Autoridades del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y del Grupo de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas de Cuba (BioCubaFarma), se reunieron con representantes de embajadas y agencias de cooperación europeas radicadas en el país y un equipo de la oficina de OPS/OMS para continuar impulsando la colaboración en el sector de la salud, haciendo énfasis en temas relacionados con la pandemia de la COVID-19. Participaron en el encuentro la Dra. Evelyn Martínez, Jefa de Organismos Internacionales del MINSAP; Dr. Rolando Pérez, Director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma; Dr. Agustín Lage, Asesor de BioCubaFarma e investigador del Centro de Inmunología Molecular (CIM); y Dra. Amaylid Arteaga, Directora del Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CENCEC).
La moderación del espacio fue conducida por los doctores Juan Garay y José Moya, Jefe de Cooperación de la Delegación de la Unión Europea en Cuba y Representante de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), respectivamente. Además, asistieron el Sr. Joseph Weiss, Ministro-Consejero de la Embajada de Alemania; Sra. Mónica Rojas, Encargada de Cooperación y Cultura de la Embajada de Bélgica; Sra. Sarah Augusseau, encargada de proyectos de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD); Dra. C. Mária Dinušová, Consejera Cultural de la Embajada de Eslovaquia; e Ing. Ileana Fleitas, consultora OPS/OMS en Cuba.
El encuentro comenzó con una presentación del Dr. Lage, quien no solo expuso cuál es la situación con el nuevo coronavirus en Cuba, sino que compartió algunas ideas sobre cómo se puede trabajar para controlar y prevenir la COVID-19; enfermedad que pone de manifiesto el doble rol del sistema inmune en un mismo curso clínico, pues puede ser protectora en la primera fase, pero al mismo tiempo ser responsable de la fase crítica, hiperinflamatoria, cuando se presenta la llamada tormenta de citoquinas, usualmente en personas con factores de riesgo.
Tal inversión del rol de la respuesta inmune puede guardar relación con el grado de inflamación sistémica previa en la persona; un proceso que, a su vez, está vinculado con el envejecimiento y enfermedades crónicas como hipertensión, obesidad, diabetes, afecciones respiratorias, cardiovasculares, y tumores malignos. De ahí que, para el manejo de la COVID-19, deba considerarse el control de estos padecimientos.
Según comentó el reconocido científico, mientras no se tenga una vacuna eficiente, las estrategias deben continuar dirigiéndose a evitar la infección y disminuir la progresión hacia formas graves o críticas de la enfermedad. En esta dirección, un aspecto clave radica en realizar una buena estratificación de la población: por un lado, determinar el subgrupo de personas sanas con mayor riesgo a infectarse, por ejemplo, trabajadores de salud; y, por otro lado, determinar el subgrupo de personas infectadas con más posibilidades de agravarse. En ambos escenarios se deben adoptar acciones de intervención diferenciadas.
Después de la exposición, el Dr. Moya agradeció la presentación, hizo referencia a lo mucho que se ha avanzado en estos meses en cuanto al conocimiento de la COVID-19 en el mundo, celebró los avances en la investigación con los candidatos vacunales cubanos y dio paso para que la consultora de OPS/OMS, Ing. Ileana Fleitas, comentara sobre el proyecto “Salvar vidas y mitigar el impacto en la salud de la emergencia por la COVID-19 en Cuba”, cuya implementación debe comenzar próximamente con fondos de la Unión Europea.
Se trata de una iniciativa prevista para desarrollarse en 18 meses, y con el que se pretende trabajar en tres resultados esenciales: mejorar las capacidades de los dispositivos médicos en unidades de cuidados intensivos; garantizar la disponibilidad de equipos de protección personal para trabajadores de la salud y potenciar la capacidad de diagnóstico en el país.
Seguidamente, el Dr. Juan Garay dio inicio al debate al plantear que todavía son pocos los estudios de prevalencia de la COVID-19 desarrollados en el mundo, y que aún resulta escasa la discusión en torno a este tipo de investigaciones. Subrayó que es importante fortalecer estos análisis y propuso trabajar en ese sentido. Por su parte, el Dr. Rolando Pérez señaló que Cuba está muy cerca de avanzar más en investigaciones de esta naturaleza y comentó que un proyecto de ese tipo no solo ayudaría a entender la epidemia, sino que también puede ser muy útil para las estrategias de inmunización.
Como parte del intercambio, también se conoció acerca de las iniciativas que las diferentes embajadas y agencias europeas tienen en Cuba con instituciones sanitarias y se conversó sobre potenciar la colaboración con universidades, así como sobre el interés común de incrementar las acciones de cooperación en salud con el país. Las doctoras Amaylid Arteaga y Evelyn Martínez ratificaron la disposición de las autoridades cubanas para promover el trabajo conjunto, con el fin de socializar resultados científicos importantes y concretar proyectos que beneficien la labor de salud pública en general y la ejecución de una respuesta coordinada contra la pandemia.
Entre los principales acuerdos a los cuales se llegó, destaca mantener espacios de intercambio donde se apoyen los esfuerzos nacionales relacionados con la COVID-19, así como una mayor vinculación con instituciones académicas de países miembros de la Unión Europea.
