Washington, D.C., 3 de octubre 2008 (OPS)—En la Región de las Américas, la obesidad y la diabetes están alcanzando proporciones epidémicas. La prevalencia de la obesidad está aumentando en todos los grupos de edad. Estudios en Chile y México indican que entre un 7 y un 12 por ciento de los niños menores de cinco años y una quinta parte de los adolescentes son obesos. En los adultos, las tasas de sobrepeso y obesidad se aproximan al 60%.
Así lo afirmaron en Washington expertos de la Organización Panamericana de la Salud en el transcurso de la presentación de una propuesta de resolución sobre métodos para la prevención y el tratamiento de la diabetes y la obesidad, cuyo texto fue tratado durante el segundo día de trabajo del 48 Consejo Directivo, la reunión anual de los ministros y ministras de Salud de los Estados Miembros de la organización hemisférica.
"Se prevé que el número de personas que sufren diabetes en América Latina se incremente en casi un 150%, pasando de 13,3 millones en el 2000 a 32,9 millones para el 2030.", afirma el documento adjunto a la citada resolución. Por ello, la OPS y los países de las Américas concordaron en que ha llegado el momento de priorizar la aplicación de medidas para revertir la explosión de esta epidemia. Medidas, dijeron, como las contenidas en la Estrategia y Plan de Acción para un Enfoque Integrado sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades Crónicas, incluyendo el Régimen Alimentario, la Actividad Física y la Salud, que los ministros de Salud del continente americano aprobaron en el 2006.
De entre las tres formas principales de diabetes (tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional), la de tipo 2 es la más común, representando aproximadamente entre el 85 y 90% de los casos y directamente relacionada con factores de riesgo enteramente modificables y prevenibles como son la obesidad y el sobrepeso, la inactividad física y los regímenes alimentarios hipercalóricos de bajo valor nutritivo.
Todos los países que hicieron uso de la palabra por medio de sus representantes o máximos delegados en Salud concordaron en la descripción de panoramas nacionales donde la diabetes, el sobrepeso y la obesidad han pasado ya a ocupar un lugar prioritario en materia de preocupaciones de interés sanitario. Pero para una respuesta efectiva e integral, dijeron los ministros y ministras, se hace necesaria la intervención de otros sectores y entidades de los gobiernos, así como del sector privado y de organizaciones de la sociedad civil en su conjunto.
Durante el debate y discusión de la propuesta resolutiva este martes, una de las delegaciones nacionales indicó que el problema para vencer a la diabetes y a la obesidad como su principal factor de riesgo, unido un estilo de vida sedentario, no radica en el qué hacer, sino en cómo hacerlo, dado que buena parte de la solución recae en un cambio de actitudes individuales y colectivas.
Cálculos recientes revelan que en los países de América Latina y el Caribe, las tasas más elevadas de prevalencia de diabetes corresponden a Belice (12,4%) y México (10,7%), con tasas del 8 al 10% en Managua, Ciudad de Guatemala y Bogotá, de acuerdo a diversos estudios e informes.
Expertos de la OPS reiteraron en la sede regional de la entidad hemisférica en Washington, D. C. que la carga que la diabetes representa para la sociedad y las personas se relaciona principalmente con un aumento de la discapacidad y la mortalidad prematuras por complicaciones. El riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y por todas las demás causas es entre dos y tres veces más alto en las personas con diabetes en comparación con sus semejantes no diabéticos.
"La epidemia de obesidad, causante del aumento de la diabetes, está impulsada en gran parte por dos tendencias que van de la mano: el cambio de los hábitos alimentarios y la reducción de la actividad física", afirmó desde la OPS el Dr. Alberto Barceló, Asesor Regional de Enfermedades No Transmisibles.
"En la mayoría de los países de las Américas se está produciendo un cambio en los hábitos alimentarios", dijo el Dr. Barceló. "Ha aumentado el consumo de alimentos con un denso contenido energético, ricos en grasas saturadas, azúcares y sal. Este modelo, unido al hecho de que entre 30 y 60% de la población no alcanza el nivel mínimo recomendado de actividad física (por ejemplo, caminar diariamente durante 30 minutos) contribuye en gran medida a las tasas altas de sobrepeso y obesidad en la Región".