La disponibilidad de servicios sostenibles de agua, saneamiento y gestión ambiental, química y de residuos sanitarios (HCWM, por sus siglas en inglés) es esencial para la calidad de la atención y la prevención y el control de infecciones en los centros sanitarios. En los últimos años se han logrado importantes avances y compromisos en este ámbito. La OMS, el UNICEF, los Estados Miembros y los asociados están respondiendo ahora activamente a este componente crítico para la salud y el bienestar (OMS, 2019).
La pandemia de COVID-19 ha provocado un gran aumento de los residuos sanitarios, lo que ha puesto a prueba las instalaciones sanitarias con escasos recursos y ha exacerbado el impacto ambiental de los residuos sólidos. Cada vez se reconoce más que las inversiones sanitarias deben tener en cuenta las implicaciones medioambientales y climáticas, incluidas las implicaciones sobre cómo se adquieren, utilizan, gestionan y tratan los equipos de protección individual (EPI).
Mientras tanto, el medio ambiente y la crisis climática siguen acelerándose, los impactos de la mala gestión de los residuos y el cambio climático se sienten especialmente en las comunidades empobrecidas que carecen de suministros de agua y saneamiento gestionados de forma segura y resistente, y tienen una atención sanitaria de mala calidad (OMS, 2022).
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la producción de plástico se ha más que duplicado, lo que suscita preocupación tanto por los impactos a corto plazo en el agua dulce, los océanos y la calidad del aire (por la quema), como por los impactos a más largo plazo de las partículas persistentes no plásticas (Shams M., Alam I., Mahbub MS., 2021).
- Algunas ciudades grandes y altamente urbanizadas en LAC pueden generar aún más residuos sólidos por persona debido a la densidad de población y los patrones de consumo
- Los grandes núcleos urbanos enfrentan desafíos significativos en la gestión de residuos, como la recolección, el tratamiento y la disposición final adecuada de los mismos.
- Según un informe de la OPS, aproximadamente el 70% de los residuos hospitalarios en América Latina y el Caribe se manejan de manera inadecuada, lo que representa un riesgo para la salud pública y el medio ambiente.
Cinco Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) clave de la Agenda 2030 abordan los determinantes ambientales de la salud y contribuyen directa e indirectamente al ODS 3 centrado en “salud” - garantizar vidas saludables y promover el bienestar para todos en todas las edades. Estos ODS abordan los temas de agua, saneamiento e higiene, calidad del aire, seguridad química, y acción por el clima.
Líneas de acción
- Eliminación de Basurales en América Latina
- Impactos en salud por la Gestión inadecuada de residuos sanitarios
- Acuerdos sobre gestión de residuos sólidos
- Impacto por microplásticos y otros contaminantes en la salud
- Fortalecimiento del trabajo con WHO/CC
Impactos globales
- Contaminación de fuentes hídricas y océanos
- Contaminación del aire
- Contaminación e impacto de plásticos, metales pesados, y nano compuestos
- Incidencia en el cambio Climático (GEI)
A fin de reducir la carga de enfermedad y la inequidad en la salud atribuible a determinantes ambientales de la salud en la Región de las Américas, la OPS brinda cooperación técnica a los países de la Región de las Américas para aumentar la capacidad de los actores de salud para abordar los determinantes ambientales de la salud, a través de acciones concretas como:
- Instauración de una red regional de residuos sólidos sanitarios, para el fortalecimiento de las capacidades de los países en la incorporación de temas relacionados a la gestión integral y la incorporación dentro de las agendas nacionales.
- Desarrollo de materiales de comunicación del riesgo orientados a la gestión de los residuos eléctricos y electrónicos.