En un nuevo informe publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Instituto Americano de Investigación sobre el Cáncer (AICR, por sus siglas en inglés) se muestra que en América Latina y el Caribe se puede prevenir una mayor proporción de cánceres y otras enfermedades crónicas. En ese mismo informe se aboga por mejores políticas públicas, prácticas más saludables en escuelas y lugares de trabajo, y cambios de comportamiento en las personas, las familias y las comunidades para detener la marea creciente de estas enfermedades que alguna vez fueron consideradas dolencias de los ricos.
En el Día Mundial del Cáncer, en un nuevo informe sobre América Latina y el Caribe se insta a que se modifiquen normas y prácticas para que la opción saludable sea la más fácil de escoger
Washington, D.C., 4 de febrero del 2010 (OPS)— En un nuevo informe publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Instituto Americano de Investigación sobre el Cáncer (AICR, por sus siglas en inglés) se muestra que en América Latina y el Caribe se puede prevenir una mayor proporción de cánceres y otras enfermedades crónicas. En ese mismo informe se aboga por mejores políticas públicas, prácticas más saludables en escuelas y lugares de trabajo, y cambios de comportamiento en las personas, las familias y las comunidades para detener la marea creciente de estas enfermedades que alguna vez fueron consideradas dolencias de los ricos.
El informe, un resumen regional de políticas y medidas para la prevención del cáncer, se centra en América Latina y el Caribe, y en él se pone de manifiesto en qué medida son prevenibles el cáncer y otras enfermedades crónicas con base en las investigaciones realizadas, y se recomiendan políticas y medidas que han probado su eficacia para reducir las tasas de enfermedades crónicas.
Las enfermedades crónicas como el cáncer, las cardiopatías y la diabetes se han considerado tradicionalmente enfermedades de los países más ricos, pero se están extendiendo rápidamente en los países en desarrollo de América Latina y el Caribe, a medida que sus poblaciones envejecen, se vuelven más urbanas y adoptan modos de vida más "modernos" que imitan los de Estados Unidos y Canadá y otras regiones más desarrolladas.
En este resumen regional se indica que un porcentaje significativo de estas enfermedades podría prevenirse mediante regímenes alimentarios más saludables, actividad física regular, control del peso, un menor consumo de tabaco y ambientes más sanos.
Por ejemplo, en el informe se señala que en Brasil, el 37% del cáncer
colorrectal y el 28% del cáncer de mama podrían prevenirse con un mejor
régimen alimenticio, actividad física y control del peso.
Pero esos cambios no dependen totalmente de cada persona; requieren
también la acción de los gobiernos, los legisladores, la industria, los
medios de difusión, los lugares de trabajo, las organizaciones
comunitarias, las escuelas y las familias.
"El cáncer y las enfermedades crónicas pueden detenerse si reducimos el
consumo de tabaco, proporcionamos a la población oportunidades para
realizar actividad física y facilitamos la alimentación sana en las
escuelas, en el hogar y en restaurantes. Pero para ello es crucial
contar con la colaboración de diferentes sectores de la sociedad",
afirmó Jon Andrus, Director Adjunto de la OPS, en una sesión de
orientación que tuvo lugar en la sede de la OPS en ocasión del Día
Mundial del Cáncer.
En el informe regional de la AICR, adaptado del informe mundial Policy
and Action for Cancer Prevention, se citan las políticas y las medidas
que podrían prevenir eficazmente el cáncer y otras enfermedades
crónicas en América Latina y el Caribe. Estas políticas y acciones se
refieren a influencias en cuatro esferas principales que se describen a
continuación.
Físico-ambiental: Incluye factores como la contaminación del aire y del suelo, la producción de alimentos, el acceso a los alimentos y la publicidad de productos alimenticios, la planificación urbana y los sistemas de transporte, la disponibilidad de parques y el apoyo a la lactancia materna.
Económica: Incluye los efectos de la globalización en la producción y el comercio de alimentos, las subvenciones gubernamentales a las actividades agropecuarias y de otro tipo, los impuestos a los alimentos y las bebidas alcohólicas, la reformulación de alimentos y bebidas procesadas, la inclusión del contenido de los alimentos en la etiqueta del envase, el tamaño de la porción, la publicidad y la comercialización de alimentos (sobre todo a los niños), la pobreza y la desigualdad de ingresos.
Social: Incluye influencias socioeconómicas, étnicas y culturales en los modos de vida, la promoción y el apoyo de la lactancia materna, la nutrición y la actividad física en las escuelas y los lugares de trabajo, la legislación y los sistemas reguladores, la información y las campañas de educación, y las organizaciones sociales como agentes de cambios positivos.
Persona, familia y comunidad: Incluye la promoción de la preparación cotidiana de alimentos en el hogar, el apoyo de la familia y la comunidad a la lactancia materna, los niveles diarios de actividad física, la salud física y mental dado que inciden en los modos de vida y la promoción de la actividad física en niños y jóvenes.
"El informe de la AICR/WCRF es una hoja de ruta", expresó Deirdre McGinley Gieser, Vicepresidente de Programas de AICR. "Señala la manera en que nosotros, como sociedad, nos dirigimos desde el punto donde estamos hoy —en el que a menudo resulta muy difícil escoger a nivel individual la opción saludable, la que proteja del cáncer— hasta un punto en el que la opción que reduce el riesgo de cáncer es también la elección más fácil… para todos."
Entre las recomendaciones específicas del informe cabe mencionar las siguientes:
- Acción de los gobiernos para que la planificación y el mantenimiento de las zonas construidas y los espacios abiertos faciliten la actividad física y otros comportamientos saludables.
- Restricciones a la publicidad sobre comida rápida y otros alimentos procesados dirigida a los niños por medio de la televisión y otros medios, y en los supermercados.
- Apoyo de las organizaciones de la sociedad civil a la creación de políticas y programas sobre nutrición y actividad física, y presión sobre los gobiernos y otros actores para llevarlos a cabo.
- Examen y cambios en la legislación y los sistemas reguladores para que protejan la salud pública y ayuden a prevenir las enfermedades crónicas.
- En las escuelas, provisión de alimentos saludables para los alumnos y el personal todos los días, y espacios para deportes y actividad física.
- En los lugares de trabajo, el uso del precio y otros incentivos para promover una alimentación más sana así como más actividad física y menos dependencia del automóvil para viajar de la casa al trabajo.
- A nivel individual, la consulta de guías de nutrición y las etiquetas de los envases al adquirir los alimentos y, en general, una mayor prioridad en la salud personal y familiar al tomar decisiones sobre los modos de vida.
La Organización Panamericana de la Salud, fundada en 1902, es la organización de salud pública más antigua del mundo. Colabora con todos los países de la Región de las Américas para mejorar la salud y la calidad de vida de sus habitantes, y su secretaría actúa también como Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las Américas.
Enlaces de interés
- Sitio Web de enfermedades crónicas
- Políticas y medidas para la prevención del cancer y de otras enfermedades crónicas en América Latina
Para más información sobre la OPS, comuníquese con Daniel Epstein, teléfono móvil +1 202 316 5679, dirección de correo electrónico: epsteind@paho.org, o Donna Eberwine-Villagran, teléfono +1 202 974 3122, dirección de correo electrónico: eberwind@paho.org — www.paho.org