Se trata de un proyecto preparatorio para facilitar la implementación de un instrumento legalmente vinculante sobre mercurio en Argentina, destinado a proteger la salud y el ambiente.
Buenos Aires, 21 de octubre de 2014 (OPS/OMS).- Funcionarios, expertos y representantes de la sociedad civil participan esta semana de la Primera reunión nacional de consulta sobre el Proyecto del Fondo para el Medio Ambiente (FMAM) para reducir el uso de mercurio en el país, de acuerdo con el Convenio de Minamata firmado el año pasado, en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Este proyecto apunta a desarrollar elementos de difusión, diálogo, técnicos y de análisis regulatorio para facilitar la implementación de un tratado legalmente vinculante para proteger la salud y el ambiente de la exposición a mercurio. En Argentina, varios hospitales comenzaron a reemplazar los termómetros con este componente y se prohibieron tensiómetros de este tipo. El país, además, puso en marcha un proyecto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para profundizar esta estrategia.
Del encuentro participaron el representante del Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Pier Paolo Balladelli; Beatriz Domingorena, de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (SADS); Adriana Rosso, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); Leila Devia, del Centro Regional Basilea para América del Sur; y Lilian Corra, de la Agencia Ejecutora del Proyecto FMAM Mercurio en Argentina. Tambien estuvieron delegados de la Secretaría de Industria y de la Cancillería.
Los disertantes presentaron los ejes del proyecto y debatieron sobre el proceso de negociación del Convenio de Minamata sobre el mercurio, las estrategias para la aplicación e implementación eficaz del convenio en Argentina, el desecho de mercurio en los residuos urbanos y el tratamiento de la comunicación en esta iniciativa, entre otras temáticas.
El mercurio es un contaminante muy tóxico que penetra la cadena trófica y expone a los seres vivos desde el momento de la concepción. Es tóxico aún a niveles ínfimos y es un importante neurotóxico (daña el desarrollo del cerebro, las funciones intelectuales y la inteligencia), además de producir otras secuelas muy importantes a corto y largo plazo.
En 2009, los gobiernos a través del Consejo de Gobierno del PNUMA acordaron desarrollar un instrumento global legamente vinculante sobre mercurio y las negociaciones culminaron en enero del 2013, cuando los gobiernos acordaron un texto para el acuerdo de Minamata sobre mercurio.
En Argentina, varios centros de salud van camino a reducir el uso de mercurio, luego de que el Ministerio de Salud de la Nación suscribiera una resolución que recomienda la eliminación del uso de estos instrumentos. La cartera, además, estableció en diciembre de 2012 un control de calidad para los termómetros sin mercurio.