Puerto Príncipe, 22 de abril de 2024 (OPS/OMS) - Desde el 29 de febrero de 2024, Haití enfrenta una crisis de seguridad intensificada, que marca una nueva etapa en la violencia que ya afecta a un sistema de salud en dificultades y complica aún más el acceso a la atención para millones de haitianos. Como suele ocurrir, la crisis ha golpeado más duramente a los más vulnerables del país, entre ellos los que viven en uno de los 84 sitios para desplazados internos del área metropolitana de Puerto Príncipe, que alberga a alrededor de 86.040 personas.
En el último mes, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) ha podido recuperar el acceso a quienes viven en 22 de los sitios, donde la Organización ha trabajado desde 2022 para apoyar a las autoridades sanitarias locales.
El costo humano de la violencia
A sus 67 años, Marie Yliane, exvendedora ambulante, vive en el emplazamiento para desplazados de Colbert Lochard, una escuela pública que ahora alberga a casi 2500 personas. Originaria del barrio de Carrefour-Feuille, ella, como muchos de sus vecinos, tuvo que huir el pasado agosto ante el avance de una pandilla local.
“Nunca había tenido la presión alta antes de la crisis actual. Pero los sonidos de los disparos resuenan en mi cabeza. Siempre te ves obligada a huir sin saber adónde ir", explica. Marie es paciente de la clínica móvil establecida por las autoridades de salud del Departamento del Oeste con el apoyo de la OPS/OMS y otros socios como el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF).
"La clínica móvil me ayudó mucho hoy", agregó. "Me sentía mal y como casi todos los hospitales están cerrados, un amigo me recomendó que fuera. Los médicos descubrieron que mis síntomas: insomnio, dolores de cabeza, fatiga se deben a la presión arterial alta. Recibí medicamentos y agradecí a Dios por esta atención en estos tiempos caóticos".
De las heridas de guerra a las heridas del alma
"Antes de la crisis, tenía una tienda y una motocicleta. Pero lo perdí todo cuando me dispararon en el pie con una bala perdida", explicó John, de 34 años, también de Carrefour-Feuille. "Unos pandilleros invadieron mi barrio y me alcanzó la bala cuando intentaba escapar".
Después de haber agotado sus ahorros en facturas de hospital tras su herida, John visitó la clínica móvil para una consulta y tratamiento gratuitos.
Sabrina, de 28 años, también acudió a la clínica preocupada por la salud mental de sus dos hijos pequeños. “Uno de mis hijos está traumatizado por el sonido de las armas automáticas y no las soporta. Tengo que protegerle y ponerle a salvo cuando hay un tiroteo", explicó.
Reactivadas desde mediados de marzo, las clínicas móviles ya han realizado más de 1000 consultas de salud en varios sitios del área metropolitana de Puerto Príncipe. Son cruciales para facilitar el acceso a la atención para las poblaciones desplazadas.
Dotadas de seis médicos, diez auxiliares de enfermería, dos comadronas, tres psicólogos y una docena de trabajadores de salud psicosocial y comunitaria, las clínicas móviles prestan servicios de medicina general, así como de salud sexual y reproductiva, y consultas psicosociales. Los trabajadores de salud comunitaria también utilizan las clínicas para organizar actividades de sensibilización. La OPS/OMS apoya la iniciativa mediante la prestación de apoyo logístico y técnico, así como mediante el suministro de productos médicos.
Atención médica en condiciones de hacinamiento
“En cuanto pudimos volver a los emplazamientos, nuestra prioridad fue distribuir productos de higiene y saneamiento a las personas que llevaban varios días sin recibir asistencia”, explicó el doctor Jean-Gilbert Ndong, coordinador de la respuesta de la OPS/OMS en los sitios de desplazados internos.
Hacinados y alojados en estructuras inadecuadas, los sitios para desplazados internos se enfrentan a retos considerables, como la falta de acceso a agua potable y saneamiento. Estas condiciones crean un caldo de cultivo para el deterioro de la salud de los residentes y el desarrollo potencial de epidemias.
Además de las clínicas móviles, se han reanudado las actividades de vigilancia gracias a la labor de los equipos de vigilancia y respuesta desplegados en cada emplazamiento. El objetivo de esta vigilancia es prevenir brotes de enfermedades como el cólera, que ha reaparecido en el país desde octubre de 2022.
Respuesta de la OPS junto a las autoridades sanitarias
Además de su apoyo a las autoridades sanitarias del Departamento del Oeste para la población desplazada, la OPS/OMS ha brindado apoyo al Ministerio de Salud Pública y Población (MSPP) desde el inicio de la crisis a través del apoyo logístico a hospitales públicos y otras instituciones que continúan brindando atención médica en un entorno de seguridad complicado. La OPS/OMS también ha proporcionado varias toneladas de suministros médicos a diversas instalaciones, incluido el Hospital Universitario la Paz y el hospital Médicos Sin Fronteras, que atienden a la mayoría de los pacientes gravemente heridos.
La OPS/OMS también ha apoyado al Programa Nacional de Transfusión de Sangre mediante la donación de insumos y reactivos, y al Centro Nacional de Ambulancias para garantizar la continuidad de la atención en ambulancia y el transporte de heridos, mediante el suministro de combustible.
La OPS/OMS también está apoyando a tres hospitales públicos en el campo de la salud materna, principalmente aumentando el acceso mediante la reducción de las barreras financieras a los partos por cesárea para las mujeres que requieren este procedimiento.