El documento muestra la situación de un grupo de enfermedades que afectan principalmente a las personas en situación de pobreza extrema, especialmente mujeres y niños
Washington, DC, 6 de octubre de 2016 (OPS/OMS)- La publicación "Enfermedades infecciosas desatendidas: historias de éxito e innovación para llegar a los más necesitados" recopila una serie de buenas prácticas llevadas a cabo por países de las Américas para controlar y eliminar once de estas enfermedades, las cuales afectan principalmente a las personas en situación de pobreza extrema, poblaciones indígenas, de áreas rurales y de zonas marginales de las grandes ciudades.
Lanzado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) durante su 55º Consejo Directivo la semana pasada, el libro "muestra los esfuerzos de varios países para eliminar la transmisión de enfermedades como la oncocercosis, la filariasis linfática, la enfermedad de Chagas y el tracoma", señaló Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de la Salud de la OPS. "Varias iniciativas recopiladas en este documento pueden servir de ejemplo para otras regiones", indicó.
Estas enfermedades son denominadas "desatendidas" porque están asociadas a la pobreza y a la marginalidad, y debido a que históricamente, no habían recibido suficiente atención de los gobiernos para su abordaje. Si no son detectadas ni tratadas a tiempo, pueden dejar secuelas irreversibles. Algunas, pueden provocar discapacidad física en forma crónica, lo que afecta las posibilidades de trabajar, perpetuando el círculo de la pobreza.
La publicación destaca que en las Américas se registran más de 51.000 casos de leishmaniasis cutánea, 390.000 de paludismo y más de 33.000 casos nuevos de lepra por año. Además, en la región, 70 millones de personas están en riesgo de contraer Chagas, 25 millones de padecer esquistosomiasis y 12,6 millones de sufrir filariasis linfática.
El documento también aborda cómo la pobreza y los determinantes sociales de la salud son las causas principales de las enfermedades infecciosas desatendidas. Por ejemplo, la mala infraestructura de las viviendas puede contribuir al ingreso de vectores que transmiten enfermedades como la malaria, el Chagas o la leishmaniasis. La falta de agua segura y saneamiento también inciden en la aparición de enfermedades como la geohelmintiasis, la esquistosomiasis o la fascioliasis.
Para el control y eventual eliminación de estas enfermedades en la Región, la OPS/OMS propone la implementación de estrategias integradas como la distribución masiva de medicamentos y antiparasitarios, el manejo integrado de los vectores y la educación sanitaria en las comunidades, entre otras.
La Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de la OMS para las Américas, ha facilitado a los países el acceso a donaciones de medicamentos para el control o la eliminación de ocho enfermedades infecciosas desatendidas, a través de la OMS, socios y la industria farmacéutica.
Historias de éxito:
- Haití implementó un proyecto para eliminar la filariasis linfática (conocida como elefantiasis, porque provoca un agrandamiento de las piernas). Una de las grandes estrategias ha sido el suministro de medicamentos preventivos en las escuelas, iglesias y otros lugares de reunión.
- Los países de Centroamérica son ejemplo a seguir en los esfuerzos para detener la transmisión de la enfermedad de Chagas. A través de una estrategia integrada entre todos los países se aplicaron insecticidas en las viviendas junto con medidas para mejorar la higiene en las casas de las áreas rurales y el control del vector que transmite la enfermedad.
- Brasil ha liderado una estrategia innovadora implementada en más de 800 municipios con población que vive en condiciones de pobreza, a quienes ha administrado tratamiento masivo de medicamentos que previenen el tracoma y la geohelmintiasis, al mismo tiempo que se identifican casos individuales de lepra en las escuelas y en grupos de población vulnerable.