OPS, Ministerio de Salud y Agrocalidad Ecuador analizan el abordaje integral de la brucelosis bajo el marco de Una Salud

mujer con quesos, niños y mujer detrás con oveja

Quito, 10 de junio de 2024 (PANAFTOSA/SPV-OPS/OMS) – Del 17 al 20 de junio, la Organización Panamericana de la Salud en Ecuador junto con el apoyo técnico del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y Salud Pública Veterinaria y la colaboración del Ministerio de Salud Pública y la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosonatiario (Agrocalidad), han organizado la serie de seminarios web: “Abordaje Integral de la Brucelosis en el marco de Una Salud”. El objetivo es proporcionar información científico-técnica actualizada y establecer opciones de cooperación para la vigilancia, prevención, control y tratamiento (en el caso de contagio humano) de esta enfermedad zoonótica en el país y apoyar las acciones desarrolladas por el Ministerio de Salud y Agrocalidad. 

Expertos de Ecuador y especialistas internacionales compartieron experiencias y estudios de caso relacionados a la brucelosis humana y animal bajo el enfoque de Una Salud.

La enfermedad es provocada por diferentes especies de bacterias del género Brucella. Las especies B. abortus, B. mellitensis y B. suis son las principales responsables por los casos en humanos. Bovinos, bufalinos, ovinos, caprinos y porcinos son los principales animales afectados por la enfermedad, lo que constituye una barrera al comercio de animales y sus productos. La reducción de las prevalencias de la brucelosis en el ganado, además de impactar positivamente y de forma directa a la producción pecuaria, también resulta en la disminución drástica de casos humanos.

El contagio a las personas se produce a través de la ingesta de productos lácteos no pasteurizados, en especial leche y quesos, contaminados por la bacteria o por contacto directo con animales infectados. 

La transmisión a los humanos puede ocurrir en diferentes momentos de la cadena productiva, y en algunas otras situaciones laborales, como la manipulación de productos biológicos, pudiendo afectar a trabajadores de los mataderos, productores rurales, veterinarios y sus ayudantes, así como a los técnicos de laboratorio. Por ello, es importante alertar y difundir información entre las categorías profesionales más expuestas a esta enfermedad. Las poblaciones de escasos recursos en las Américas están también entre las más afectadas por la brucelosis. 

Aunque la tasa de mortalidad en humanos es muy baja, la enfermedad puede provocar discapacidad grave en las personas afectadas, con un importante impacto en la salud pública. Considerando la unidad de medida de carga de enfermedades, “Años de vida ajustados por discapacidad” (AVAD o DALY, Disability Adjusted Life Years, por sus siglas en inglés), que mide el número de años de vida saludables perdidos debido a enfermedades, la brucelosis (0.108) alcanza un ranking similar a enfermedades consideradas graves, tales como la hepatitis A (0.108) o la echinococosis quística (0.123) (OMS 2015).

A pesar de su importancia e impacto en la salud pública, la brucelosis humana está catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “enfermedad desatendida” y, en gran parte de los países de la región, no es obligatoria su notificación por parte de las autoridades sanitarias. Frecuentemente poco conocida por los profesionales de la salud, es subdiagnosticada y, por ende, subnotificada. 

La brucelosis es una prioridad para la OPS en las Américas y a través de su centro de Salud Pública Veterinaria, PANAFTOSA, apoya a los países de la región en el desarrollo de estrategias para la prevención y el control de la enfermedad bajo el enfoque de Una Salud.

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