La Región de América Latina y el Caribe está expuesta todos los años a múltiples emergencias en salud y desastres (naturales, provocados por el hombre, biológicos, químicos, radiológicos y otros) de escala y frecuencia cada vez mayores. Esto tienen un fuerte impacto en la salud de las poblaciones y constituye un importante reto para los países de la región, que deben proteger la salud de sus pueblos.
Cuando las capacidades nacionales se ven desbordadas, la OPS ayuda a los países a dirigir y coordinar la respuesta sanitaria internacional para contener las catástrofes, incluidos los brotes, y proporcionar un socorro y una recuperación eficaces a las poblaciones afectadas.
La respuesta de la OPS a emergencias y desastres se basa en el Sistema de Manejo de Incidentes (IMST, por sus siglas en inglés). Este sistema describe la forma particular en que una organización y sus diversos componentes deben operar durante una situación de emergencia y cómo deben adaptarse los procedimientos de emergencia de una organización con el fin de mitigar el impacto del incidente para salvar vidas.
Además, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) coordina la respuesta global y la información de la Organización, conectando todos los puntos de operaciones para garantizar que la respuesta a una emergencia o catástrofe sea oportuna y eficaz. El COE es el centro de operaciones de toda la Organización, independientemente de la ubicación o la naturaleza de la emergencia o catástrofe. En todo momento, el COE atiende las tareas que tiene asignadas de forma permanente, responsabilidad que sigue manteniendo, en la medida de lo posible, durante las crisis.