La fuerza de trabajo en las Américas representa cerca del 50% (460 millones) de la población total de la región, siendo su principal fuente de producción y desarrollo. América Latina y el Caribe contribuyen con 60% de la fuerza de trabajo y está presente en todos los sectores económicos. Sin embargo, para asegurar su máximo rendimiento y productividad se necesitan: condiciones de trabajo seguras, saludables y satisfactorias; y, condiciones de empleo equitativas y justas. Solo así se logrará el trabajo decente, que contribuya al desarrollo y la productividad individual, sectorial y regional. Por el contrario, las condiciones de trabajo inseguras, insatisfactorias o peligrosas, pueden causar accidentes, enfermedades y muertes en el trabajo. De esta manera el trabajo y el empleo se reconocen como determinantes sociales claves de la salud.
El equipo de Salud de los Trabajadores se ha comprometido a promover la equidad para la salud de los trabajadores de la Región prestando asistencia técnica con varios enfoques preventivos para: (1) Fortalecer los marcos regulatorios y el liderazgo del sector salud en los Estados Miembro; (2) promover la salud de los trabajadores y el desarrollo de lugares de trabajo seguros, productivos y saludables; (3) prevenir y registrar las enfermedades, los accidentes y las muertes en el trabajo; (4) lograr el acceso a la salud universal; y (5) atender a los sectores económicos críticos por su impacto en la salud de estas poblaciones. Estamos realizando una amplia interacción con los actores sociales interesados en el tema para poner en marcha el Plan de Acción sobre la Salud de los Trabajadores 2015-2025, con el enfoque de Salud en todas las Políticas. De esta manera podremos responder a las prioridades nacionales, regionales y mundiales que han definido OPS/OMS para la salud de los trabajadores, así como contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el ODS 1, ODS 3 y ODS 8.