OPS y AIDIS coorganizó el seminario virtual Gestión de residuos sólidos y cambio climático con motivo del Día Interamericano de la Limpieza y la Ciudadanía, que se celebra el 21 de septiembre.
Washington, D.C., 19 de septiembre de 2024 – La OPS apuesta por “promover un diálogo sobre cómo avanzar hacia mejores prácticas en la gestión de residuos, promoviendo soluciones que no solo mitiguen los impactos negativos, sino que transformen los residuos en recursos valiosos. A través de un enfoque en la economía circular, queremos resaltar que los desechos pueden ser reciclados, reutilizados o convertidos en recursos útiles, contribuyendo a una sociedad más sostenible”. Así lo explicó la directora del Departamento de Determinantes Sociales y Ambientales para le Equidad en Salud de la OPS, Gerry Eijkemans, en la apertura del seminario virtual organizado con motivo del Día Interamericano de la Limpieza y la Ciudadanía, que celebra en la Región el 21 de septiembre.
“El crecimiento urbano, el aumento de la población y los patrones de consumo generan una cantidad cada vez mayor de residuos sólidos. Sin una gestión adecuada, estos residuos no solo tienen impactos graves en el medio ambiente, sino que también afectan nuestra salud”, afirmó.
“Las malas prácticas de eliminación de residuos contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero, la contaminación de los cuerpos de agua y del suelo, y fomentan la proliferación de vectores de enfermedades”, dijo Eijkemans, que recordó la importancia de enfocar este tema desde el ámbito local: “Si se le pregunta a un alcalde o alcaldesa cuál es su agenda más complicada casi todos van a responder el tema de residuos, es un tema de sumar importancia”, aseguró.
Eijkemans consideró muy pertinente el lema del Día de la Limpieza y la Ciudadanía de este año, de Residuos a Recursos: avanzando hacia la economía circular y la salud, porque resaltando estos temas “nos enfocamos en un tema clave para nuestro tiempo: la gestión de residuos sólidos y su vínculo con la salud humana y el cambio climático”, dijo.
Por su parte, el presidente de AIDIS Interamericana, José Luis Inglese, celebró la sólida y fructífera colaboración entre AIDIS y OPS, al tiempo que consideró indispensable para la Región de las Américas lograr “una gestión adecuada de los residuos sólidos”.
“Nuestra función es buscar los medios más eficaces para que esas sustancias perjudiciales estén en los lugares adecuados”, dijo Inglese, que advirtió de que “aún falta mucha concienciación por parte de la población general”.
360 kilos por persona al año
El especialista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Alfredo Rihm, celebró que, pese a los retos que se afrontan en cuanto a la gestión de los residuos sólidos, “estamos en estos momentos en un momento de cambio que supone un punto de inflexión para el futuro”.
Rihm aseguró que en América Latina y el Caribe se genera una media de 360 kilos de residuos por persona al año, “si bien no está todo documentado”. “Los residuos”, añadió, “representan el tercer sector emisor de metano en el mundo, con un 20% del total”. De esos 360 kilos por persona al año, “el 50% no recibe un manejo adecuado en algún momento, como, por ejemplo, el 9% de éstos llega a un destino no identificado. La buena noticia de esto”, aseguró, “es que aún hay mucho margen de mejora”.
“El 20% de la población de la Región no dispone de servicios de recolección y tiene dos de los vertederos más grandes del mundo”, dijo Rihm, que recordó que “la gestión de residuos es un factor clave para el cumplimiento de los Objetivo de Desarrollo Sostenible”.
El experto del BID señaló que uno de los problemas más relevantes en este apartado es el de “cómo se va a financiar la infraestructura para gestionar correctamente los residuos sólidos”, y calculó que serían necesario en América Latina y el Caribe “4.200 millones de dólares por año para lograr una adecuada gestión”.
Informalidad en la gestión
Marcos Alegre Chang, director de DIRSA-AIDIS, disertó sobre la Evaluación inicial de las condiciones de salud en botaderos de pequeñas ciudades, donde destacó como dos retos fundamentales “el crecimiento urbano desordenado y la falta de infraestructura adecuada para la disposición final de los residuos y la informalidad en la gestión de los mismos”.
