La Red Nacional de Anomalías Congénitas brindó el taller en el contexto de la epidemia regional de zika, asociada a malformaciones en niños recién nacidos. La actividad contó con el apoyo de la OPS/OMS y Unicef.
Buenos Aires, 28 de octubre de 2016 (OPS/OMS).- Profesionales de la salud participaron de una capacitación de la Red Nacional de Anomalías Congénitas de Argentina (RENAC), realizado con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y Unicef, en momentos en que la Región de las Américas afronta una epidemia de zika, asociada a malformaciones y complicaciones neurológicas en niños recién nacidos.
Durante el encuentro, realizado en la Academia Nacional de Medicina, se exploró la situación regional tras el alerta epidemiológico por la circulación del virus del zika, y su asociación con microcefalia y otras anomalías cerebrales detectadas en bebés, cuyas madres fueron infectadas con el virus durante el embarazo. También se analizaron casos clínicos de personas afectadas.
“Es importante intensificar la vigilancia de la microcefalia a partir del zika. Para eso, creamos una línea de base sobre la cantidad de casos de microcefalia en Argentina”, para poder realizar un seguimiento, explicó la coordinadora técnica de la RENAC, Rosa Liascovich. En este sentido, el consultor en Enfermedades Transmisibles de la OPS/OMS en Argentina, Giovanini Coelho, destacó la importancia de este trabajo para planificar acciones a futuro y la organización de los servicios de salud.
“Necesitamos que desde el diagnóstico, la prevención y el seguimiento se logre el acompañamiento integral a las familias en torno al zika”, sostuvo el especialista en Salud de Unicef Argentina, Fernando Zigman.
Desde que se detectó el zika en Brasil en mayo de 2015, 45 países y territorios en las Américas han reportado transmisión de la enfermedad. Varios países reportaron casos neurológicos graves asociados a la infección por este virus, transmitido principalmente por la picadura de un mosquito Aedes aegypti infectado.
A raíz del aumento de casos de microcefalia y de otras afectaciones neurológicas en los países afectados por el zika, la directora general de la OMS, Margaret Chan, declaró el 1 de febrero pasado que se trata de una emergencia de salud pública de importancia internacional, siguiendo las recomendaciones del Comité de Emergencia para el Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
En este contexto, los países comenzaron a intensificar la vigilancia ante la posible aparición de estos casos. En Argentina, en 2014, la mortalidad infantil por anomalías congénitas fue del 28,6 por ciento del total de los niños muertos antes del año de edad, de acuerdo con datos de la RENAC, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.
La RENAC se organizó como un sistema de base hospitalaria e incorporó a los principales hospitales públicos de todas las provincias del país y, recientemente, a las principales maternidades del sector privado. Tiene como objetivos principales monitorear la frecuencia de recién nacidos con malformaciones, investigar sobre sus causas y contribuir a la atención precoz de los recién nacidos afectados para mejorar su accesibilidad al tratamiento adecuado y oportuno.
El zika es un virus que trasmite el mosquito Aedes, el mismo que transmite dengue y chikungunya. Si se controlan los criaderos de estos mosquitos, disminuyen las posibilidades de que se transmitan estos tres virus. Para eso, es necesario una vez por semana vaciar y limpiar, dar vuelta, cubrir o tirar cualquier envase que pueda tener agua limpia y quieta, como llantas/gomas de auto, baldes, macetas, dentro y fuera de la casa.
Si bien el virus del zika es transmitido principalmente por mosquitos, también se registraron algunos casos en los que la transmisión ha sido sexual. En áreas de transmisión de zika se recomienda a las mujeres que usen condones durante el embarazo y se realicen los controles correspondientes, sobre la base de la mejor información disponible.