22 Noviembre 2024
Perros y gatos se han convertido en compañeros inseparables de muchas familias, lo que conlleva múltiples responsabilidades en su atención y cuidado, así como una relación y comunicación estrecha entre los propietarios y los veterinarios. Esto, no solo para garantizar su salud y bienestar, sino para hacer un manejo adecuado de medicinas como los antibióticos y contrarrestar problemáticas como la resistencia antimicrobiana (RAM).
Para contribuir en ese objetivo, investigadores del Centro de Investigaciones Básicas y Aplicadas en Veterinaria (Grupo CIBAV), de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia, han elaborado una Guía de buen manejo de antimicrobianos en animales de compañía para veterinarios en Colombia, que sigue los estándares internacionales observados en países donde la vigilancia del uso de estos es más rigurosa, algo así como los Programas de Optimización de Antimicrobianos (PROA) que se tienen en salud humana.
La iniciativa, que presentaron durante el evento científico académico de la Semana Mundial de Concientización sobre la RAM 2023, en Bogotá, comenzó a gestarse hace más de 8 años, al encontrar que, análisis de muestras de laboratorio de perros y gatos, en la ciudad de Medellín reflejaban resistencia a muchos antibióticos, desde baja a extremadamente alta. Estos datos fueron publicados en la revista internacional Veterinary Science.
“Hemos seguido comparando muestras y encontramos que la sensibilidad antimicrobiana se va incrementando para muchas familias de bacterias, lo que nos indica que la resistencia en mascotas, que conviven con los humanos, es cada vez más preocupante. El alto grado de multirresistencia ya hace que antimicrobianos de uso corriente en la práctica clínica veterinaria puedan no ser eficaces y, por eso, decidimos actuar”, señala Jenny Chaparro, médica veterinaria, doctora en Ciencias Químicas, coordinadora del Grupo CIBAV de la Universidad de Antioquia.
Uno de los estudios del Grupo de Investigación Centauro les permitió analizar más de 300 muestras de orina de caninos, en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, recolectadas entre 2016 y 2019, confirmando la resistencia de las bacterias Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, microorganismos que comúnmente causan infecciones en el tracto urinario de animales y humanos.
Otro estudio se realizó con 100 médicos veterinarios de pequeños animales, en la ciudad de Medellín. Se les aplicó una encuesta y se pudo constatar que a menudo usan antimicrobianos para condiciones clínicas en las que no están indicados; una práctica que, sin duda, explicaría el alto grado de resistencia presente. Los resultados también fueron publicados en Veterinary Science.
Por ejemplo, para infecciones de piel o ‘piodermas’, la terapia con antisépticos tópicos suele ser más rápida y eficaz que el uso de antibióticos sistémicos, explica David Villar, profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UdeA. De igual manera, la mayoría de las diarreas agudas o crónicas no tienen su origen en infecciones bacterianas, por lo que tampoco está recomendado el uso de antibióticos.
Así, teniendo en cuenta también que los propietarios o tenedores de mascotas no tienen el conocimiento para diagnosticar una enfermedad que esté afectando a sus mascotas y lo correcto es que visiten al especialista, la idea es brindar todo el apoyo y la orientación posible a los veterinarios para que puedan hacer el mejor diagnóstico y tratamiento. Esto facilita hacer un uso adecuado de los antimicrobianos, y para ello nace esta guía.
“El objetivo es proporcionar ejemplos claros, parámetros generales para el uso de antibióticos y guiar al clínico en su diagnóstico; de esta manera, implementar desde la academia, capacitaciones que permitan reducir el uso innecesario de estos medicamentos y frenar la RAM en nuestras mascotas”, explican los doctores Chaparro y Villar, quienes destacan que “se ha demostrado que en países donde se implementan guías, se reduce el uso indiscriminado de antibióticos”.
En este proceso se han seguido las recomendaciones de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, se han diseñado herramientas pedagógicas para crear alertas, como la técnica del semáforo, en un trabajo interdisciplinario que lleva años, e incluso se logró una revisión por pares internacionales.