La enfermedad por el virus Oropouche (OROV) es una infección febril causada por un arbovirus del género Orthobunyavirus, perteneciente a la familia Peribunyaviridae. Identificado por primera vez en 1955 en Trinidad y Tobago, el OROV ha causado casos y brotes en varios países de América del Sur, incluidos Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Panamá, Perú y Venezuela. Los brotes han sido más frecuentes en la región de la Cuenca Amazónica, donde el vector más conocido, el jején (Culicoides paraensis), mantiene un ciclo selvático que involucra a hospedadores como perezosos y primates no humanos.
Los síntomas de la fiebre por Oropouche incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, debilidad extrema (postración), dolores articulares y musculares. En algunos casos, pueden aparecer fotofobia, mareos, náuseas o vómitos persistentes y lumbalgia. La fiebre suele durar hasta cinco días. Aunque las complicaciones graves son poco comunes, la enfermedad puede evolucionar hacia una meningitis aséptica que se manifiesta generalmente en la segunda semana de la enfermedad, lo que prolonga la recuperación por semanas. Se reporta que hasta un 60% de los casos presentan recaídas de los síntomas en las semanas posteriores a la recuperación.
El aumento en la propagación del OROV está vinculado a diversos factores ambientales y humanos. El cambio climático ha intensificado las precipitaciones y temperaturas, mientras que la deforestación y la urbanización han alterado los hábitats naturales de vectores y hospedadores, favoreciendo la interacción entre ellos y aumentando el riesgo de transmisión.
Para controlar la propagación del OROV, se recomienda adoptar medidas de prevención y control de vectores. Esto incluye fortalecer la vigilancia entomológica, reducir las poblaciones de jejenes y educar a la población sobre medidas de protección personal. Entre las recomendaciones específicas destacan el uso de mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas, ropa que cubra brazos y piernas, repelentes con DEET o icaridina, y mosquiteros de malla fina sobre las camas o áreas de descanso.
- Desde finales de 2023, se han reportado brotes de la enfermedad por el virus Oropouche en varios países de América del Sur y el Caribe, incluidas áreas sin historial previo de esta enfermedad.
- Al 16 de Agosto de 2024, se han confirmado 9,852 casos de Oropouche en la Región de las Américas, incluidos dos fallecimientos en adultos. Estos casos se distribuyen en siete países: Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Guyana, Perú y República Dominicana.
- De acuerdo a la Evaluación de Riesgos (OPS) a 3 de agosto 2024, en Brasil, se han reportado una muerte fetal y un aborto espontáneo en el estado de Pernambuco, así como cuatro casos de recién nacidos con microcefalia posiblemente vinculados al OROV. Un brote similar ocurrió en Manaus entre 1980 y 1981, con nueve mujeres embarazadas infectadas, de las cuales dos sufrieron abortos espontáneos.
- La confirmación de la enfermedad por Oropouche se realiza mediante pruebas moleculares y serológicas en laboratorios que cuentan con la capacidad adecuada; no existe una prueba rápida disponible.
- No hay tratamiento ni vacuna específica para el Oropouche. El manejo incluye reposo, hidratación y el uso de medicamentos para controlar la fiebre y el dolor, así como el vigilar posibles complicaciones.
- Se han identificado cuatro genotipos del virus Oropouche. La infección con cualquiera de estos genotipos debería inducir la producción de anticuerpos, proporcionando protección frente a reinfecciones futuras.
El virus Oropouche es un virus re-emergente en las Américas, transmitido a las personas principalmente a través de jejenes infectados y algunas especies de mosquitos. Se ha observado que el Oropouche está apareciendo fuera de la Cuenca del Amazonas, en áreas previamente no afectadas.
Además, a Septiembre de 2024 se han registrado hasta el momento dos muertes en personas infectadas en Bahía, Brasil. La infección durante el embarazo se ha relacionado con muerte fetal y posibles defectos congénitos. Asimismo, se encuentran en estudio casos neurológicos (Síndrome de Guillain Barre) posiblemente asociados a la infección por OROV.
Transmisión
El OROV se transmite principalmente a través de la picadura del jején Culicoides paraensis, que habita en áreas boscosas y cerca de cuerpos de agua, y de ciertos mosquitos como Culex quinquefasciatus. Se sospecha que la circulación viral incluye tanto ciclos selváticos como urbanos. En el ciclo selvático, los primates, perezosos y posiblemente algunas aves actúan como huéspedes vertebrados. En el ciclo urbano, los humanos son el huésped amplificador, Se ha documentado transmisión vertical (de madre a hijo) recientemente y se sigue investigando.
Síntomas
Los síntomas son similares a los del dengue y comienzan entre cuatro y ocho días después de la picadura infectante. Los signos incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, debilidad extrema (postración), dolores articulares y musculares, escalofríos, náuseas, diarrea y vómitos persistentes. Aproximadamente el 60% de los casos experimenta recaídas de los síntomas semanas posteriores a la recuperación. Aunque la mayoría se recupera en una semana, algunos pacientes presentan una convalecencia prolongada. Las complicaciones graves, como la meningitis aséptica, son raras, pero pueden aparecer en la segunda semana de la enfermedad.
Tratamiento y vacuna
Actualmente no existe un tratamiento específico ni una vacuna contra el virus Oropouche. El manejo de la enfermedad es de soporte y se enfoca en el alivio de los síntomas, como el reposo, la hidratación y el uso de medicamentos para la fiebre y el dolor, así como vigilar al paciente por la aparición de posibles complicaciones, como, por ejemplo: hipotensión arterial, sudoración intensa que lleva a deshidratación de forma rápida y en especial manifestaciones del sistema nervioso, tales como meningitis, meningoencefalitis y síndrome de Guillain-Barré. En caso de manifestaciones graves, los casos deben ser hospitalizados
Recomendaciones
- Control de vectores: Fortalecer la vigilancia entomológica, reducir las poblaciones de jejenes y mosquitos, y educar a la población sobre medidas de protección personal.
- Medidas de prevención para viajeros: Los viajeros a zonas afectadas deben tomar precauciones contra las picaduras de insectos, usando repelentes con DEET o icaridina, ropa protectora y mosquiteros.
- Recomendaciones para embarazadas: De acuerdo a los Centros de Prevención y Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), se recomienda a las mujeres embarazadas reconsiderar los viajes no esenciales a áreas con un Aviso de Salud para Viajes de Nivel 2 por el virus Oropouche, debido al riesgo de transmisión materno-fetal.
La OPS/OMS insta a los Estados Miembros a intensificar la vigilancia para la detección oportuna de casos, capacitar al personal de salud en la detección clínica y en el manejo de la enfermedad e informar a la población en riesgo sobre las medidas preventivas. Además, resalta la importancia del diagnóstico de laboratorio para confirmar los casos y seguir las tendencias de la enfermedad.