Buenos Aires, 05 de enero de 2024 (OPS/OMS). Tras la notificación por parte del Ministerio de Salud de la Nación de casos humanos de Encefalitis Equina del Oeste (EEO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en Argentina difunde algunas recomendaciones de acciones preventivas en el marco de la estrategia de Una Salud para el bienestar animal, ambiental y de las personas.
Como el virus de la EEO se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados que actúan como vectores, la principal medida de prevención es la modificación del entorno a través de la disminución de la cantidad de estos insectos y su contacto con caballos y seres humanos. Estas medidas incluyen:
• Rellenar o drenar charcos y sitios de anegación temporal que pueden servir como criaderos de larvas de mosquitos.
• Eliminar la maleza alrededor de los predios para disminuir los sitios de reposo y refugio de los mosquitos.
• Proteger las viviendas con mosquiteros en puertas y ventanas, acción que también servirá para prevenir otras enfermedades como dengue y chikungunya.
• La fumigación con insecticidas puede ser considerada como una medida adicional en áreas de transmisión donde se detecten poblaciones elevadas de mosquitos.
En cuanto a las acciones de protección individual se recomienda utilizar prendas que cubran las piernas y brazos. Aplicar repelentes que contengan DEET, IR3535 o icaridina, su uso debe estar en estricta conformidad con las instrucciones de la etiqueta del producto.
La EEO es una enfermedad generada por el virus del mismo nombre que en el ser humano puede provocar desde cuadros leves o moderados, hasta formas graves de meningitis aséptica y encefalitis.
La enfermedad tiene un comienzo súbito con dolor de cabeza seguido de decaimiento, escalofrío, fiebre, dolor y malestar general sin síntomas respiratorios. En los días siguientes pueden presentarse náuseas, somnolencia, confusión y postración. Los síntomas neurológicos se limitan a debilidad y temblores generalizados especialmente de las manos, labios y lengua. Generalmente la mejoría comienza varios días después del descenso de la fiebre, entre 1 semana a 10 días. No hay tratamiento antiviral específico y las medidas de atención incluyen reposo absoluto, hidratación adecuada y manejo sintomático.
Cabe aclarar que los humanos y los caballos son reservorios finales del virus, lo que significa que no son capaces de transmitirlo a los mosquitos. Si bien la transmisión puede ocurrir en cualquier momento del año, tiende a aumentar durante las estaciones cálidas y húmedas.
Los síntomas en caballos incluyen fiebre, letargo, debilidad, pérdida de apetito, dificultad para la marcha, secreciones nasales y oculares, problemas respiratorios, cambios en el comportamiento, signos neurológicos, postración, convulsiones y muerte. La enfermedad en estos animales puede prevenirse a través de la vacunación.