Washington, DC, 18 de julio de 2022 (OPS) - Del 12 al 14 de julio de 2022, representantes de los Ministerios de Salud de los Estados Miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de los Ministerios de Finanzas y Relaciones Exteriores pertinentes, junto con organizaciones de la sociedad civil de los países de América Latina y el Caribe, participaron en un evento híbrido de tres días, compuesto de dos partes.
El consumo de tabaco es responsable de más de un millón de muertes anuales en la Región de las Américas. El Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT) y sus directrices proporcionan una respuesta global para que los países apliquen políticas de control del tabaco como respuesta a la epidemia de tabaquismo. Además, las seis medidas costo-eficaces y de alto impacto que componen el paquete MPOWER, contenidas en el CMCT, tienen por objeto ayudar a los países con la aplicación de intervenciones eficaces para reducir la demanda de tabaco.
Mantener el control del tabaco en la agenda pública fue un reto importante para la comunidad de control del tabaco dado que la pandemia de COVID-19 se convirtió en una urgencia prioritaria, principalmente porque ocupó un lugar destacado en las agendas políticas y legislativas de los países de la Región. Sin embargo, este contexto también sirvió para poner de manifiesto la relevancia de las políticas de salud pública en la población y, entre otras cosas, mostró cómo las consecuencias de estas políticas trascienden el sector sanitario. Lamentablemente, esto no pasó desapercibido para la industria tabacalera y sus aliados, que se adaptaron a este contexto aprovechando las vulnerabilidades y los escenarios de crisis que enfrentaban los temas de salud pública, para amplificar sus estrategias y tácticas de interferencia.
En este evento de tres días se abordaron específicamente los logros y los retos del control del tabaco durante la pandemia de COVID-19, en particular, lo que respecta a los mecanismos nacionales de coordinación multisectorial, las medidas legales integrales de control del tabaco, la lucha contra la interferencia de la industria del tabaco, la cooperación técnica entre países y la adopción e implementación del empaquetado neutro. Además, el tercer día reunió a un grupo de funcionarios públicos de los Ministerios de Finanzas y de Salud de Sudamérica para discutir nueva evidencia sobre los impuestos al tabaco y el comercio ilícito de productos de tabaco, así como para compartir experiencias sobre los cambios de política implementados durante la pandemia.
Este evento fue organizado por la OPS en colaboración con Campaign for Tobacco-Free Kids (CTFK) y La Unión Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (La Unión), y gracias a la asistencia financiera de la Iniciativa Bloomberg para Reducir el Consumo de Tabaco.
Haga click en los títulos para desplegar a continuación el resumen de las discusiones correspondiente a cada uno de los días
12-13 Julio: Control del tabaco durante la pandemia de COVID-19 en las Américas: Lecciones aprendidas y oportunidades
Día 1: Avances y logros en la implementación de políticas de control del tabaco.
Otros países, como Colombia (mecanismo nacional de coordinación multisectorial), México (prohibición de la comercialización de productos nuevos y emergentes de nicotina y tabaco), Perú (actualización periódica de los impuestos al consumo), Santa Lucía (ambientes 100% libres de humo de tabaco), Paraguay y Venezuela (ratificación del Protocolo para Eliminar el Comercio Ilícito de Productos de Tabaco), pudieron avanzar significativamente en la aplicación del paquete MPOWER y otras medidas establecidas en el CMCT. Países como Jamaica (proyecto de ley integral de control del tabaco) y Costa Rica (empaquetado neutro) también avanzaron con discusiones parlamentarias de iniciativas de control del tabaco. También es importante destacar el liderazgo de Brasil y la estabilidad de los logros obtenidos a pesar de las nuevas prioridades sanitarias en este complejo contexto, como, por ejemplo, la reciente decisión de mantener la prohibición de la comercialización de productos nuevos y emergentes de nicotina y tabaco.
Si bien los avances han sido significativos y deben ser destacados, no debemos perder de vista que han pasado 17 años desde la entrada en vigor del CMCT y 14 años desde el lanzamiento del paquete MPOWER.
