15 de enero de 2024. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado oficialmente su Llamado a Donantes para Emergencias en Salud en un evento de alto nivel retransmitido en directo el lunes 15 de enero de 2024. Los fondos requeridos en este Llamado, que cubrirán a más de 166 millones de personas que necesitarán asistencia sanitaria en 2024, tiene por objeto responder a las 41 crisis de salud en curso, prestar servicios de atención en salud críticos y proteger a las comunidades vulnerables frente a amenazas cada vez más graves en todo el mundo.
A medida que los conflictos, el cambio climático y la inestabilidad económica siguen alimentando los desplazamientos, el hambre y la desigualdad, estas crisis mundiales se profundizan y aumentan la complejidad de las emergencias de salud en todo el mundo.
La Región de las Américas no está exenta de esta escalada de crisis y de las crecientes amenazas interrelacionadas. La Región, que sigue siendo la segunda más propensa a los desastres en todo el mundo después de Asia, continúa enfrentando desafíos sanitarios y humanitarios complejos y multifacéticos en un contexto de aguda inequidad dentro de los países y entre ellos.
En 2023, los países de América Latina y el Caribe lidiaron con los graves impactos de El Niño, que ha intensificado las vulnerabilidades existentes de las comunidades en riesgo. El fenómeno ha provocado diversos efectos en las precipitaciones y la temperatura, dando lugar a sequías, incendios forestales e inundaciones y causando trastornos en la vida y los medios de subsistencia de millones de personas. Las repercusiones de El Niño en la propagación de los arbovirus son evidentes en el fuerte aumento de los casos de dengue en 2023, con más de 4 millones de nuevas infecciones registradas en las Américas, superando ampliamente el récord anterior de 2019.
El aumento de los brotes epidémicos en toda la región se produce en medio de crisis humanitarias complejas y prolongadas, como la migración masiva en América Central y del Sur y la propagación de la violencia armada. Estas situaciones ejercen una presión adicional sobre los ya desbordados sistemas nacionales de salud, que aún se están recuperando de la pandemia de COVID-19 y luchan por mantener los servicios de atención esenciales y preventivos, incluida la vacunación.
En este panorama regional, Haití plantea la crisis más grave de la Región de las Américas. Mientras el país sigue luchando contra una epidemia de cólera desde su reaparición en octubre de 2022, la situación humanitaria en el país se deterioró rápidamente en 2023 con el empeoramiento de la inseguridad y la violencia de las bandas y el aumento alarmante de niveles sin precedentes de secuestros, asesinatos y violencia sexual. Esto llevó al Comité de Ayuda de Emergencia (ERC, por sus siglas en inglés) a activar una ampliación del Comité Permanente entre Organismos (IASC, por sus siglas en inglés) a nivel de todo el sistema para reforzar la presencia y la respuesta humanitaria en Haití, reclasificando automáticamente la crisis como una emergencia de grado 3 de la OMS, el más alto de la escala. El recrudecimiento de la violencia en el país ha impedido el acceso a la atención sanitaria, afectando de forma desproporcionada a las comunidades vulnerables, y ha obstaculizado profundamente la capacidad de las instituciones de salud y socios para proporcionar una respuesta de emergencia integral.
Durante el lanzamiento en línea del Llamado a Donates para Emergencia, el Dr. Oscar Barreneche, Representante de la OPS/OMS en Haití, dijo: "El rayo de esperanza llega con la adopción de la resolución 2699 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que autorizó una Misión multinacional especializada para apoyar a la Policía Nacional de Haití en el restablecimiento de la estabilidad en el país. Se espera que la Misión comience durante el primer trimestre de 2024. La OPS/OMS está apoyando al Ministerio de Salud de Haití con los preparativos para la misión y está facilitando la coordinación con los socios dentro del grupo de salud para la provisión de la respuesta humanitaria general".
En respuesta a estos retos, la OMS busca US$ 1.500 millones en financiación de la comunidad de donantes para proporcionar atención en salud que salve vidas a millones de personas en situaciones de emergencia y garantizar que no quede sin cubrir ninguna necesidad crítica.
En las Américas, se necesita un total de US$133,9 millones para apoyar y ampliar la respuesta a las emergencias y crisis de salud en curso y reforzar la prestación de atención esencial a la población necesitada.
El Llamado a Donantes para Emergencias de la OMS incluye seis prioridades clave para las Américas para 2024:
1. Mejorar el acceso equitativo a los servicios de salud: ampliar la prestación de atención a las poblaciones afectadas por emergencias, al tiempo que se abordan los determinantes sociales de la salud para reducir las disparidades y atender a diversos grupos.
2. Reforzar la respuesta a los brotes de enfermedades infecciosas: Creación de capacidades para la detección precoz y la respuesta a las enfermedades existentes y emergentes.
3. Preparación operativa ante catástrofes naturales: aumentar la preparación ante huracanes, terremotos e inundaciones.
4. Mejora de la coordinación logística de emergencia y de la gestión de la cadena de suministro.
5. Mantenimiento de los programas de vacunación: continuación de los esfuerzos de divulgación y refuerzo de los programas de prevención de enfermedades prevenibles mediante vacunación.
6. Capacitación de la comunidad en entornos frágiles: equipar a las comunidades remotas para que autogestionen los riesgos de salud y mejoren la prevención y el acceso a los servicios sanitarios.
Enlace al Llamado a Donantes: Documento completo (en inglés)
