Buenos Aires, septiembre de 2019 (OPS/OMS).- Funcionarios y referentes de los ministerios de Salud de las provincias de Argentina participaron del Taller Nacional para el fortalecimiento de los Equipos de Respuesta Rápida a brotes de sarampión y de poliomielitis, en momentos en que países de la región afrontan brotes de sarampión y que la circulación viral de la polio aún se mantiene en otras regiones del mundo.
El encuentro fue organizado por la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación y la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud, con el objetivo de potenciar las capacidades de los equipos de salud provinciales para responder de manera rápida, eficiente y oportuna ante casos importados de sarampión y rubéola, optimizar la detección, notificación e investigación ante un posible evento de poliovirus y fortalecer la vigilancia de este tipo de enfermedades a nivel provincial.
En la apertura participaron Mirta Roses, presidenta de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn); Angela Gentile, presidenta de la Comisión Nacional para la Eliminación del Sarampión, Rubéola y el Síndrome de Rubéola Congénita; Pablo Bonvehí, miembro del Grupo Técnico Asesor (TAG) en vacunas de la OPS y presidente del Comité Nacional de Certificación de Erradicación de Poliomielitis y Contención de Poliovirus en los Laboratorios; Cristian Biscayart, director de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación, Patricia Angeleri, directora nacional de Epidemiología; Claudia Perandones, directora nacional de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud "Dr. Carlos G. Malbrán", además de representantes de OPS/OMS de la oficina regional y de país.
Durante el encuentro, los asistentes analizaron la situación de ambas enfermedades y participaron de distintos ejercicios de simulación para estudiar las principales acciones de respuesta ante un evento o brote, entre ellas la investigación epidemiológica, la actuación de los laboratorios, las medidas ante la diseminación del virus, el rol de la comunicación y las acciones previstas durante el cierre de brotes.
Tanto el sarampión como la polio son prevenibles por vacunación. De acuerdo con el Calendario Nacional, la primera dosis de la vacuna contra la polio se da a los 2 meses de vida, mientras que la primera dosis contra el sarampión (triple viral) se da a los 12 meses.
Dada la situación epidemiológica mundial y el masivo tránsito de viajeros desde y hacia países con circulación viral, existe alto riesgo de importación de casos y desarrollo de brotes si una persona enferma o que esté incubando la enfermedad ingresa al país. Para evitarlo, es fundamental que toda la población esté correctamente vacunada. En Argentina la enfermedad se encuentra eliminada desde el 2000, pero para mantener esa situación son necesarias coberturas de vacunación altas.
En el caso de la polio, en 2018 a nivel global hubo 33 casos notificados y los casos se han reducido en más de un 99%, pero mientras haya un solo niño infectado, los niños de todos los países corren el riesgo de contraer la poliomielitis. Por eso, es clave sostener altas las coberturas de vacunación.