A esta situación se le suma, añadió, “el déficit histórico de infraestructura para disponer adecuadamente los residuos sólidos”. Alegre Chang puso el caso del Perú, donde “menos del 5% de los residuos es reciclado formalmente”. En dicho país, señaló, “hay unos 180.000 recicladores de base, esto es como un pequeño ejército informal de personas que viven de esto en condiciones muy preocupantes”.
Alegre Chang recordó que Perú es uno de los pocos países de América Latina que tiene una ley de reciclaje, del año 2009, que incorpora los recicladores como parte del sistema de gestión de los residuos sólidos, es un actor más junto a los generadores, las grandes empresas, los municipios, los ciudadanos, etcétera”.
Francisco Sánchez Otero, asesor regional de salud, medioambiente y cambio climático de la OPS, recordó que el impacto en la salud por la mala gestión de los residuos sólidos urbanos “genera varios tipos de contaminación: de fuentes hídricas y océanos, del aire, contaminación de plásticos, metales pesados y nanocompuestos, y la incidencia en el cambio climático por la producción de gases de efecto invernadero”.
En su intervención, titulada Perspectivas de la gestión de residuos sólidos y el cambio climático, Sánchez Otero señaló también que “la gestión inadecuada de los residuos sólidos es una fuente significativa de emisiones de efecto invernadero”. En este sentido, el asesor regional de la OPS llamó la atención sobre los incendios de vertederos. Cuando sucede un episodio de este tipo, “se están arrojando grandes cantidades de contaminantes al aire, no es solamente el humo que se ve sino también las micropartículas que no se ven y que por acción del viento o del agua terminan en otras partes”.
A este respecto, Sánchez Otero lamentó que “la quema de residuos es todavía una práctica común en las Américas. Aún existen municipalidades donde la gente que no tiene la posibilidad de recolección de residuos termina haciendo quema de los mismos”.
“A corto plazo, esta producción de gases de efecto invernadero va a tener como consecuencia el incremento de las temperaturas y la contaminación del aire y está relacionado con problemas de salud pública”, dijo. “A largo plazo, aumenta la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos y alteraciones de las estacionalidades a nivel global”.
Ante esta situación, Sánchez Otero señaló que la solución es “dirigirnos hacia una gestión sostenible, es decir, hacer una reducción de residuos en la fuente, fomentar el consumo responsable, minimizar los desechos generados, pensar que los residuos orgánicos los podemos compostar, que algunos elementos pueden ser reciclados, fomentar tecnologías para invertir en plantas de biogás para convertir el metano en energía renovable, y potenciar la economía circular, con la implementación de políticas que promuevan el reaprovechamiento de materiales”.
La ingeniera Ana Gutiérrez, asesora ambiental de la alcaldía de Morelos (México), presentó la experiencia de aprovechamiento de los residuos orgánicos del mercado municipal de Morelos para generar compostaje, con un enfoque participativo comunitario, lo que ayuda a reducir la cantidad de residuos que terminan en basureros municipales y en la reducción de impactos al cambio climático.
Celebrado desde 2002
El Día Interamericano de la Limpieza y Ciudadanía fue instaurado en el 2002 por la OPS, AIDIS, la Asociación Caribeña de Agua y Saneamiento (CWWA, por sus siglas en inglés), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). La iniciativa nació con el objetivo de involucrar a todos los habitantes de las Américas en el desafío de construir un entorno saludable. Esto implica, entre otras cosas, el adecuado manejo de desechos sólidos domésticos, no sólo para prevenir las enfermedades y garantizar la limpieza de las ciudades y zonas rurales, sino también para fomentar el desarrollo humano en un ambiente digno y pleno de oportunidades.
Este Día, por lo tanto, busca sensibilizar a la sociedad civil acerca de la importancia de mantener limpias nuestras viviendas, escuelas y lugares de trabajo, plazas y espacios de recreo, barrios, ciudades y carreteras, evitando ensuciarlas y creando un ambiente sustentable para las próximas generaciones.