Washington, D.C., 29 de septiembre de 2016 (OPS/OMS) - Lideres de salud reunidos en el 55º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) aprobaron nuevas estrategias y planes esta semana, que plantean medidas para abordar malaria; arbovirus, como el Zika y el dengue; y enfermedades infecciosas desatendidas como la lepra y la enfermedad de Chagas.
Hacia la eliminación de la malaria
El nuevo Plan de Acción para la Eliminación de la Malaria 2016-2020 construye sobre los progresos importantes hechos en la región de las Américas, incluido una reducción del 79% en las muertes por malaria entre 2000 y 2014.
El plan busca seguir reduciendo en los próximos cuatro años reducir los casos de malaria en un 40%, intensificar los esfuerzos de eliminación en todos los 21 países endémicos en la región y alcanzar el estatus de libre de malaria en al menos cuatro de esos países. También busca prevenir el restablecimiento de la enfermedad en 27 países y territorios de las Américas que han sido considerado libres de malaria desde comienzos de los 1970.
En el plan también se prevén enfoques innovadores para afrontar los retos con respecto al control de la malaria en aquellos países donde el progreso ha sido limitado. La cuenca amazónica requiere atención especial en estos esfuerzos. Las poblaciones que viven en zonas de la Amazonia continúan teniendo el mayor riesgo de infección malárica. En 2014, los 20 municipios que registraban la carga más alta por esta enfermedad en la cuenca amazónica eran diez municipios en Brasil, uno en Colombia, cuatro en Perú y cinco en Venezuela. Todos ellos sumaban el 44% del total de casos en la región.
En el plan se indica que muchos de los casos se siguen presentando en poblaciones indígenas, personas que viven en situaciones de vulnerabilidad y poblaciones móviles como los mineros, migrantes y trabajadores.
Se han documentado las mejores prácticas en diez países por medio de la iniciativa "Campeones contra el Paludismo en las Américas", un mecanismo exitoso que permite que los países se mantengan a la vanguardia en la creatividad y las innovaciones para derrotar la malaria.
Con la meta de eliminar o controlar 13 enfermedades infecciosas desatendidas
El nuevo Plan de Acción sobre enfermedades infecciosas desatendidas busca eliminar ocho enfermedades infecciosas desatendidas y prevenir, controlar y reducir la carga de otras cinco en los próximos seis años. Asimismo, prevén acciones para reducir el riesgo de reintroducción una vez eliminadas.
Las enfermedades que se buscan interrumpir transmisión o eliminar para 2022 son el tracoma, la enfermedad de Chagas, la rabia humana transmitida por el perro, la lepra, la teniasis y cisticercosis humanas, la filariasis linfática, la oncocercosis (ceguera de los ríos) y la esquistosomiasis.Mientras que las que se quieren prevenir, controlar y reducir su carga son la equinococosis quística (hidatidosis), la fascioliasis, la peste humana, la leishmaniasis (cutánea y visceral) y las geohelmintiasis (lombrices intestinales).
El plan, que se construye sobre la base de otro anterior, plantea la necesidad de aumentar la detección y el diagnóstico tempranos de los casos y descentralizar la atención clínica, asegurar el acceso oportuno y asequible a los medicamentos para todos los que los necesitan, y garantizar los recursos humanos adecuados y suficientes. También, recomienda afrontar simultáneamente varias enfermedades que afectan a los mismos grupos de población, y reducir el riesgo de transmisión mediante el aumento del acceso a agua segura, saneamiento básico, higiene y mejora de las condiciones de las viviendas.
Estrategia integrada para combatir zika y otros virus transmitidos por mosquitos
La nueva estrategia para controlar los arbovirus, aprobada por el 55º Consejo Directivo, apunta a un grupo de virus transmitidos por los mosquitos incluyendo el zika, además del dengue, el chikungunya, y la fiebre amarilla.
La nueva estrategia se recomienda adoptar esfuerzos de prevención y control con el fin de reducir las poblaciones de mosquitos, garantizar diagnósticos clínicos certeros y oportunos, y fortalecer la vigilancia epidemiológica integrada y las redes de laboratorios . Para un mejor control, es importante involucrar activamente a las comunidades para eliminar los criaderos de mosquitos. Además, en la estrategia se insta a poner en marcha esfuerzos especiales para proteger a las embarazadas en el contexto del brote de la enfermedad por el virus del Zika y a mejorar el tratamiento clínico de los pacientes con enfermedades arbovirales.
Muchas de las medidas propuestas en la estrategia se basan en métodos de utilidad comprobada para controlar el dengue, que es transmitido por el mismo mosquito, Aedes aegypti, al igual que el virus del Zika y del chikungunya.
En una actualización sobre el virus del Zika, los delegados fueron informados que la OPS realizó más de 65 misiones a 29 países donde el virus del Zika había sido identificado, y envió a más de 100 expertos para ayudar en diversas áreas. Esto incluye el cuidado prenatal, el manejo clínico, la entomología y el control de vectores, la epidemiología, los servicios de salud y laboratorio, neonatología, neurología, salud pública, servicios de radiología, comunicación de riesgo y otras áreas vinculadas.