Tegucigalpa, 6 de agosto 2020 (OPS/OMS).- Este año celebramos la Semana Mundial de la Lactancia Materna, en el contexto de la pandemia por COVID-19, bajo el lema “Apoyar la lactancia materna contribuye a un planeta más saludable”, con varios eventos y actividades para promover una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños.
Reconociendo que la lactancia materna es un elemento clave para el desarrollo sostenible, que tiene un impacto positivo en el medio ambiente y que para preservar la salud del planeta y sus habitantes es fundamental proteger, promover y apoyar a la lactancia materna; la Asociación Pediátrica Hondureña (APH), el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP) y con el apoyo de la OPS/OMS en Honduras llevaron a cabo el evento virtual "Nutrición Infantil" para difundir la importancia sobre la lactancia materna y la alimentación complementaria.
En el contexto de la pandemia por COVID-19, dijo Piedad Huerta, “la OPS/OMS recomienda continuar con la lactancia materna ya que este alimento sigue siendo el mejor para el recién nacido y para la salud de la madre, independientemente del hecho que esta tenga o no la COVID-19”. Además, aclaró que la lactancia materna está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente las áreas temáticas de i) Nutrición, Seguridad Alimentaria y Reducción de la Pobreza; ii) Supervivencia, Salud y Bienestar; ii) Ambiente y Cambio Climático, iiii) Productividad y Empleo Femenino. Este año, la campaña enfoca en el impacto de la lactancia materna sobre el medio ambiente y el cambio climático. En este ámbito, la lactancia materna contribuye a:
- ODS 7 Energía asequible y no contaminante: La lactancia materna implica menos energía que la producción de fórmulas industriales y reduce la necesidad de agua, leña y combustibles fósiles en el hogar.
- ODS 11 Ciudades y comunidades sostenibles: Las madres necesitan sentirse en confianza, seguras y bienvenidas en todos los espacios públicos para amantar a sus bebés. En situaciones de desastres y en crisis humanitarias, las mujeres y los niños son los más afectados. Las embarazadas y las mujeres lactando necesitan particular apoyo durante esos tiempos.
- ODS 12 Producción y consumo responsables: La lactancia materna constituye una fuente de alimentación natural, sana, viable, sostenible, no contaminante y disponible sin necesidad de muchos recursos.
- ODS 13 Acción por el clima: La lactancia materna protege la salud infantil y la nutrición en tiempos de adversidad y desastres relacionados con los cambios climáticos.
- ODS 14 Vida Submarina: En comparación con la producción industrial y la distribución de fórmulas, la lactancia materna no genera residuos que contaminan los mares y afectan la vida marina.
- ODS 15 Vida de ecosistemas terrestres: La lactancia materna es ecológica, no pone presión sobre los recursos naturales y no contribuye a las emisiones de carbono y al cambio climático.
Por cada millón de bebés alimentados con fórmulas, se usan 150 millones de envases, muchos de los cuales acaban en vertederos. La lactancia materna, al contrario, es buena para el medioambiente. Es un alimento natural y renovable que no necesita envase, transporte ni combustible para prepararse.
La Dra. Mirza Lara, presidenta de la APH, al inaugurar el evento dijo que "la APH apoya enfáticamente la lactancia materna", invitando a todos los médicos a que adhieran este conocimiento a su vida profesional y aplicarlo para mejorar la salud del pueblo hondureño.
Los temas abordados en el webinario fueron: como valorar el inicio de la lactancia materna, su potencial para abordar la doble carga de malnutrición y finalmente, la seguridad alimentaria.
Lactancia materna y COVID-19
La pandemia de COVID-19 pone en peligro la lactancia materna. Siendo esta una intervención de salud pública que por sus múltiples ventajas salva vidas, es necesaria su continuidad en tiempos de pandemia. La evidencia ha demostrado que los beneficios de la lactancia materna y la interacción entre madres e hijos pueden prevenir infecciones y promover la salud y el desarrollo. Por lo tanto, la lactancia materna es especialmente importante cuando la salud y otros servicios comunitarios se ven afectados o limitados.
En muchos países, la pandemia por COVID-19 pone sobre los sistemas de salud una presión que afecta la demanda y la disponibilidad de los servicios. En este contexto, las prestaciones de salud materna e infantil se ven muy afectadas por la falta de resiliencia de los sistemas. Del lado de la demanda, las embarazadas, por temor a contagiarse, dudan en acudir a los establecimientos de salud para control prenatal y parto y por lo tanto podrían no beneficiarse de sensibilización y consejería para una lactancia exitosa. Además, las medidas de distanciamiento social dificultan los programas de extensión comunitaria y el funcionamiento de los grupos de apoyo a la lactancia materna. Respecto a la disponibilidad de los servicios, la priorización de la respuesta a la pandemia provoca redistribuciones estratégicas de los recursos existentes, impactando los servicios de planificación familiar, las consultas prenatales, los partos asistidos, las consultas posnatales, los servicios de inmunización y demás prestaciones.
¿Qué podemos hacer para promover, proteger y apoyar la lactancia materna en este contexto de pandemia?
La protección, promoción y apoyo de la lactancia materna requieren estrategias coordinadas durante los tiempos normales y quizás aún más durante las emergencias. La responsabilidad de acciones a favor de la lactancia materna es de toda la sociedad: tomadores de decisión, profesionales de la salud, padres, madres, familias y comunidades.
La sociedad civil, la empresa privada, las asociaciones profesionales deben involucrase en actividades multisectoriales pro lactancia. Requieren apoyar firme y sostenidamente el derecho de las mujeres a tomar decisiones independientes de la influencia de los fabricantes de fórmulas y abogar por el derecho del niño a la mejor alimentación. Las empresas deben crear condiciones de empleo que favorezcan el seguimiento de la lactancia después de la licencia por maternidad.
Establecimientos de salud y hospitales deben asegurar que su personal sea capacitado para proporcionar asesoramiento sobre lactancia materna, apoyo psicosocial básico y apoyo de alimentación práctica a todas las mujeres embarazadas y madres con bebés y niños pequeños.
El personal de salud debe aplicar las recomendaciones sobre lactancia y COVID-19 formuladas por la OMS y adoptadas por el país: contacto piel a piel entre la madre y el recién nacido, inicio del amamantamiento dentro de la primera hora después del nacimiento, alojamiento conjunto, lavado de manos, desinfección de superficies y uso de mascarilla.
Los padres deben involucrarse en la salud de su familia, en el cuidado de sus hijos y apoyar a la mamá durante el periodo de lactancia. Las madres deben aplicar todos los consejos brindados por el personal de salud, respetar las citas para los controles y acudir a los establecimientos si se presenta una situación que lo requiera. Las familias y las comunidades deben crear entornos favorables que permitan el desarrollo de una lactancia exitosa y brindar apoyo social para aquellas madres que viven en condiciones de vida difíciles como la pobreza extrema.
Es posible mejorar la nutrición y para ello hay que comenzar por incrementar la proporción de niños que recibe lactancia materna exclusiva en sus primeros 6 meses, y posteriormente, lactancia más alimentos complementarios hasta los 2 años.
La recuperación después de la pandemia se extenderá a varios años y eso requerirá ciudadanos con las mejores capacidades para reponerse de los efectos negativos de una crisis sin precedentes. Eso es lo que logramos al promover la leche materna.
La OPS se une a la comunidad mundial para apoyar los esfuerzos para fortalecer las medidas para proteger, promover y apoyar el derecho a la lactancia materna en toda la Región de las Américas.