Washington, D.C., 30 de septiembre de 2016 (OPS/OMS) - Ministros de Salud y otros delegados del 55º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) acordaron apoyar acciones e inversiones para reducir el riesgo en el sector salud durante desastres, y para hacer a los sistemas de salud más resilientes en emergencias de salud.
Construyendo sistemas de salud resilientes
El nuevo marco de trabajo sobre "sistemas de salud resilientes" fue elaborado por la OPS a fin de aplicar un enfoque integrado a la cooperación técnica que brinda a los países en las áreas de preparativos para casos de desastre, reducción de riesgos y respuesta; vigilancia de enfermedades y manejo de brotes; y fortalecimiento de los sistemas de salud y la salud universal, incluso con respecto a la gobernanza y la regulación del sector de la salud.
En el marco se hace un llamado a la acción y a la inversión en todas estas áreas, dentro del contexto más amplio del desarrollo sostenible que fomenta el desarrollo humano, la participación social y la estabilidad económica y social. Insta a los países a que sigan fortaleciendo su aplicación del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), las normas acordadas internacionalmente que rigen la manera en que los países deben notificar y responder a brotes imprevistos y otros eventos de salud pública de posible importancia internacional. La aplicación del RSI debe abordarse como un proceso holístico e incorporarse en la formulación y planificación de las políticas nacionales, la acción legislativa y los marcos normativos. Debe incluir mejoras en la organización de los servicios de salud para apoyar la prevención y el control de las infecciones, fortalecer las redes de vigilancia de salud y la capacidad en materia de laboratorios, y desarrollar las competencias del personal de salud en el ámbito de la respuesta a brotes y emergencias.
En el marco se subraya que es fundamental invertir en los servicios de atención primaria de salud y asegurar que haya capacidad de reserva, con el suministro necesario de personal de salud apropiado y de financiamiento, medicamentos y tecnologías sanitarias para permitir que se pueda rápidamente ampliar la escala de los servicios de salud durante eventos de salud agudos o sostenidos.
Reducir el riesgo de desastres en el sector salud
El Plan de acción para la reducción del riesgo de desastres 2016-2021 busca mitigar el impacto de los desastres en la salud, a través de una mejora de la capacidad del sector de la salud de dar respuesta a estos eventos y de recuperarse rápida y eficazmente de sus repercusiones. La región de las Américas es la segunda región más afectada por los desastres después deAsia.
El nuevo plan está basado en la iniciativa sobre hospitales seguros de la OPS, que ya ha contribuido a que los hospitales en toda la región sean más seguros durante los desastres. El plan también amplía la nueva iniciativa de la OPS sobre hospitales "inteligentes", que tiene como propósito reducir además la huella de carbono de los hospitales y otros establecimientos de salud. Sus cuatro líneas estratégicas del plan de acción son: 1) reconocer el riesgo de desastres en el sector de la salud, 2) mejorar la gobernanza de la gestión del riesgo de desastres en el sector de la salud, 3) promover hospitales seguros e inteligentes y 4) fortalecer la capacidad del sector de la salud para la preparación, la respuesta y la recuperación frente a las emergencias y los desastres.
Un informe de la OPS en 2015 indicó que 25 países y territorios (75%) de la región tienen programas nacionales de hospitales seguros, 28 países (80%) han incluido conceptos de hospitales seguros en sus nuevos proyectos de inversión de salud y 34 países (97%) están mejorando la seguridad de los establecimientos de salud existentes a través de obras de reacondicionamiento y otras medidas para garantizar su funcionamiento ante un desastre.
Además, 32 países y cuatro territorios disponen de equipos de evaluación que emplean el índice de seguridad hospitalaria de la OPS para evaluar la vulnerabilidad de los establecimientos de salud, así como para determinar las necesidades prioritarias. En toda la región se han capacitado a más de 11.500 personas como evaluadores de la seguridad de los hospitales.