikungunya, sumados a los ya endémicos como el dengue y fiebre amarilla, representan un reto para los sistemas de salud, ya que demandan la mejora del diagnóstico clínico y de laboratorio, de la vigilancia epidemiológica, y del control las poblaciones de mosquitos para prevenir la transmisión de enfermedades, y evitar consecuencias graves en la población.
La enfermedad de Chagas es una afección parasitaria, sistémica, crónica, transmitida por vectores y causada por el protozoario Trypanosoma cruzi, con una firme vinculación con aspectos socioeconómico-culturales deficitarios, considerándosela una enfermedad desatendida. Es una patología endémica en 21 países de las Américas, aunque las migraciones de personas infectadas pueden llevarla a países no endémicos de América y el Mundo.
El principal mecanismo de transmisión es vectorial, por hemípteros (chinches), de la subfamilia Triatominae (con alimentación hematófaga). Infectan personas expuestas a su picadura, al depositar sus heces infectadas en heridas de la piel o sobre mucosas. Otras modalidades de transmisión son transfusional, congénita, trasplantes de órganos u oral. Se estima que, en la Región, cerca de 100 millones de personas están en riesgo de infectarse, unos 8 millones infectadas, con 56.000 nuevos casos anuales por todas las formas de transmisión, motivando 12.000 muertes anuales.
El chikungunya es un virus que se transmite por la picadura de mosquitos como el Aedes aegypti y el Aedes albopictus. Provoca fiebre alta, dolor en las articulaciones, dolor de cabeza y muscular. Aunque rara vez provoca la muerte, el dolor en las articulaciones puede durar meses o años y en ocasiones convertirse en un dolor crónico y causa de discapacidad para algunas personas. No existe un tratamiento específico ni una vacuna disponible para prevenir la infección de este virus.
El dengue continúa siendo un problema de salud pública en la región de las Américas a pesar de los esfuerzos por parte de los Estados Miembros para contenerlo y mitigar el impacto de las epidemias. Es una enfermedad infecciosa sistémica y dinámica. La infección puede cursar en forma asintomática o expresarse con un espectro clínico amplio que incluye las expresiones graves y las no graves. Después del período de incubación, la enfermedad comienza abruptamente y pasa por tres fases: febril, crítica y de recuperación.
La esquistosomiasis es una infección parasitaria crónica causada por gusanos y es muy frecuente en poblaciones rurales y empobrecidas. En las Américas, la única especie parasitaria es Schistosoma mansoni, que se asocia con la esquistosomiasis intestinal. El principal factor de riesgo para infectarse es la exposición al agua dulce contaminada con heces humanas infectadas por el parásito, por actividades domésticas, laborales o recreacionales.
En la Región, para que sea posible la transmisión, en el agua contaminada debe estar presente un caracol del género Biomphalaria que es el huésped intermediario del parásito. Los niños y adolescentes son las poblaciones con mayor riesgo. Una infección crónica puede resultar en anemia, fibrosis de las venas intestinales y del hígado, esplenomegalia (agrandamiento del bazo) y, en los casos graves, puede traer complicaciones neurológicas y hasta la muerte. Cada año se reportan muertes por esquistosomiasis tanto en niños como en adultos.
La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, que es endémica en áreas tropicales de África y América Latina. Es difícil diferenciar muchas veces entre casos de fiebre amarilla y otras fiebres hemorrágicas virales como arenavirus, el hantavirus, o el dengue.
Síntomas
Aparecen entre 3 y 6 días después de la picadura de un mosquito infectado. En una fase inicial causa fiebre, dolor muscular y de cabeza, escalofríos, pérdida del apetito y náuseas o vómitos. Para la mayoría de los pacientes estos síntomas desaparecen después de 3 a 4 días. Sin embargo, el 15% entra en una segunda fase, más tóxica dentro de las 24 horas siguientes a la remisión inicial en donde vuelve la fiebre alta y varios sistemas del cuerpo son afectados.
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, la vacuna es la medida preventiva más importante y es segura, asequible y muy eficaz que proporciona inmunidad efectiva dentro de los 30 días para el 99% de las personas vacunadas. Una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad sostenida y proteger de por vida contra la enfermedad.
"Bancroft" filariasis por Wuchereria bancrofti es el único tipo de filariasis linfática presente en las Américas. La infección se transmite a través de mosquitos infectados y se asocia con síntomas agudos y crónicos que pueden conducir a la desfiguración y en consecuencia a la exclusión social y el estigma.
Medidas han estado adoptadas para eliminar la filariasis linfática como problema de salud pública de las Américas, y el pilar de la estrategia es la distribución anual masiva de dos antihelmínticos medicamentos, dietilcarbamazina y albendazol, a todas las personas que viven en zonas endémicas.
La leishmaniasis es una enfermedad transmitida por vectores con una variedad de especies de parásitos, reservorios y vectores implicados en su transmisión. La leishmaniasis es causada por el protozoo Leishmania, que se transmite por una variedad de especies de flebótomos.
Hay tres diferentes manifestaciones clínicas de la leishmaniasis:
- cutánea (piel),
- mucosa (mucosa de la membrana)
- y visceral (la forma más grave, que afecta a los órganos internos).
