Exhorta a países a situar a la seguridad vial como impulsora del desarrollo sostenible
En la Semana de la Seguridad Vial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó el Plan Mundial para el Segundo Decenio de Acción, con el objetivo de reducir en un 50% para 2030 las muertes y traumatismos graves provocados por el tránsito. La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en su resolución 74/299 el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030, teniendo en cuenta que los siniestros de tránsito causan casi 1,3 millones de defunciones prevenibles y unos 50 millones de traumatismos por año. Son la principal causa de muerte de niños y jóvenes en el mundo.
El lunes 25 de octubre, la OPS/OMS en Uruguay participó del lanzamiento de la Semana de la Seguridad Vial, organizado por la Unidad Nacional de Seguridad Vial y del que también participaron autoridades nacionales. Según el informe presentado, durante 2021 hubo 1357 heridos graves y 221 fallecidos en el país, lo que implica un aumento con respecto al año 2020 -que tuvo una reducción en la movilidad producto de la pandemia por Covid-19-.
El Plan Mundial presentado por la OMS considera inaceptables las cifras a nivel mundial y pide a los gobiernos y a las partes interesadas que transiten un nuevo camino, con un enfoque integrado de sistemas de seguridad para situar directamente a la seguridad vial como impulsora del desarrollo sostenible. Si la tendencia actual se mantiene, se prevé que durante el próximo decenio los siniestros de tránsito causarán otras 13 millones de muertes y 500 millones de traumatismos, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos.
Por ese motivo, el principal objetivo del Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030 es reducir las defunciones y traumatismos que causa el tránsito un 50% en ese período. En esa línea, el Plan Mundial rechaza seguir funcionando como de costumbre para situar a la seguridad en el centro de los esfuerzos y lograr que la movilidad segura pase a ser automáticamente un derecho humano.
El Plan Mundial establece diversas medidas para alcanzar el objetivo y colaborar en la elaboración de planes de acción y formulación de metas nacionales y locales para el Decenio de Acción. Incluye medidas concretas, cómo ponerlas en práctica y a quiénes les corresponde; desde el gobierno pasando por el sector privado, la sociedad civil, entidades de financiación y organismos de las Naciones Unidas.
A su vez, plantea la necesidad de asegurar una perspectiva de género en la planificación del transporte. Si bien las mujeres tienen muchas menos probabilidades de fallecer que los hombres en una colisión, poseen un riesgo 47% más elevado de sufrir traumatismos graves en una colisión automovilística y un riesgo cinco veces mayor de lesiones por latigazo cervical.
El exceso de velocidad, el cansancio de los conductores, no utilizar cinturones de seguridad, cascos, o elementos de retención infantil y la conducción bajo los efectos de alcohol son los principales factores que contribuyen a las muertes y traumatismos en el tránsito. De hecho, en Uruguay en marzo de este año la OPS y la Fundación Gonzalo Rodríguez realizaron una investigación basada en publicaciones nacionales e internacionales sobre el impacto del alcohol en la siniestralidad que concluye que los Estados con normas más restrictivas sobre el consumo de alcohol presentan menores tasas de mortalidad.
La Fundación Gonzalo Rodriguez y la Organización Panamericana de la Salud sumarán sus esfuerzos para impulsar las acciones en Uruguay, estimulando el compromiso de diferentes organismos del Estado en los diferentes niveles de gobierno.