Washington, DC, 8 de agosto de 2024 (OPS)— La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha redoblado sus esfuerzos para ayudar a Centroamérica a enfrentar un incremento significativo en los casos de dengue. Este año, la subregión ha experimentado un aumento del 98% en comparación con el año anterior. A nivel de las Américas, 2024 se ha convertido en un año récord, con más de 11 millones de casos reportados y más de 5.900 muertes relacionadas.
En respuesta a esta epidemia, la OPS ha desplegado una serie de medidas estratégicas. Desde 2023, en colaboración con la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana (SE-COMISCA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, se ha implementado un plan integral que incluye capacitaciones en gestión, diagnóstico, manejo clínico y control de vectores.
Esta iniciativa incluyó la actualización de protocolos y la provisión de reactivos para mejorar la vigilancia epidemiológica y laboratorial, además de la creación de una sala de situación accesible en todo momento para los equipos técnicos de los países centroamericanos, lo que apoya la toma de decisiones en prevención y control.
El doctor Luis Gerardo Castellanos, Jefe de la Unidad de Enfermedades Desatendidas, Tropicales y Transmitidas por Vectores de la OPS, subraya que “nuestros esfuerzos se centran en fortalecer la capacidad de los países para enfrentar la epidemia de dengue. Esto incluye no solo la detección y el diagnóstico rápido de los casos, sino también un manejo adecuado y oportuno de los pacientes, lo que es crucial para reducir la gravedad de los casos y salvar vidas.”
En línea con su Estrategia de gestión integrada para la prevención y control de las arbovirosis, la OPS ha puesto en marcha espacios de colaboración virtual (ECV) en diversos países de Centroamérica. Estos espacios facilitan el análisis en tiempo real de datos epidemiológicos, clínicos y laboratoriales, lo que resulta crucial para una identificación y respuesta rápidas ante brotes, permitiendo decisiones más efectivas en salud pública.
La OPS también ha reforzado la vigilancia entomológica para identificar y controlar la población de mosquitos transmisores del dengue. Además, ha facilitado la adquisición de insecticidas y y apoyado la evaluación operativa del uso de tecnologías innovadoras, como la liberación de mosquitos infectados con Wolbachia, para favorecer el control vectorial. También se ha fortalecido la vigilancia en la resistencia a insecticidas, para garantizar que sigan siendo eficaces o reemplazados cuando sea necesario.
Además, se ha fortalecido la vigilancia virológica con la provisión de reactivos y la actualización de algoritmos para el diagnóstico y vigilancia de laboratorio. También se ha impulsado significativamente la actualización de las guías clínicas nacionales y se han brindado capacitaciones a profesionales de salud, con el objetivo de prevenir casos graves y reducir los fallecimientos.
La participación comunitaria es fundamental en la prevención del dengue, ya que los criaderos en viviendas y alrededores son los principales focos de propagación. La OPS ha promovido la producción y distribución de materiales educativos y estrategias de comunicación de riesgos para reducir la población de mosquitos y controlar la enfermedad. Además, se alienta a los países de Centroamérica a organizar la Semana de Acción contra los Mosquitos para movilizar a las autoridades y comunidades en la eliminación y prevención de criaderos.
Las misiones técnicas de expertos de la Organización realizadas en esta subregión han estado orientadas a mejorar la sospecha clínica y la detección rápida de casos, así como a fortalecer la respuesta en la red primaria de atención en salud para asegurar un manejo eficaz de los pacientes.
Con estos esfuerzos coordinados, la OPS sigue comprometida con su misión de apoyar a los países de las Américas en la reducción del impacto del dengue, la protección de la salud pública y el fortalecimiento de las capacidades locales para un manejo adecuado de la enfermedad en un año récord de casos.