
19 de marzo de 2025 (OPS) - Cuando hablamos de insectos que transmiten enfermedades, lo primero que nos viene a la mente son los mosquitos como el Aedes aegypti, principal responsable de propagar el dengue, el chikunguña, el Zika y la fiebre amarilla. Sin embargo, hay otros insectos diminutos que también pueden ser vectores de enfermedades y que muchas veces pasan desapercibidos. Tal es el caso de los culicoides, pequeños insectos voladores que pueden transmitir virus peligrosos para el ser humano. En particular, el Culicoides paraensis, es el principal responsable de la transmisión del virus Oropouche en la Región de las Américas.
¿Qué son los culicoides o jejenes?
Los culicoides son insectos muy pequeños, de apenas 1 a 5 milímetros de tamaño, lo que los hace difíciles de identificar. Son conocidos popularmente como "jejenes", "mosquitos polvorilla" o "chaquistes", dependiendo de la región. En Brasil los jejenes son conocidos como “maruim”, “mosquitinho-do-mangue” y su nombre en inglés es “biting midges”. A pesar de su diminuto tamaño, son insectos hematófagos, lo que significa que se alimentan de sangre, y algunas especies pueden transmitir enfermedades a humanos y animales.
Culicoides paraensis y el virus Oropouche
Una de las especies más importantes en salud pública es Culicoides paraensis, el principal vector del virus Oropouche en las Américas, causante de la Enfermedad por virus del Oropouche, caracterizada por ser una infección febril que incluye: dolor de cabeza, dolor muscular y malestar general, síntomas similares a los del dengue. Aunque no suele ser mortal, la fiebre por Oropouche puede afectar a muchas personas en brotes epidémicos, especialmente en regiones tropicales.
Desde finales de 2023, se han reportado brotes de la enfermedad por el virus Oropouche en varios países de América del Sur y el Caribe, incluidas áreas sin historial previo de esta enfermedad.
No hay tratamiento ni vacuna específica para el Oropouche. El manejo de esta enfermedad incluye reposo, hidratación y el uso de medicamentos para controlar la fiebre y el dolor, así como el vigilar posibles complicaciones.
Ecología y ciclo de vida de los culicoides
Los culicoides tienen un ciclo de vida que consta de cuatro etapas: huevo, larva, pupa y adulto. Las larvas suelen desarrollarse en lugares húmedos, como suelos fangosos, hojas en descomposición o aguas estancadas. Este es un punto clave porque en áreas tropicales rurales y suburbanas este tipo de sitios son extensos y abundantes, lo que dificulta identificar las áreas donde pueden reproducirse y así tomar medidas para su control.
Los jejenes adultos, en su mayoría, son más activos al final de la tarde, aunque también pueden ser activos durante la noche. Son atraídos por el dióxido de carbono que exhalan los humanos y por el calor corporal, lo que los lleva a picar a humanos y otros animales para alimentarse de su sangre. Tanto machos como hembras se alimentan de néctar de plantas, pero solo las hembras necesitan sangre para desarrollar sus huevos.
¿De qué se alimentan y cuál es su papel en el ecosistema?
Los culicoides no solo pican a los humanos; también se alimentan de la sangre de mamíferos, aves, anfibios y reptiles. Esto los convierte en importantes vectores de enfermedades, ya que pueden transmitir virus entre distintas especies.
A pesar de su mala reputación, los culicoides cumplen funciones ecológicas importantes. Son una fuente de alimento para murciélagos, ranas, peces y otros insectos depredadores. Además, al alimentarse del néctar de flores, pueden participar en la polinización de algunas plantas.
Diferencias entre los culicoides y los mosquitos Aedes
Aunque los culicoides y los mosquitos como Aedes aegypti comparten la capacidad de transmitir enfermedades, tienen varias diferencias clave:
Tamaño: los culicoides son más pequeños que los mosquitos y son difíciles de identificar.
Forma de picar: la picadura de un culicoide suele ser más dolorosa que la de un mosquito y puede causar reacciones alérgicas en algunas personas.
Horarios de actividad: mientras que el Aedes aegypti pica principalmente durante el día, los culicoides son más activos al final de la tarde, pero eso no significa que no es posible picar en otro momento, eso puede depender de la disponibilidad de la fuente alimentación.
Sitios de reproducción: los mosquitos como Aedes aegypti ponen sus huevos en general en reservatorios de agua limpia, mientras que los culicoides prefieren suelos húmedos y materia orgánica en descomposición.
¿Cómo prevenir el contacto con los culicoides?
Para reducir el riesgo de picaduras y prevenir enfermedades como la fiebre por Oropouche, se pueden tomar las siguientes medidas:
Usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo: camisas de manga y pantalones largos pueden ayudar a proteger la piel.
Aplicar repelente: los repelentes recomendados por las autoridades de salud, puede ayudar a mantenerlos alejados. Se debe revisar siempre las instrucciones y recomendaciones del fabricante antes de aplicarlos.
Instalar mosquiteros: debido a su pequeño tamaño, los culicoides pueden pasar a través de las mallas convencionales, por lo que es recomendable usar mosquiteros de trama fina.
Evitar zonas de alta presencia: si es posible, evitar áreas con aguas estancadas o vegetación densa al atardecer y al anochecer.
¿Cómo evitar su proliferación?
Para reducir la cantidad de culicoides en el ambiente, se pueden tomar medidas para eliminar sus sitios de reproducción:
Drenar charcos y eliminar acumulaciones de agua en jardines y patios.
Mantener limpios los alrededores del hogar, retirando hojas en descomposición y materia orgánica acumulada.
Mejorar el drenaje en zonas húmedas para evitar la formación de lodo y acumulación de humedad.
Los culicoides, aunque pequeños, pueden representar un problema de salud pública, sobre todo si existe circulación del virus por Oropuche. Conocer su comportamiento y los sitios donde se reproducen es clave para prevenir su proliferación y evitar picaduras. Y de esta manera, es posible reducir el riesgo de contagio y proteger la salud. ¡Estar informados es la mejor herramienta para prevenir enfermedades!
La OPS/OMS, en colaboración con los países de la región de las Américas, implementa diversas estrategias para fortalecer las capacidades técnicas en la prevención, control y eliminación de enfermedades transmitidas por vectores. Estas acciones incluyen el desarrollo de guías y documentos técnicos basados en evidencia, la capacitación de profesionales en vigilancia entomológica y control vectorial, y la promoción de intervenciones innovadoras. Además, se fomenta la cooperación entre países mediante talleres, reuniones técnicas y redes de expertos, así como el fortalecimiento de los sistemas de monitoreo y respuesta ante brotes. La OPS/OMS también apoya la implementación de planes nacionales integrados de manejo vectorial, promoviendo el uso racional de insecticidas y estrategias sostenibles para reducir la carga de las enfermedades transmitidas por vectores.
Más información: Enfermedad por virus Oropouche y vectores o mosquitos que transmiten Oropuche.