Washington, DC, 30 de septiembre de 2016 (OPS/OMS)- Autoridades de salud de las Américas acordaron generar políticas y programas de salud que aborden las inequidades de salud que afectan a los migrantes, y a fortalecer los sistemas de salud para que puedan atender las necesidades de salud de esta población vulnerable.
El documento aprobado en el 55.o Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que se reúne esta semana en Washington, D.C., también insta a los países de la región a avanzar en brindar a los migrantes acceso al mismo nivel de protección financiera y de servicios de salud integrales, de calidad y ampliados progresivamente del que se benefician otras personas que viven en el mismo territorio, independientemente de su condición migratoria.
"En todo el mundo, al igual que en nuestra región, hay grupos de migrantes que enfrentan condiciones adversas y no tienen acceso a los servicios necesarios de salud", afirmó James Fitzgerald, Director de Sistemas y Servicios de Salud de la OPS/OMS. "Tomando el compromiso de las Américas en avanzar hacia la salud universal, es necesario trabajar en que los sistemas de salud puedan integrar y atender las necesidades específicas de los migrantes", añadió.
En las Américas, los migrantes internacionales ascienden a 61,4 millones de personas. Más del 85% de ellos viven en Estados Unidos y Canadá, en tanto el 15% restante vive en América Latina y el Caribe. En tanto, la migración entre regiones ha aumentado entre los países de América Latina y el Caribe, una tendencia asociada con la mayor integración económica en esta región. Además, se considera que un gran número de personas están desplazadas internamente en sus propios países.
La relación entre la migración y las condiciones de salud, varían según los grupos migratorios y su situación de vulnerabilidad, etnicidad, género y región de origen y destino. Distintos factores exponen a los migrantes a un riesgo mayor de lesiones laborales, abuso sexual, violencia, abuso de drogas y trastornos psicológicos, así como de contraer enfermedades infecciosas, como las enfermedades de transmisión sexual, infección por VIH/sida, tuberculosis y hepatitis. Estos riesgos se exacerban por el acceso limitado a las prestaciones sociales y a los servicios de salud dentro de los territorios de origen, tránsito, destino o retorno.
En la mayoría de los países de destino, los inmigrantes se convierten en minorías, están excluidos de la participación y la integración plenas en la sociedad y esto puede extenderse a sus descendientes. Las políticas sólidas de integración se han vinculado con el logro de los mejores resultados de salud de los inmigrantes.
En ese sentido, el documento aprobado por el Consejo Directivo destaca el interés de los países de las Américas en formular programas y políticas de salud que aborden las inequidades en la salud y mejoren el acceso a los servicios. La propuesta es que los países tomen esos compromisos como base, y generen servicios de salud incluyentes y respondan a las necesidades de salud de los migrantes. Esto incluye:
- Asegurar que reciban atención en salud y que se tenga en cuenta las cuestiones culturales, religiosas y de género;
- Establecer mecanismos para brindar atención de salud integral, de calidad y centrada en las personas;
- colaborar para mejorar los servicios de salud en zonas fronterizas, para proteger a quienes están en tránsito a través de las fronteras;
- promover que los migrantes en situación vulnerable puedan tener acceso a los programas de protección social, bajo las mismas condiciones que el resto de la población;
En ese marco, la OPS apoyará los esfuerzos de los países en incorporar estas prioridades en los programas de cooperación técnica, facilitando el intercambio de información y experiencias entre países y trabajando con otras agencias asociadas.
El Consejo Directivo de la OPS reúne a los ministros de Salud y a los delegados de alto nivel de los países miembros de la OPS/OMS en Washington, D.C., Estados Unidos, con el fin de debatir y analizar políticas de salud, y fijar las prioridades de los programas de cooperación técnica de la OPS, y la colaboración en salud pública a nivel regional.