Primates como centinelas: un avance clave en la vigilancia comunitaria de la fiebre amarilla en Colombia

Primates como centinelas: un avance clave en la vigilancia comunitaria de la fiebre amarilla en Colombia
Fotografías: Diana Malo, OPS/OMS
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Colombia se ha consolidado como un referente en la implementación de la Vigilancia Basada en Comunidad (VBC), destacándose por su trayectoria e innovaciones en la gestión de epidemias. Su experiencia ha sido reconocida por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), que ha promovido el intercambio de conocimientos con países como Brasil, Ecuador y Paraguay dentro del proyecto PROTECT.

Bogotá, abril 3 de 2025. La noche anterior, los habitantes de San Isidro, en Cunday (Tolima), informaron sobre la presencia de un mono aullador muerto entre los árboles de cacao. Este hallazgo representaba una nueva alerta en una región afectada por un brote de fiebre amarilla desde septiembre de 2024. Debido a su alta susceptibilidad al virus, los monos pueden experimentar elevadas tasas de mortalidad tras la infección. Por ello, el monitoreo de sus muertes resulta crucial para identificar zonas de transmisión y planificar medidas preventivas para la población humana.

En Tolima, las cifras del Instituto Nacional de Salud (INS) reflejan la gravedad del brote: 31 casos confirmados y 13 fallecimientos, con una letalidad del 41,9%. Para hacer frente a esta situación, la OPS/OMS ha capacitado a más de 100 vigías comunitarios en la gestión de primates fallecidos, instruyéndolos en la protección de los cuerpos para evitar su consumo por otros animales y en la notificación inmediata a las autoridades ambientales.

Guiado por un campesino local, un equipo multidisciplinario de la OPS/OMS ingresó a la zona de San Isidro. Este grupo, compuesto por especialistas en respuesta a brotes, epidemiología y laboratorio, incluía al entomólogo Jorge de las Casas, experto en mosquitos vectores del virus. Con destreza, instaló trampas y redes entomológicas de malla fina, capturando decenas de especímenes. Mientras tanto, sus colegas documentaban con precisión cada hallazgo, registrando coordenadas para la caracterización geoespacial.

Primates como centinelas: un avance clave en la vigilancia comunitaria de la fiebre amarilla en Colombia

La operación se replicó en otros municipios del suroccidente del Parque Natural Regional Bosque de Galilea, incluyendo Prado, Purificación y Villarrica. Durante las jornadas de campo, el equipo adoptó rigurosas medidas de bioseguridad: uso de ropa de manga larga, botas de caucho, aplicación de repelente cada cuatro horas y vacunación contra la fiebre amarilla. Se recolectaron mosquitos con potencial de transmisión del virus, como Aedes albopictus, Haemagogus equinus, Aedes (Ochlerotatus) serratus, Aedes (Ochlerotatus) scapularis y Psorophora ferox.

Este enfoque de VBC, que integra la vigilancia de primates como centinelas del virus, no es una novedad absoluta, pero su aplicación coordinada entre las autoridades de salud pública, salud humana y medio ambiente representa un avance en las estrategias modernas de salud pública. Además, refuerza las medidas de control, incluyendo la vacunación en zonas de riesgo, el control entomológico y la vigilancia continua de brotes para optimizar las estrategias de prevención y mitigación. También permite una comunicación efectiva con la comunidad, evitando el pánico y garantizando su participación en la prevención, explicó Mauricio Cerpa, asesor internacional de emergencias en salud de la OPS/OMS.

Colombia comparte sus buenas prácticas en VBC
Colombia es un referente en la implementación de la VBC, consolidada a través del INS. Actualmente, la estrategia se desarrolla en 29 municipios con la participación de más de 665 líderes y 70 vigías comunitarios activos, lo que ha fortalecido la detección temprana y la respuesta ante emergencias sanitarias.

La VBC en Colombia ha sido potenciada con iniciativas como la Red de Vigilancia Epidemiológica Basada en Comunidad (ReVCom), que vincula agentes comunitarios y gestores para identificar y gestionar riesgos de salud pública en comunidades vulnerables, incluyendo pueblos indígenas y rurales. La colaboración entre entidades nacionales e internacionales ha optimizado la respuesta ante brotes epidemiológicos, como el dengue, a través de la participación activa de la comunidad en vigilancia y control vectorial.

El modelo colombiano es replicable en otros países, destacándose por su enfoque comunitario y su flexibilidad para adaptarse a diversos contextos. La OPS ha reconocido esta experiencia y ha facilitado intercambios con Brasil, Ecuador, Paraguay y Bolivia en el marco del proyecto PROTECT, financiado por el Fondo Pandémico. Durante estas visitas a Colombia, el INS presentó el sistema de vigilancia SIVIGILA, el sistema de alerta temprana y el Centro de Operaciones de Emergencia en Salud Pública (COE-SP) y se realizaron visitas a diversas zonas rurales, como Magdalena y Putumayo para conocer de primera mano la implementación de estas estrategias a nivel local y comunitario. Esta iniciativa busca fortalecer la vigilancia y la capacidad de laboratorio en regiones fronterizas de América del Sur, beneficiando a más de 2,4 millones de personas.

 

Primates como centinelas: un avance clave en la vigilancia comunitaria de la fiebre amarilla en Colombia

En el marco de estos intercambios, delegados del Ministerio de Salud de Bolivia visitaron la comunidad de Nuevo Jardín, en Amazonas, donde observaron la implementación de la VBC y participaron en un proceso de armonización entre autoridades indígenas y personal de la Secretaría Departamental de Salud. Asimismo, representantes de los Ministerios de Salud de Paraguay y Ecuador conocieron de cerca el modelo de gestión de riesgo y alerta temprana liderado por el INS, participando en el intercambio de saberes y en la aplicación de metodologías de abordaje comunitario en Putumayo y Guainía.

Los expertos de Brasil estuvieron en Tolima para intercambiar conocimientos sobre el manejo del brote de fiebre amarilla, promoviendo la notificación temprana de mortalidad en primates no humanos (PNH) y asegurando su articulación con la vigilancia epidemiológica y vectorial.

La experiencia en Tolima ha demostrado que la vigilancia comunitaria no solo fortalece la detección temprana de brotes, sino que también empodera a las comunidades en la protección de su propia salud. Con la expansión de esta metodología a nuevos territorios, Colombia refuerza su capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias y se consolida como un referente regional en estrategias innovadoras de vigilancia epidemiológica. 

Cada alerta temprana representa una oportunidad para salvar vidas y prevenir epidemias, demostrando que la salud pública es un esfuerzo colectivo donde la comunidad es el primer eslabón de protección.