Avanzando hacia la construcción de sociedades más equitativas a través de una mirada integral a la disponibilidad y legitimidad de los datos

Mesa inaugural del evento
PAHO
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El Departamento DHE organizó el 29 y 30 de mayo la jornada Repensando el ciclo de los datos para sociedades más equitativas, que congregó a más de 40 participantes de diversos países de la región y de instituciones regionales como el CLAP de la OPS, la CEPAL y la Red de Equidad en Salud de las Américas (HENA).

Washington, D.C., 3 de junio de 2024 – Detectar vacíos, limitaciones y sesgos en los datos disponibles, sistematizar procesos de preparación y de uso de datos, elaborar guías o procedimientos de armonización y estandarización de datos para uso, garantizar la protección y seguridad de los datos, los retos de analizar el ciclo completo de los datos para comprender cómo éstos reflejan o codifican la realidad. Éstos fueron varios de los temas que se discutieron en el evento Repensando el ciclo de los datos para sociedades más equitativas, organizado por el Departamento de Determinantes Sociales y Ambientales para la Equidad en Salud de la OPS los días 29 y 30 de mayo.

“Para actuar sobre la equidad y los determinantes sociales de la salud tenemos que ser capaces de medir las inequidades y, a partir de ahí, buscar soluciones. Hay que repensar la salud pública: la información desagregada es clave para mejorar el desarrollo y el seguimiento de los datos con el fin de poder alcanzar la cobertura universal y resolver desigualdades, porque permite visibilizar”, dijo la directora del departamento, Gerry Eijkemans, quien señaló que “los datos y las informaciones que tenemos no son suficientes y sabemos que son un proceso político: quiénes deciden qué información, qué datos son posibles colectar, entre otros elementos”.

El ciclo de la equidad del dato

Eijkemans recordó que hay varios mandatos de la OPS relacionados con este asunto, entre ellos, la Política para recuperar el progreso hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con equidad por medio de medidas que aborden los determinantes sociales de la salud y el trabajo intersectorial aprobada en 2022 por los Estados miembros. “Éste es el marco de muchas líneas de trabajo del Departamento, una de las cuales es, precisamente, el tema de los datos y los sistemas de información, incluyendo la necesidad y el desafío de repensar esos sistemas”, dijo Eijkemans.

Por su parte, la asesora de equidad de la OPS, Ana Ortigoza, quiso situar el centro del debate en torno a los datos con estas palabras: “Los datos no son asépticos, tienen detrás juicios de valor, sesgos, y otras veces sencillamente no son accesibles. Además de esto, existe el desafío de incorporar los determinantes sociales de la salud en los sistemas de información de los datos de salud”. A esta situación se añade el hecho, dijo Ortigoza, de que “muchas veces nos encontramos con ausencia de información por dos motivos principales: falta de desagregación y falta de fuentes de datos”.

La conferencia congregó a más de 40 participantes de diversos países de la región y de instituciones regionales como el CLAP de la OPS, la CEPAL y la Red de Equidad en Salud de las Américas (HENA, por sus siglas en inglés). El evento busca impulsar la cooperación con los países en cuanto a los datos y fomentar el lanzamiento de una comunidad de práctica sobre la materia.

Grupo de trabajo

El beneficio colectivo del dato

“Es importante recolectar información sobre construcciones e identidades sociales (como género o etnicidad) por varios motivos: para identificar barreras culturales, abordar estigmas y discriminación, evaluar patrones poblacionales, proveer servicios de calidad y oportunos. Sin datos, es difícil hacer un análisis de la situación de la población”, dijo la jefa de la Unidad de Equidad, Género, Diversidad Cultural y Derechos Humanos de la OPS, Jessie Schutt-Ainé.

Junto a esto, “hay una relación muy estrecha entre equidad y determinantes sociales. Los problemas que generan desigualdades en salud no son necesariamente los mismos que generan el problema de salud propiamente dicho”, explicó la jefa de la Unidad de Determinantes Sociales de la Salud, Orielle Solar, quien añadió que, en último término, “el origen de las desigualdades en salud está en cómo una sociedad distribuye poder, y esa realidad puede estar exacerbada o recudida por las políticas públicas”.

Adrienne Cox, jefa de la Unidad de Análisis, Métricas y Pruebas Sanitarias del Departamento de Evidencia e Inteligencia para la Acción en Salud de la OPS, recordó que “la pandemia dio por hecho que los datos existían y que estaban en el formato que necesitamos, sin embargo, fue una llamada de atención a mejorar los datos desagregados (etnia, edad, grupo social) dentro de los sistemas de salud en la región. Hay que hacer el mejor uso posible para recolectar y acumular la evidencia”.

En este sentido, Ortigoza señaló que “los sistemas de datos son constructos multidimensionales y multidependientes. Lo decisivo no sólo es si el dato es bueno y está bien recolectado, sino si es importante su relevancia (si la sigue manteniendo de cuando se recabó) y su legitimidad. Esto lleva implícito un debate ético: ¿para quiénes y para qué usamos los datos? Y la respuesta a esta cuestión tiene que ver con el beneficio colectivo del dato”.

Foto de grupo de los participantes

VIDEO: Repensar los datos para lograr sociedades más equitativas