Washington, DC, 24 de septiembre de 2018 (OPS/OMS) –Autoridades de salud de la región de las Américas acordaron hoy implementar, en los próximos cinco años, una serie de acciones para un control más efectivo de los vectores que transmiten enfermedades como la malaria, el dengue, el zika y la enfermedad de Chagas. El objetivo de este plan es prevenir la ocurrencia y reducir la propagación de este tipo de enfermedades transmisibles.
Las poblaciones más afectadas por las enfermedades transmitidas por vectores son las que viven en condiciones de vulnerabilidad y alejadas de los servicios de salud. Estas son las poblaciones que con más frecuencia sufren las consecuencias y daños en su salud por la carencia de medidas sanitarias y de control de vectores.
Carissa F. Etienne, Directora de la OPS
El plan de acción sobre entomología y control de vectores, presentado ante el 56º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que se reúne esta semana en Washington, DC., se centra en la prevención, vigilancia y control integrado de los vectores que transmiten arbovirus, malaria y algunas enfermedades infecciosas desatendidas, a través de intervenciones eficaces, sostenibles, de bajo costo y fundamentadas en la evidencia.
“Las poblaciones más afectadas por las enfermedades transmitidas por vectores son las que viven en condiciones de vulnerabilidad y alejadas de los servicios de salud. Estas son las poblaciones que con más frecuencia sufren las consecuencias y daños en su salud por la carencia de medidas sanitarias y de control de vectores”, dijo Carissa F. Etienne, Directora de la OPS. “Esta son las poblaciones donde la OPS concentra sus esfuerzos y donde es necesario que los gobiernos y las comunidades asuman un papel activo en la prevención y control de vectores, para lograr entre todos reducir la carga de estas enfermedades infecciosas”.
Las enfermedades infecciosas tienen un impacto importante sobre la salud pública en la región de las Américas y en el resto del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que las enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, la fiebre amarilla, la malaria, la esquistosomiasis, la leishmaniasis, la enfermedad de Chagas y la peste, representan más de 17% de las enfermedades infecciosas en todo el mundo y causan cada año más de 700.000 muertes.
Desde 2010, algunos brotes importantes de los virus del dengue, chikungunya, fiebre amarilla y zika, así como otros brotes locales de malaria, leishmaniasis, enfermedad de Chagas, leptospirosis y peste, han cobrado vidas y han puesto fuerte presión sobre los sistemas de salud de la región.
El plan sobre entomología y control de vectores plantea cinco líneas de acción para los países, que pasan por:
- Fortalecer el trabajo multisectorial a nivel de varios programas y sectores para que colaboren en la prevención y el control de los vectores.
- Involucrar y movilizar a los gobiernos y las comunidades locales, incluidos los servicios de salud.
- Mejorar la vigilancia de los vectores y la evaluación de las medidas de control, incluido el monitoreo y el manejo de la resistencia a los insecticidas.
- Evaluar e integrar los enfoques comprobados o novedosos para controlar a los vectores y ampliarlos a mayor escala cuando sea posible.
- Capacitar de manera continua en entomología y control de vectores no sólo a los expertos, sino también a los trabajadores de la salud pública.
La exposición de las personas a los vectores y a las enfermedades que éstos transmiten se produce a nivel local; y a menudo está relacionada con el grupo etario, el sexo, la etnicidad y la profesión u ocupación y la desigualdad, entre otros factores. En ese sentido, el plan de acción destaca la necesidad de que las autoridades nacionales de salud y control de vectores, planifiquen y se asocien con las organizaciones comunitarias locales para trabajar de manera más efectiva con las poblaciones afectadas.
En materia de herramientas de control de vectores, el plan señala que aquellas que son novedosas como los mosquitos infectados con bacterias, modificados genéticamente o nuevos insecticidas, deben ser evaluados de manera cuidadosa en estudios pilotos, antes de integrarlos al arsenal de medidas disponibles para el manejo de vectores.
Las enfermedades transmitidas por vectores son enfermedades infecciosas propagadas por organismos intermediarios, como pueden ser mosquitos, garrapatas o roedores, que a su vez lo transmiten a los humanos. Son la causa de una alta carga de enfermedad y mortalidad en la región de las Américas, en especial en países o zonas donde se han documentado factores de riesgo sociales, económicos y ecológicos, y la población vive en condiciones de vulnerabilidad. Contribuyen a producir ausentismo escolar, aumento de la pobreza, costos de salud elevados y sistemas de salud sobrecargados, a la vez que reducen la productividad económica general.
Datos sobre las enfermedades transmitidas por vectores en las Américas:
- En la actualidad, se estima que 145 millones de personas en 21 países de las Américas viven en zonas de riesgo de malaria. Sólo en 2017 se notificaron unos 680 mil en la región. Al menos ocho países en la región están trabajando para eliminar la enfermedad.
- El dengue ha tenido ciclos recurrentes de epidemia cada 3 a 5 años en la región de las Américas. Desde 2000, los casos han aumentado, y sólo en 2017 se reportaron más de 483 mil casos y 253 muertes.
- En 2017, hubo más de 180 mil casos de chikungunya, un virus transmitido por mosquitos que llegó a la región a fines de 2013.
- El número acumulado de casos presuntos o confirmados de zika en el período comprendido entre 2015 y el 4 de enero de 2018 fue de 583.451 y 223.477 respectivamente, con 20 muertes confirmadas y 3.720 casos confirmados de síndrome congénito por el virus del Zika.
- Cerca de 6 millones de personas de la región de las Américas, en particular las familias que habitan en viviendas en malas condiciones y sin protección, y algunas comunidades indígenas, se ven afectadas todavía de manera crónica por la enfermedad de Chagas.
- La leishmaniasis está en aumento, con alrededor de 60.000 casos cutáneos y mucocutáneos, y 4.000 casos viscerales de la enfermedad notificados cada año.
- En la actualidad, la oncocercosis se transmite tan solo en la zona de los yanomami a lo largo de la frontera entre Brasil y Venezuela
- La filariasis linfática casi se ha eliminado en Brasil y se limita a unos pocos focos en Guyana, Haití y República Dominicana.
- La transmisión activa de la esquistosomiasis se limita a unos pocos focos en Brasil, Surinam y Venezuela