PrEP, PEP y poblaciones clave

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Profilaxis Previa a la Exposición (PrEP)

La profilaxis previa a la exposición (PrEP) es una intervención con medicamentos para prevenir el VIH. Cuando se utilizan correctamente y según la prescripción del médico , estos medicamentos pueden reducir hasta en un 99% el riesgo de contraer el VIH. La PrEP es para las personas adolescentes o adultas que no tienen VIH y que se exponen al virus a través de las relaciones sexuales o por el consumo de drogas inyectables.

Según las directrices actuales de la OMS, existen dos modalidades de PrEP oral: la diaria (continua) y la de uso a demanda (intermitente).  

La modalidad continua consiste en la ingesta diaria de medicamentos antirretrovirales para todas las personas en riesgo de adquirir el VIH. Por otro lado, la modalidad a demanda sigue el esquema 2-1-1: se toma una dosis de la medicación entre 2 y 24 horas antes de una posible exposición al VIH, seguida de dosis adicionales a las 24 y 48 horas posteriores a dicha exposición.

Es importante destacar que, a diferencia de la modalidad a demanda, la PrEP continua está indicada exclusivamente para hombres cisgénero y personas trans o de género diverso asignadas como masculinas al nacer, siempre que no estén en tratamiento con hormonas exógenas a base de estradiol.  

Ambas modalidades de PrEP son altamente efectivas para prevenir el VIH.  

La PrEP es muy eficaz y proporciona una opción adicional para prevenir la infección por el VIH.

En julio del 2017, la OMS publicó una herramienta destinada a la ejecución de los programas de PrEP, con indicaciones sobre la introducción y la utilización de la PrEP fundamentadas en la evidencia y la experiencia disponibles. Este documento incluye información dirigida no solo a los médicos, sino también a los educadores y los activistas, los asesores, los líderes de opinión, los farmacéuticos, los organismos regulatorios, los planificadores y los evaluadores, las personas que administran las pruebas diagnósticas, los usuarios de la PrEP y los adolescentes y los adultos jóvenes.

Las recomendaciones se han actualizado y nuevos módulos se han integrado a esta herramienta, procurando la integración de la PrEP con el abordaje de las ITS, potenciando las oportunidades de diagnóstico y tratamiento para las personas.

Además, nuevas opciones de a PrEP han sido incluidas como el anillo vaginal de Dapivirina y el Cabotegravir inyectable de acción prolongada. 

Datos clave
  • A finales del 2023, la PrEP oral se ofrecía como parte de las políticas de salud pública en 24 países de América Latina y el Caribe. Además, otros 8 países estaban en proceso de planificar su implementación con diversas modalidades de prestación de servicios y fuentes de financiamiento.
  • El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) estima que en América Latina y el Caribe se requiere que 2,3 millones de personas tengan acceso a la PrEP. Sin embargo, para finales de 2023 , solo se había alcanzado una cobertura de180.000 personas.   

Hoja informativa

El riesgo de contraer el VIH incluye a cualquier persona que resida en una población o área geográfica con alta prevalencia de VIH,y  que en los últimos seis meses, ha presentado alguno de los siguientes factores de riesgo: 

  • Haber tenido relaciones sexuales vaginales o anales sin preservativo con más de una pareja
  • Haber sido diagnosticada con una infección de transmisión sexual (ITS)  mediante una prueba de laboratorio o autorreferida, o haber recibido un tratamiento sindrómico para una ITS
  • Haber utilizado la profilaxis postexposición (PEP) tras una exposición sexual Haber tenido una pareja sexual seropositiva para el VIH con carga viral sea desconocida o no esté suprimida.
  • A la hora de ofrecer la PrEP,  debe darse prioridad a las personas que la soliciten, pues el hecho de solicitar la PrEP indica probabilidad de que la persona esté en riesgo de contraer el VIH  

La PrEP es un método de prevención que consiste en la toma de medicamentos antirretrovirales por parte de personas que están en riesgo de adquirir el VIH. La PrEP reduce significativamente la probabilidad de contraer el VIH. Actualmente, la OMS recomienda el uso de la PrEP tomada de forma diaria o a demanda (intermitente) , dependiendo de las necesidades de diferentes grupos de población.

