Puerto Rico, 29 de febrero de 2016 (OPS/OMS).- En el cementerio de Humacao, en la costa este de Puerto Rico, una mujer acomoda las flores artificiales que decoran la tumba sobre la que está sentada, hablando consigo misma o quizás con esa persona que ya no está. Las flores artificiales, coloridas aunque de una belleza muy inferior a las naturales, son las únicas que permiten las autoridades para evitar criaderos del mosquito Aedes, el que puede transmitir zika, dengue y chikungunya.
Desde que el 5 de febrero Puerto Rico declaró la emergencia de salud pública para combatir el zika, las autoridades comenzaron a intensificar sus acciones para eliminar los criaderos de mosquitos, lo que se reproducen en cualquier recipiente que puede acumular agua, entre ellos, los floreros o envases en desuso que existen en los 78 cementerios municipales y 32 privados que hay en la isla.
Exigir que todas las flores sean artificiales, sin embargo, es sólo una solución parcial. A diferencia de las flores de verdad, las artificiales no necesitan ser regadas. Pero los floreros y macetas que se utilizan deben estar llenos de tierra o piedras para evitar que acumulen agua.
"Estamos dándole énfasis a los cementerios porque la gente pone flores artificiales en envases sin tierra y sin piedras que pueden recaudar agua de lluvia y convertirse en uno de los principales focos de propagación de mosquitos", explicó José Luis Dalmau, presidente de la Comisión de Salud del Senado de Puerto Rico, donde los floreros y las lluvias son moneda corriente.
En la isla, los cementerios, como el municipal de Humacao, están dentro de los pueblos y los mosquitos que nacen allí pueden volar los pocos metros que los separan de las viviendas. "Acá la mayoría de las personas llevan más de cien años enterradas y muchos ya no tienen familia, así que tenemos que encargamos de los tiestos y de mantener y proteger de la lluvia las tumbas que están rotas", contó José Baéz, director de la Oficina de Manejo de Emergencias de Humacao.
Las autoridades también están fumigando los cementerios y tratando con larvicidas los recipientes que acumulan agua para matar las larvas del mosquito antes de que nazcan.
Estas acciones para combatir el zika son impulsadas por el gobierno de Puerto Rico, el Departamento de Salud, el Senado, los alcaldes, la comunidad y el sector privado, quienes conformaron una alianza contra el vector. "Tenemos que asegurarnos que de forma sistemática eliminemos los criaderos de mosquitos", afirmó el epidemiólogo Johnny Rullán, de la Alianza Nacional contra el Zika. Rullán, exsecretario de Salud de Puerto Rico, espera que para el 1 de abril los municipios hayan controlado los criaderos para proteger a las embarazadas de un virus sospechado de generar microcefalia en recién nacidos.
"Las embarazadas en Puerto Rico son cien nuevas por día", calculó Rullán, por lo que destacó la importancia de controlar los criaderos de Aedes aegypti en sus casas, trabajo y escuela, además de promover el uso de repelente y mosquiteros, para que en octubre la isla pueda "declarar que ninguna embarazada le transmitió el zika a su bebé".
El mosquito Aedes se cría principalmente en las casas y en sus alrededores. Eliminar, tapar, tratar o voltear los potenciales criaderos es clave para controlar al zancudo y reducir el riesgo de infección del zika, dengue y chikungunya. Hasta el 18 de febrero, Puerto Rico reportó 63 casos confirmados de zika, tres en embarazadas y uno aparentemente relacionado con el síndrome de Guillain-Barré, según datos oficiales.
Los neumáticos, cuando acumulan agua, son otro de los principales criaderos de mosquitos. Josué Figueroa es gerente de El Gomaso, un taller mecánico de Humacao donde, dice, cambian 800 neumáticos al mes. Figueroa cuenta que hace unas pocas semanas, las autoridades municipales se llevaron a un depósito cercano unas mil cubiertas que se encontraban a la intemperie en el predio de su negocio, el cual tiene espacio para almacenar hasta 1.600. "Que saquen las gomas de aquí nos beneficia a todos", reconoce.
"Las autoridades estamos haciendo nuestra parte en cementerios municipales, con los neumáticos y en terrenos abandonados, pero necesitamos que la comunidad haga su parte en sus casas y patios porque hacerle frente al zika es responsabilidad de todos", afirmó Dalmau.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional para las Américas de la OMS, está prestando cooperación técnica en control de vectores a las autoridades de salud de Puerto Rico. Desde antes de que la OMS declarase el 1 de febrero la emergencia de salud pública de importancia internacional ante la sospecha de vínculos entre casos de microcefalia y otras malformaciones congénitas y el zika, la OPS viene trabajando con los países de la región para hacer frente a este virus, así como al dengue y al chikungunya.