La Conferencia de Salud Mental y Bienestar de Guyana, organizada por el Ministerio de Salud de Guyana, la Universidad de Guyana, la Universidad de Columbia y otros socios locales e internacionales, abordó importantes temas relacionados con la salud mental como el suicidio, entre otros. Esta Conferencia se desarrolló entre el 15 y 18 de noviembre, e incluyó presentaciones, mesas redondas, talleres de capacitación y consultas, con la participación de expertos nacionales e internacionales.
Renato Oliveira e Souza, Jefe de la Unidad de Salud Mental de la OPS/OMS, presentó la ponencia “La situación de la salud mental y el suicidio en la región de las Américas”. , Destacó que "los trastornos depresivos y de ansiedad, y el suicidio representan más de un tercio del total de años vividos con discapacidad y una quinta parte del total de años de vida ajustados por discapacidad en las Américas”. Expuso que son evidentes las altas tasas de angustia, depresión, ansiedad e ideas suicidas: alrededor de 35% en trastorno depresivo mayor y 32% en trastornos de ansiedad en América Latina. En relación al suicidio expuso que “entre 2000 y 2019, la tasa regional de suicidios estandarizada por edad aumentó en un 17 %”.
Afirmó que la brecha de tratamiento promedio ponderada en las Américas para cualquier trastorno mental se estima en 71,2% y los grupos que incluyen niños y adolescentes y poblaciones indígenas pueden experimentar mayores brechas de tratamiento. Así mismo, enfatizó que el financiamiento para salud mental en los países de la región es insuficiente: existe un desequilibrio significativo entre la carga de salud mental regional y el gasto público (una mediana de solo el 3% del total de los presupuestos de salud). A esto se que el gasto asignado a los hospitales psiquiátricos de la Región (una mediana del 43% del gasto público en salud mental) se considera ineficiente en comparación con la atención en la comunidad, incluidos los servicios de atención primaria y los hospitales generales.
En este contexto resaltó la importancia de fortalecer el financiamiento de la salud mental e integrarlo en otras áreas más allá de la sanitaria; incluir la salud mental en la cobertura universal de salud, enfatizando la promoción de la salud mental y la prevención de los trastornos mentales; mejorar la calidad de la inversión especialmente en atención comunitaria.
Destacó la importancia de que los países promuevan estrategias, políticas y planes nacionales para la prevención del suicidio, dado que la pandemia de COVID-19 amplificó los factores de riesgo para la salud mental y el suicidio, como la pérdida de trabajo, el aislamiento, las barreras para acceder a la atención médica, entre otros.
El jefe de la Unidad de Salud Mental de la OPS/OMS socializó algunas iniciativas regionales que se están impulsando para promover una reconstrucción en el marco de la pandemia de COVID-19 que incluya como una prioridad la salud mental de la población de las Américas, tales como la Comisión de Alto Nivel de la OPS sobre Salud Mental y COVID-19; la Política Regional para Mejorar la Salud Mental; los cursos virtuales en el Campus Virtual de Salud Pública de la OPS; así como otras iniciativas como Pahola, la especialista digital en salud y consumo de alcohol, y la Campaña “Haz tu parte” para la reducción del estigma de la salud mental.
Así mismo, comprometió todos los esfuerzos de la OPS/OMS para seguir apoyando a los países y lograr el posicionamiento político y el compromiso de todos los sectores para la promoción de la salud mental, la prevención y la prestación adecuada de servicios de salud mental. En el ámbito específico de la prevención del suicidio, comprometió los esfuerzos de la Organización para apoyar el desarrollo y la implementación de estrategias y planes nacionales de prevención del suicidio; desarrollo de capacidades de los profesionales de atención primaria; mensajes para los medios, así como el fortalecimiento de la información y la vigilancia sobre el suicidio.