La PrEP ofrece una protección de hasta un 99% frente a nuevas infecciones por VIH lo que la convierte en una herramienta muy eficaz. Se necesita un tiempo para que el medicamento alcance las concentraciones protectoras en la sangre y otros tejidos. Es importante seguir las recomendaciones del proveedor de servicios en cuanto al inicio de la toma oral para garantizar la protección en el esquema oral diario y a demanda (intermitente). Durante este periodo inicial, se recomienda complementar la PrEP con otras medidas de prevención de la infección por el VIH como la adopción de prácticas sexuales menos riesgosas, como evitar el coito vaginal o anal, y el uso de preservativos.

La PrEP se recomienda para las personas en situaciones y períodos de su vida en los que pueden tener un alto riesgo de adquirir el VIH. Este método les permite controlar y reducir dicho riesgo de manera proactiva.

Considere el uso de la PrEP si se encuentra en alguna de las siguientes situaciones:

  • No utiliza preservativos de forma consistente con todas sus parejas sexuales.
  • Tiene o ha tenido relaciones sexuales con más de una pareja en los últimos seis meses.
  • Tiene una pareja sexual que tiene otras parejas y que ha estado o está en alto riesgo de contraer el VIH.
  • Mantiene relaciones sexuales sin protección con una persona que se inyecta drogas y comparte los materiales de inyección con otros, o si usted mismo comparte material al inyectarse drogas.
  • Mantiene relaciones sexuales cuando consume alcohol o drogas de uso recreativo.
  • Ha sido diagnosticado recientemente con una ITS como la gonorrea, la sífilis, el chancro blando o el herpes.
  • Su pareja sexual ha sido diagnosticada con una ITS o con VIH.
  • Mantiene relaciones sexuales sin protección con alguien que es positivo frente al VIH pero no está en tratamiento antirretroviral o cuyo tratamiento no ha logrado suprimir la carga viral a niveles que no sean detectables.
  • Si usted y su pareja sexual no hablan de sus inquietudes sobre el VIH o su pareja no sabe si es seropositiva frente al VIH.

La mayoría de estos riesgos serán mayores en los lugares donde la prevalencia de infección por el VIH es alta.
Además, los miembros de los siguientes grupos poblaciones quizás quieran saber mejor si la PrEP es una buena opción para ellos:

  • Hombres y las personas transgénero que tienen relaciones sexuales con hombres;
  • Trabajadores sexuales, sobre todo cuando no pueden utilizar preservativos en todas las relaciones sexuales;
  • Personas en parejas serodiscordantes, es decir, cuya pareja sexual tiene VIH y no recibe el tratamiento antirretroviral o no ha alcanzado la supresión del virus;
  • Personas, incluidas adolescentes y mujeres jóvenes, que viven en zonas con una alta incidencia de infección por el VIH; y
  • Personas que usan drogas inyectables y comparten material de inyección.

  • Personas diagnosticadas con VIH: en lugar de la PrEP, deben recibir un tratamiento antirretroviral completo.
  • Personas con enfermedades renales no deben tomar la PrEP que contiene tenofovir disoproxil fumarato debido a posibles riesgos para su salud.
  • La PrEP está cada vez más disponible en diversos países. Es importante consultar con el proveedor de servicios de salud local o con el Ministerio de Salud nacional para conocer los centros donde la PrEP está disponible.
  • Es importante que pregunte en un centro de salud cercano. Si ellos no saben acerca de la PrEP, usted puede mostrarles esta publicación. También puede pedirles que lo ayuden a averiguar dónde puede conseguirla.
  • Pregunte a sus amigos acerca de la PrEP y si saben dónde conseguirla.
  • Pregunte en las organizaciones comunitarias que trabajan con el Ministerio de Salud en su país para saber más acerca de la PrEP

La eficacia de la PrEP no exige el uso de preservativos para prevenir el VIH. Sin embargo, los preservativos ofrecen una protección suplementaria contra el VIH y protegen de otras infecciones de transmisión sexual y de los embarazos no planificados:

  • La PrEP no previene las ITS como la sífilis, la gonorrea, la clamidia y la hepatitis. Los preservativos, no obstante, sí protegen contra estas otras infecciones y también contra el VIH, por eso protegen su salud sexual en general.
  • La PrEP no evita el embarazo. Cuando se emplean de manera constante, los preservativos evitan el embarazo. Existen muchas otras maneras de evitar el embarazo, incluidas las pastillas anticonceptivas orales y las hormonas inyectables, los implantes, los dispositivos intrauterinos y los diafragmas. La PrEP no interfiere con ningún método anticonceptivo.

