Buenos Aires, mayo de 2008.- Unos 190 países acordaron poner en marcha un plan de acción para impulsar la elaboración de medicamentos contra enfermedades presentes en los países en desarrollo y mejorar el acceso para las personas de escasos recursos, como resultado de la 61ª Asamblea Mundial de la Salud realizada en Ginebra, con la participación de 2704 personas. En este marco, Argentina pidió privilegiar los derechos a la salud antes que los intereses económicos para la investigación y desarrollo de fármacos.
Los países abogaron por el desarrollo de medicamentos contra patologías muy presentes en países pobres, aunque erradicadas en los ricos. La tuberculosis, el dengue y la malaria son algunos ejemplos de esas enfermedades.
Durante el encuentro, las naciones miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acordaron un plan de acción sobre Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual. Luego de un intenso análisis, la Asamblea instó a los Estados miembros a aplicar activamente esta estrategia mundial, exhortó a los organismos internacionales a que dé prioridad a esta temática, y pidió a la directora general de la OMS, Margaret Chan, que apoye la promoción de esta estrategia y que presente en la próxima asamblea un plan de acción definitivo.
Además, la Asamblea pidió a la directora que mejore la cooperación, la colaboración y el intercambio de información sobre actividades de investigación y desarrollo en materia de salud, en sintonía con el proyecto de la Estrategia Mundial en Salud Pública, innovación y Propiedad Intelectual; y que establezca con urgencia un grupo de trabajo formado por expertos para que examine la actual financiación en investigación y desarrollo, así como propuestas de fuentes nuevas e innovadoras de financiación para estimular dichas actividades, a tono con las necesidades de los países en desarrollo.
“Argentina también pidió que haya una incumbencia de la OMS en la lucha contra la falsificación de medicamentos por su impacto en la salud. Y que se alíe con actores interesados en salud pública”, explicó el director de Relaciones Sanitarias Internacionales de la Nación, Sebastián Tobar, luego de asamblea finalizada el 24 de mayo último, al que asistió junto con el secretario de Determinantes y Relaciones Sanitarias de la Nación, Alberto Hernández; y el secretario de Políticas, Regulación e Institutos, Carlos Soratti. También participaron los legisladores Silvestre Begni, Haydée Giri y Ada Maza.
Los países aprobaron además un plan de acción de seis años de lucha contra las enfermedades no transmisibles, que suponen actualmente una de las mayores amenazas a la salud humana. Pero también abordaron los desafíos en el campo de las enfermedades transmisibles. Para eso, Argentina brindó información sobre los preparativos del país ante la pandemia de influenza aviar. También planteó los últimos avances para el establecimiento del Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
En tanto, las naciones exhortaron a la OMS a que presente a la Asamblea Mundial de la Salud, en 2010, un proyecto de estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol. La OMS ha encontrado una relación entre el consumo de alcohol y más de 60 enfermedades y lesiones, y las muertes que se le atribuyen se elevan a 1,8 millones al año.
Expertos que participaron en la Asamblea Mundial en Suiza también advirtieron sobre los efectos del tabaco ya que si no se toman medidas para frenar su consumo, este hábito habrá causado la muerte de 500 millones de personas a finales de este siglo, según alertaron.
Los participantes de la asamblea también adoptaron una resolución en que se insta a los Estados Miembros a afrontar las repercusiones del cambio climático en la salud. Y pidieron a la Organización a prestar ayuda a las naciones para aumentar la cobertura de inmunización y alentar la obtención de nuevas vacunas.
Por otra parte, la OMS obtuvo de los países el compromiso de acelerar las actividades hacia la eliminación de la práctica de la mutilación genital femenina mediante intervenciones legislativas, educativas y de ámbito comunitario.
Los casi 200 países también pidieron a la OMS que analice los principales problemas sanitarios asociados a la migración y estudie opciones para mejorar la salud de los migrantes. En este punto, Argentina al resto de los participantes señaló que “hay recursos humanos procedentes de otras partes que se especializan en nuestro país, trabajando en centros de salud sin tener las reválidas correspondientes de su título, lo cual brinda dificultades”, indicó Tobar.