Las autoridades indígenas de salud del área Yanomami en Boa Vista, estado de Roraima en Brasil en conjunto con la Secretaría de Salud Indígena contactaron a la oficina de la OPS a principios de 2018 solicitando apoyo para atender un número inusual de casos de tungiasis en la población indígena Yanomami y Yekuana de las comunidades fronterizas con Venezuela. (Créditos de foto: Dr. Hollman Miller)
Respondiendo al pedido, se llevó a cabo una misión técnica a las comunidades afectadas en mayo de 2018. El objetivo era evaluar la situación en dos comunidades y capacitar a los trabajadores locales de salud sobre las intervenciones de control. Debido al gran número de casos encontrados durante la misión, incluidos los casos graves, se decidió realizar inmediatamente una intervención clínica para aliviar el sufrimiento y el dolor de las personas afectadas. Treinta y seis casos fueron tratados en dos días. Los más infestados eran niños, personas con impedimentos físicos y problemas de salud mental y ancianos.
Algunos factores de riesgo observados durante la misión se relacionaron con las condiciones de vida principalmente en los hogares: pisos de tierra, poca ventilación e iluminación, estufas de leña dentro de las casas, hamacas para dormir colgando muy cerca del suelo, prácticas de higiene limitadas, etc.
Las autoridades de salud indígenas del área Yanomami señalaron que en los últimos años, ha habido una alta ocurrencia de casos en estas comunidades, y no estaba claro si esta situación específica constituye a una infestación más alta que lo usual. Se sabe que, en las condiciones ambientales tropicales, y en hogares sin un piso sólido, común en entornos de escasos recursos, el ciclo de vida completo de la pulga de la arena que transmite la tungiasis se puede completar en el interior de una casa.
Los casos fueron tratados con un producto que se aplica a la piel y bloquea el sistema respiratorio de la mosca que vive en la persona y luego muere, también se necesitaron antibióticos para tratar infecciones secundarias asociadas. Los trabajadores locales de salud recibieron instrucciones de continuar visitando otras comunidades donde tienen informes de tungiasis para tratar casos, así como sobre las intervenciones para reducir la infestación en los hogares.
Para reducir de inmediato la transmisión intensa que están viviendo estas comunidades se necesita una intervención integrada que incluya el control del ciclo larval en la casa y el tratamiento del reservorio (humano y animal) seguido de actividades de mantenimiento con la participación directa de la comunidad. La evaluación de la situación epidemiológica, incluida la delimitación del área y el número de personas afectadas, las condiciones ambientales relacionadas con la transmisión, los ciclos relacionados con la aparición de la tungiasis, entre otros factores, deberían completarse pronto. Esto facilitará identificar las intervenciones más adecuadas en estos entornos específicos.
La evaluación epidemiológica de la tungiasis también debe realizarse en otras áreas de Brasil, así como en otros países de la Región de las Américas, para comprender la extensión del problema. Esta enfermedad afecta predominantemente a las poblaciones marginadas, y es una enfermedad de los más pobres entre los pobres. La enfermedad de las pulgas de arena causa dolor crónico, inmovilización, discapacidad y desfiguración, que termina en pies mutilados.
La tungiasis es una enfermedad parasitaria causada por la penetración de una pulga en la piel de una persona. La enfermedad de las pulgas de arena se incluyó como una de las enfermedades infecciosas desatendidas en la Resolución CD55.R9 aprobada por el Consejo Directivo de la OPS en 2016 como parte del grupo de enfermedades para cuya evaluación se debe realizar la situación epidemiológica regional.