Los proveedores de PrEP pueden incluir médicos, enfermeras, oficiales clínicos, trabajadores comunitarios de salud, farmacéuticos, proveedores laicos y entre pares, y otros grupos, ya sea en entornos clínicos o comunitarios.

Productos de PrEP recomendados por la OMS: 

  • PrEP oral (fumarato de tenofovir disoproxil (TDF) 300 mg + emtricitabina (FTC) 200 mg O TDF 300 mg + lamivudina (3TC) 300 mg tabletas)
  • DVR (anillo de silicona impregnado con 25 mg de dapivirina) – de larga duración
  • CAB-LA (600 mg de cabotegravir suspensión inyectable de liberación prolongada) – de larga duración

Todas las opciones de PrEP son métodos efectivos para prevenir la transmisión del VIH.

El uso adecuado de PrEP, siguiendo estrictamente las indicaciones de un proveedor de la salud, es esencial para garantizar su eficacia en la prevención de la adquisición del VIH. Esto implica adherirse al cronograma de dosificación prescrito por el proveedor de servicios, ya sea continuo o intermitente.

La PrEP no ofrece protección contra otras ITS ni previene el embarazo.

En general, la PrEP es segura y bien tolerada. Los efectos secundarios suelen ser leves , se resuelven por sí solos y pueden tratarse sintomáticamente. Sin embargo, cualquier efecto secundario grave debe ser reportado de inmediato al proveedor de salud.

El seguimiento regular es importante para apoyar el uso efectivo de PrEP. Este permite brindar otros servicios complementarios, como la prueba de detección del VIH. La frecuencia de las visitas de seguimiento dependerá del producto PrEP elegido.

 

Profilaxis Posterior a la Exposición (PEP)

La profilaxis posterior a la exposición (PEP) consiste en administrar medicamentos antirretrovirales después de una posible exposición al VIH para prevenir la infección.

El acceso oportuno a la PEP es el factor más crucial para su eficacia. La PEP es más eficaz cuando se inicia lo antes posible, idealmente dentro de las 24 horas y no más tarde de las 72 horas posteriores a la exposición.

Aunque un régimen de dos medicamentos puede ser efectivo, se recomienda utilizar una combinación de tres ARV. Además, se aconseja proporcionar una prescripción de 28 días tras una evaluación inicial del riesgo.

La PEP y la profilaxis previa a la exposición (PrEP) son estrategias distintas, pero complementarias. La PEP se administra después de la exposición al VIH, mientras que la PrEP se toma antes de cualquier posible exposición para prevenir la infección. Ambas juegan un papel crucial en la prevención del VIH.

La conexión entre ambas estrategias puede potenciar los esfuerzos de prevención: la PEP puede actuar como puente hacia la PrEP en personas con exposiciones frecuentes al VIH. De igual forma, quienes toman PrEP y enfrentan interrupciones en su adherencia pueden recurrir a la PEP para mantenerse protegidos.

Las directrices de la OMS sobre la PEP se actualizaron en 2024 estas recomendaciones abarcan todos los tipos de exposición y todos los grupos de la población, incluidos los adultos, los adolescentes y los niños. Esta directriz incluye dos nuevas recomendaciones relacionadas con el aumento del acceso a la PEP a través de la prestación de servicios comunitarios y la distribución de tareas.

Las pruebas sugieren que ofrecer la PEP en entornos comunitarios es factible. Se ha demostrado su implementación exitosa en varios lugares, como farmacias privadas, comisarías de policía y plataformas en línea. También se ha demostrado que la distribución de tareas para la PEP, en la que participan trabajadores sanitarios no especializados, como farmacéuticos y trabajadores sanitarios comunitarios, es eficaz y aceptable, con un potencial ahorro de costes y una mayor equidad en el acceso.

Se debe proporcionar una prescripción de 28 días de medicamentos antirretrovirales (combinación de tres ARV) para la profilaxis posterior a la exposición al VIH tras la evaluación inicial del riesgo.

En los adultos: Tenofovir combinado ya sea con lamivudina (3TC) o emtricitabina (FTC) y con Dolutegravir que también es el tratamiento preferido para la infección por VIH.

