Washington, DC, 26 de septiembre de 2023 (OPS)— Ministros y altas autoridades de salud de las Américas se comprometieron hoy a impulsar una serie de intervenciones dirigidas a niños, niñas, adolescentes y jóvenes para prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles (ENT), las principales causas de mala salud, discapacidad y muerte en la región.
La Política para la prevención y el control de las ENT en la población infantil, adolescente y joven, aprobada hoy por el 60.º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), busca hacer frente a las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas, que representan el 81% del total de muertes que se producen cada año en las Américas.
“Si bien las personas hasta 24 años presentan ENT, especialmente diabetes de tipo 1, asma y ciertos tipos de cáncer, los esfuerzos para abordarlas se han centrado en los adultos”, señaló el doctor Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS. “Es crucial promover intervenciones en esta etapa de la vida porque es cuando comienzan los riesgos, como el consumo de tabaco y alcohol, la alimentación poco saludable y la inactividad física”, agregó.
En las Américas, poco más del 14% de la población infantil y adolescente presentó obesidad en 2016 (último dato disponible), mientras que el 80,7% de los adolescentes no realizan actividad física suficiente. En 2019, el 11,3% de las personas de 13 a 15 años de la región, o 5,2 millones, consumían tabaco, mientras que el 18,5% de los adolescentes tuvo un consumo episódico excesivo de alcohol en 2016.
Por otro lado, se estima que 314.000 personas menores de 20 años tienen diabetes tipo 1, un 30% más que en 1990, y que cada año se diagnostican con algún tipo de cáncer a 45.000 niños y adolescentes de menos de 20 años, cuyas tasas de supervivencia varían ampliamente según el acceso oportuno al diagnóstico y a un tratamiento de calidad en cada país.
La nueva política señala que la prevención de las ENT requiere políticas públicas multisectoriales, así como intervenciones como la lactancia natural exclusiva en los primeros seis meses de vida -algo que actualmente solo recibe 1 de cada 3 bebés en la región-, seguida por una nutrición óptima en la niñez y la adolescencia.
Otras de las intervenciones costoeficaces y basadas en la evidencia que recomienda la nueva política para abordar las ENT en la población infantil, adolescente y joven son:
- Aplicar la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) para prevenir el cáncer cervicouterino en la edad adulta,
- ofrecer el tamizaje de la anemia, la evaluación del asma o la detección de la diabetes en los programas de salud maternoinfantil,
- proporcionar información y apoyo sobre la prevención y el abandono del tabaco, el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, la actividad física y la nutrición,
- ofrecer educación para la salud a través de las escuelas, los campamentos y las actividades comunitarias,
- establecer entornos escolares libres de humo y que ofrezcan alimentos con pocas grasas, azúcares y sal, así como fomenten la actividad física,
- aplicar políticas regulatorias a nivel municipal que creen un entorno alimentario saludable, zonas verdes y medios de transporte que faciliten caminar y andar en bicicleta,
- establecer servicios de salud apropiados a fin de garantizar el diagnóstico, tratamiento y seguimiento oportunos de las ENT para esta población.
La OPS brindará cooperación técnica a los países de la región para fortalecer sus capacidades y contribuir así a la aplicación de la política y al logro de sus líneas de acción estratégicas. También brindará apoyo para la implementación de las “mejores inversiones” (o intervenciones costoeficaces) recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir y el controlar las enfermedades no transmisibles, entre otras acciones.