La presencia de la leishmaniasis está directamente vinculada a la pobreza, pero los factores sociales, ambientales y climatológicos influyen directamente la epidemiología de la enfermedad. La leishmaniasis es endémica en 98 países y territorios, con más de 350 millones de personas en riesgo de transmisión.
La oncocercosis es una enfermedad parasitaria causada por la filaria llamada Onchocerca volvulus. Es transmitida a los humanos por las moscas negras (género Simulium), y puede causar graves afectaciones de la piel y los ojos que puede llevar incluso a ceguera. La enfermedad es conocida comúnmente como "ceguera de los ríos" porque las larvas de la mosca negra se reproducen en ríos de corriente rápida.
La oncocercosis en endémica en África y en 13 focos en seis países de las Américas (Brasil, Colombia, México, Guatemala, Ecuador y Venezuela) donde fue introducida por el comercio de esclavos. La transmisión ha sido interrumpida o eliminada en 11 de los 13 focos de las Américas. Como resultado de la iniciativa regional, solamente 20.495 personas requieren aún tratamiento en Brasil y Venezuela (población indígena Yanomami). Colombia fue el primer país en el mundo en recibir la verificación de la eliminación de la oncocercosis.
Plasmodium, el cual es trasmitido por la picadura de un mosquito infectado. Sólo el género Anófeles del mosquito transmite la malaria. Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir fiebre, vómito y/o dolor de cabeza. La forma clásica de manifestación en el organismo son fiebre, sudoración y escalofríos que aparecen 10 a 15 días después de la picadura del mosquito.
La peste es una enfermedad zoonótica que circula principalmente entre roedores y otros animales pequeños, en áreas de focos naturales en varias partes del mundo. En las Américas hay focos en 5 países (Bolivia, Brasil, Ecuador, Estados Unidos y Perú). El agente etiológico, la bacteria Yersinia pestis, también puede infectar a los seres humanos y esta enfermedad puede ser muy severa y de potencial epidémico.
La transmisión entre animales y humanos más frecuente es a través de las picaduras de pulgas infectadas. Otras formas de transmisión pueden ser por contacto directo o indirecto con animales. También puede transmitirse por inhalación de gotitas aerolizadas de una persona infectada a otra. Hay diferentes manifestaciones clínicas de la peste en los humanos, la neumónica es la más grave con alta letalidad y de notificación obligatoria bajo el Reglamento Sanitario Internacional.
La peste puede ser tratada con antibióticos y es muy importante reconocer la enfermedad temprano.
El Virus del Nilo Occidental pertenece al género flavivirus y al complejo antigénico de la encefalitis japonesa, familia Flaviviridae. Se transmite por mosquitos infectados entre humanos y animales, incluidos pájaros, que son el reservorio huésped del virus.
Aislado por primera vez en un distrito de Uganda en 1937, en la actualidad es frecuente encontrarlo en África, Europa, Medio Oriente, Norteamérica y Asia Occidental. En 1999 un virus del Nilo Occidental que circulaba en Israel y Túnez fue importado a Nueva York y produjo un extenso brote que se expandió por Estados Unidos y eventualmente al resto de la región de las Américas, de Canadá a Venezuela. Los sitios de brotes para este virus se suelen encontrar en las principales rutas de migración de las aves. El virus del Nilo Occidental puede causar una enfermedad mortal del sistema nervioso.
El Zika es una enfermedad contraída por la picadura de un mosquito infectado. Cuando un mosquito se alimenta de la sangre de una persona infectada y luego pica a otros, les transmite Zika. Existe documentación de que la infección también puede transmitirse de madre a hijo, sexualmente y a través de transfusiones de sangre.
Aedes aegypti es el mosquito que transporta el Zika, así como el dengue, el chikungunya y la fiebre amarilla. Este mosquito vive dentro y alrededor de las viviendas y se reproduce en cualquier recipiente que contenga agua.
Hay informes de una asociación entre la infección por el virus del Zika, el síndrome de Guillain-Barré y la microcefalia.
Con el objetivo de objetivo fortalecer la capacidad regional y nacional de prevención y control de los vectores clave la OPS/OMS viene implementando el del Plan de acción sobre entomología y control de vectores 2018-2023 para contribuir en la reducción de la propagación de enfermedades transmitidas por vectores. Las actividades del Plan de Acción están destinadas a respaldar las líneas estratégicas de acción para lograr el cumplimiento de las metas, los hitos y objetivos de la “Respuesta mundial para el control de vectores 2017-2030”.
- Dimensión de integración a varios niveles
- Fortalecer la actuación interprogramática, intrasectorial e intersectorial, así como la colaboración en la prevención del control de los vectores
- Gobierno y comunidad:
- Involucrar y movilizar a los gobiernos y las comunidades locales y regionales, incluidos los servicios de salud locales, para que haya un compromiso sostenible con la entomología y la prevención y el control de vectores
- Programas y sistemas de control de vectores
- Mejorar la vigilancia y la supervisión y evaluación del control de vectores incluyendo el manejo de la resistencia a los insecticidas
- Herramientas e intervenciones
- Evaluar, documentar e integrar las herramientas y los enfoques comprobados o novedosos y ampliarlos a mayor escala cuando sea posible y necesario
- Fuerza laboral y capacitación
- Crear y ampliar las oportunidades que se brindan a los entomólogos, técnicos en entomología y trabajadores de salud pública de recibir capacitación en forma regular, formación continua y desarrollo profesional