Esta sesión fue decisiva para abrir el debate sobre el estado de aplicación del paquete MPOWER en las Américas, así como las lecciones aprendidas durante la pandemia, a través de presentaciones por parte de representantes de la OPS/OMS, la Secretaría del CMCT, CTFK y La Unión, así como de los delegados de las autoridades nacionales que compartieron sus experiencias a nivel nacional.
Si bien el sector de salud tuvo la oportunidad de reforzar la legislación sobre el control del tabaco para proteger la vida de la población ya vulnerable durante la pandemia de COVID-19, la industria tabacalera también supo, por su parte, explotar las vulnerabilidades de este contexto. La industria amplió sus tácticas de responsabilidad social corporativa y redobló esfuerzos para aumentar la venta de sus productos, incluyendo los productos nuevos y emergentes de nicotina y tabaco, como los productos de tabaco calentado y cigarrillos electrónicos. Un panel internacional de representantes de la sociedad civil compartió sus experiencias, conclusiones y estrategias en la Región para hacer frente a la interferencia de la industria tabacalera en un contexto post pandémico.
Además de debatir sobre cómo hacer frente a la interferencia de la industria del tabaco y con el fin de reflexionar sobre los retos que se avecinan en la post pandemia, otro panel internacional de delegados de los Ministerios de Salud presentó sobre una de las medidas menos aplicadas en la Región: el empaquetado neutro. Los delegados presentaron los dos únicos casos de países de la Región que ya lo han implementado (Canadá y Uruguay) y el de un país que está en vías de adoptarlo (Panamá).
El empaquetado neutro es una medida significativa que contribuye a la reducción de la demanda de productos de tabaco, relacionada con los artículos 11 (empaquetado y etiquetado de los productos del tabaco) y 13 (publicidad, promoción y patrocinio del tabaco) del CMCT, ya que reduce el atractivo de los productos de tabaco, restringe el uso de la cajetilla como forma de publicidad y promoción, limita el empaquetado engañoso y aumenta la eficacia de las advertencias sanitarias.
14 de julio: Tercera reunión del Grupo Intersectorial Sudamericano de Discusión sobre la implementación de impuestos al tabaco y la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco
El comercio ilícito de productos de tabaco impone una grave amenaza para la salud pública porque aumenta el acceso a productos de tabaco -a menudo más baratos, alimentando así la epidemia de tabaquismo y socavando las políticas de control del tabaco. También provoca pérdidas sustanciales en los ingresos públicos.
Un supuesto aumento del comercio ilícito de productos de tabaco, que no está basado en evidencia, suele ser utilizado como argumento por la industria tabacalera para disuadir a los tomadores de decisión de reforzar las medidas de control del tabaco, incluido el aumento de impuestos a productos de tabaco. Se trata de un grave obstáculo, sobre todo si se tiene en cuenta que el aumento de los impuestos al tabaco para reducir la asequibilidad de los productos de tabaco es la medida más costo-eficaz para reducir el consumo, y sigue siendo infrautilizada en la Región, siendo la medida menos aplicada del paquete MPOWER.
Esta reunión se centró en la reactivación de la agenda de trabajo previa a la pandemia, en el marco de la primera reunión presencial, desde el inicio de la pandemia, del Grupo Intersectorial Sudamericano de Discusión sobre la Implementación del Artículo 6 (impuestos) y el Artículo 15 (comercio ilícito) del CMCT, que se estableció por solicitud de los Estados Miembros de esa subregión a la OPS en 2015. Las reuniones facilitaron un espacio de interacción para que los funcionarios públicos sudamericanos y los representantes de la sociedad civil y la academia compartieran logros y desafíos. También para dar lugar a una lluvia de ideas que permitiese diseñar agendas conjuntas con estrategias apropiadas para un contexto post pandémico. Además, fue una importante oportunidad para identificar necesidades comunes de los Estados Miembros sudamericanos que pudieran ser abordadas por la OPS.
