Fiebre amarilla

 

 

La fiebre amarilla es una enfermedad viral hemorrágica aguda que es endémica en áreas tropicales de África y de América Central y del Sur. El "amarillo" en el nombre de fiebre amarilla se refiere a la ictericia que afecta a algunos pacientes.

Los casos pueden ser difíciles de distinguir de otras fiebres hemorrágicas virales como el arenavirus, hantavirus o dengue.

La fiebre amarilla es una enfermedad de alto impacto y alta amenaza, con riesgo de propagación internacional, representando una posible amenaza para la seguridad sanitaria global. Grandes epidemias de fiebre amarilla ocurren cuando personas infectadas introducen el virus en áreas densamente pobladas con alta densidad de mosquitos y donde la mayoría de las personas tienen poca o ninguna inmunidad, debido a la falta de vacunación. En estas condiciones, los mosquitos infectados de la especie Aedes aegypti transmiten el virus de persona a persona.

 

Fiebre amarilla en las Américas 

En siglos pasados (del XVII al XIX), la fiebre amarilla fue transportada a América del Norte y Europa, causando grandes brotes que interrumpieron economías, desarrollo y, en algunos casos, diezmaron poblaciones.

Desde 1970, la fiebre amarilla ha resurgido como una amenaza para la salud pública en las Américas. La enfermedad es endémica en territorios y regiones de 13 países y territorios en América Central y del Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, y Venezuela), causando brotes y muertes. En 2014, el virus se propagó más allá de la cuenca del Amazonas. Algunos atribuyen esta propagación a cambios en los mosquitos y los humanos.

En 2025, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica sobre la fiebre amarilla en las Américas debido al reciente aumento de casos humanos confirmados en varios países de la región y un cambio en la distribución geográfica de la enfermedad. Este aumento se ha observado durante los últimos meses de 2024 y las primeras semanas de 2025. Mientras que en 2024 los casos se concentraron principalmente en la región amazónica, en 2025 la enfermedad comenzó a extenderse a áreas fuera de esta zona.

Lea la última Alerta y Actualización Epidemiológica, para obtener la información más actualizada.

Alertas y Actualizaciones Epidemiológicas

Hoja informativa
Signos y síntomas
Una vez contraído, el virus de la fiebre amarilla incuba en el cuerpo durante 3 a 6 días. Muchas personas no experimentan síntomas, pero cuando estos ocurren, los más comunes son fiebre, dolor muscular con prominente dolor de espalda, dolor de cabeza, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen después de 3 a 4 días. Sin embargo, un pequeño porcentaje de pacientes entra en una segunda fase más tóxica dentro de las 24 horas posteriores a la recuperación de los síntomas iniciales. La fiebre alta regresa y varios sistemas del cuerpo se ven afectados, generalmente el hígado y los riñones. En esta fase, es probable que las personas desarrollen ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos, de ahí el nombre "fiebre amarilla"), orina oscura y dolor abdominal con vómitos. Puede ocurrir sangrado de la boca, nariz, ojos o estómago. La mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica mueren dentro de 7 a 10 días.
Diagnóstico
La confirmación de la fiebre amarilla requiere pruebas de laboratorio y es difícil de diagnosticar (especialmente en las primeras etapas) porque sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades comunes como malaria, dengue, leptospirosis y el virus del Zika, así como con envenenamiento. Las pruebas moleculares (RT-PCR) realizadas en muestras de sangre pueden confirmar o descartar un diagnóstico sospechoso de fiebre amarilla en los primeros 10 días de la enfermedad. Otras pruebas de sangre (serología) pueden detectar anticuerpos producidos en respuesta a la fiebre amarilla, lo que sugiere que la persona ha sido infectada o vacunada recientemente. En casos fatales, el virus también puede detectarse en el hígado y otros tejidos.
Transmisión

El virus de la fiebre amarilla se transmite por mosquitos infectados. Las diferentes especies de mosquitos viven en diferentes hábitats. Algunos se reproducen alrededor de las casas (domésticos), otros en la selva (silvestres) y algunos en ambos hábitats (semi-domésticos).

Hay 3 tipos de ciclos de transmisión: 

Fiebre amarilla selvática (o de la selva): En las selvas tropicales, los monos, que son el principal reservorio del virus de la fiebre amarilla, son picados por mosquitos silvestres de las especies Haemagogus y Sabethes, que transmiten el virus a otros monos. Ocasionalmente, los humanos que trabajan o viajan en el bosque son picados por mosquitos infectados y desarrollan fiebre amarilla. La transmisión de monos a humanos a través del mismo tipo de mosquitos también puede ocurrir en áreas periurbanas. En los últimos años, este ha sido el principal modo de transmisión en las Américas. 