Cuando estén disponibles, ATV/r, DRV/r, LPV/r y RAL pueden considerarse como opciones alternativas junto con TDF + 3TC (o FTC).

En los niños se recomienda ABC + 3TC como el régimen básico preferido para la PEP del VIH en niños de <30 kg. Se puede considerar AZT + 3TC o TDF + 3TC (o FTC) como regímenes alternativos  

Se recomienda el DTG como tercer fármaco preferido para la PEP del VIH con una dosificación aprobada de DTG y cuando estén disponibles, el ATV/r, el DRV/r, el LPV/r y el RAL pueden considerarse como opciones alternativas de tercer fármaco para la PEP .

Las siguientes recomendaciones tienen por objeto simplificar los esquemas de prescripción y fomentar la adhesión terapéutica:

Prescripción: Con el fin de mejorar la aceptación de la PEP y su compleción, la OMS recomienda suministrar el ciclo completo de 28 días en la primera consulta, en lugar de exigir a los pacientes que regresen múltiples veces por las recetas.

Apoyar la adhesión terapéutica: A fin de mejorar la adhesión y aumentar las tasas de finalización de la PEP, la OMS recomienda que los programas ofrezcan asesoramiento con miras a reforzar el cumplimiento. 

 

Grupos de Población Clave

Las poblaciones clave en el VIH son grupos de personas que tienen mayor riesgo y son particularmente vulnerables de contraer el VIH. La Organización Mundial de la Salud[1] (OMS) y ONUSIDA[2] consideran que la participación de las poblaciones clave es fundamental para lograr una respuesta eficaz frente al VIH.

  • Hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH)
  • Mujeres trans
  • Personas que ejercen el trabajo sexual
  • Personas usuarias de drogas intravenosas
  • Personas recluidas en prisión y otros entornos 

Estas poblaciones suelen enfrentarse a problemas jurídicos, estructurales y sociales a causa de su orientación sexual, identidad de género, profesión y otras características que aumenta el estigma, la discriminación, la criminalización por ende su vulnerabilidad al VIH.  

Para poner fin al sida y alcanzar la salud para todos para el 2030, es necesario abordar las insuficiencias en los servicios de prevención, atención y tratamiento de la infección por el VIH dirigidos a los grupos de población clave.

Sin embargo, los miembros de estas poblaciones también se ven afectados de manera desproporcionada por la hepatitis viral y las iITS, y

cada vez se reconoce más la importancia de abordar las tres áreas  de manera integrada, dirigida por la comunidad y centrada en la persona.

En América Latina, los dos grupos de población clave más afectados son los hombres gais y los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) y las mujeres transgénero, los cuales representaron en el 2017 casi la mitad de las nuevas infecciones; mientras que, en el Caribe, más de un tercio de las nuevas infecciones ocurren entre trabajadoras sexuales y HSH.  En un contexto de una epidemia del VIH concentrada la recomendación es focalizar los esfuerzos en la prevención combinada dirigida a las poblaciones clave.

En muchos entornos, uno o más aspectos del comportamiento, el trabajo, la orientación sexual o la expresión de género de los miembros de las poblaciones clave están penalizados, y los miembros están sujetos a leyes punitivas y prácticas policiales. El estigma y la discriminación de/por parte de la población general y de los trabajadores sanitarios y los agentes del orden se perpetúan mediante la criminalización, lo que también significa que los cambios legales o políticos son más difíciles de lograr. El estigma y la discriminación en los entornos sanitarios son experiencias comunes experiencias entre las poblaciones clave y crean barreras significativas para lograr la cobertura sanitaria universal. Habitualmente las poblaciones claves están más expuestas a la violencia y las violaciones de los derechos humanos, que la población en general.

Pese a esta situación, los servicios de prevención, atención y tratamiento de la infección por el VIH dirigidos a los grupos de población clave son en gran medida inadecuados e insuficientes. Esto contribuye en los desafíos para reducir el número de nuevas infecciones.  

Respuesta de la OPS
Logo de la iniciativa de eliminación en color blanco

El VIH y las infecciones de transmisión sexual son algunas de las enfermedades que la Iniciativa de Eliminación se ha propuesto eliminar en la Región de las Américas para el año 2030.

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