Fiebre amarilla intermedia: En este tipo de transmisión, los mosquitos semi-domésticos (aquellos que se reproducen tanto en la naturaleza como alrededor de las casas) infectan tanto a monos como a personas. El aumento del contacto entre personas y mosquitos infectados lleva a una mayor transmisión y muchas aldeas separadas en un área pueden desarrollar brotes al mismo tiempo. Este es el tipo de brote más común en África y no se ha descrito en las Américas. 

Fiebre amarilla urbana: Las grandes epidemias ocurren cuando personas infectadas introducen el virus en áreas densamente pobladas con alta densidad de mosquitos Aedes aegypti y donde la mayoría de las personas tienen poca o ninguna inmunidad, debido a la falta de vacunación o exposición previa a la fiebre amarilla. En estas condiciones, los mosquitos infectados transmiten el virus de persona a persona. No se han reportado brotes recientes de fiebre amarilla urbana en las Américas.

Tratamiento
Un buen tratamiento de apoyo temprano en hospitales mejora las tasas de supervivencia. Actualmente no existe un medicamento antiviral específico para la fiebre amarilla, pero la atención específica para tratar la deshidratación, la insuficiencia hepática y renal, y la fiebre mejora los resultados. Las infecciones bacterianas asociadas pueden tratarse con antibióticos.
Prevención
La vacunación es la medida preventiva más importante contra la fiebre amarilla. La vacuna contra la fiebre amarilla se ha utilizado durante décadas y es segura, asequible y altamente efectiva. Más información sobre la vacuna contra la fiebre amarilla.

 

 

Datos clave

  • La vacuna proporciona inmunidad efectiva dentro de los 10 días para el 80-100% de las personas vacunadas, y dentro de los 30 días para más del 99% de las personas vacunadas.

    La Estrategia Eliminar las Epidemias de Fiebre Amarilla (EYE) 

    La Estrategia para Eliminar las Epidemias de Fiebre Amarilla (EYE), lanzada en 2017, es una iniciativa sin precedentes. Con más de 50 socios involucrados, la asociación EYE apoya a 40 países en riesgo en África y las Américas para prevenir, detectar y responder a casos sospechosos y brotes de fiebre amarilla. La asociación tiene como objetivo proteger a las poblaciones en riesgo, prevenir la propagación internacional y contener los brotes rápidamente. Para 2026, se espera que más de 1,000 millones de personas estén protegidas contra la enfermedad.

Respuesta de la OPS

Qué hace la OPS

La OPS/OMS ha preparado directrices para su uso a nivel distrital y nacional, incluyendo definiciones de casos, instrucciones para la recolección de muestras y pruebas de laboratorio, manejo clínico, inmunización y para la gestión de los esfuerzos de control.

La OPS/OMS proporciona colaboración técnica directa en estos componentes y ha desarrollado un mapa detallado de las áreas de riesgo de fiebre amarilla en América del Sur y Panamá, basado en las condiciones ambientales asociadas.

La fiebre amarilla tiene un estatus único en el Reglamento Sanitario Internacional (2005), que establece los requisitos para la prueba de vacunación para las personas que viajan a países específicos o ingresan a algunos países desde un área donde la fiebre amarilla es endémica.

La OPS/OMS promueve campañas de vacunación preventiva masiva durante los períodos interepidémicos.

Gráfico con ícono de inteligencia artificial
Explorando el Aprendizaje Automático para Mapear el Riesgo de la Fiebre Amarilla

En 2018, el Departamento de Emergencias de Salud de la OPS y la Oficina de Innovación de UNICEF unieron esfuerzos para explorar el potencial del aprendizaje automático para predecir áreas de incidencia de fiebre amarilla en las Américas y evaluar la importancia de los factores geográficos y ambientales, empleando el trabajo seminal de la OPS y los conjuntos de datos únicos

El aumento de la disponibilidad de datos digitales y el desarrollo de técnicas de Aprendizaje Automático (ML) y la Inteligencia Artificial (IA) en general, ha demostrado ser extremadamente útil para comprender los patrones de enfermedades y la dinámica de la salud en las poblaciones. Esta tendencia del campo de investigación popular, llamada epidemiología digital, utiliza datos digitales recopilados y generados dentro y fuera del sistema de salud pública. 

CONOCE MÁS SOBRE LA INICIATIVA

*Disponible en inglés

Últimas noticias

Historias

Documentos

Materiales de comunicación

Alertas y actualizaciones epidemiológicas

Mandatos y estrategias

Eventos

Más información