La nueva estrategia contra la meningitis tiene como objetivo salvar más de 200.000 vidas al año.
28 de septiembre de 2021 - La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados han presentado hoy la primera estrategia mundial para derrotar la meningitis, una enfermedad debilitante que mata a cientos de miles de personas cada año.
Para 2030, los objetivos de esta estrategia son eliminar las epidemias de meningitis bacteriana —la forma más letal de la enfermedad— y reducir las muertes en un 70% y el número de casos a la mitad. Las organizaciones estiman que, en total, la estrategia podría salvar más de 200.000 vidas al año y reducir significativamente la discapacidad causada por la enfermedad.
Esta estrategia, denominada Hoja de Ruta Mundial con miras a Derrotar la Meningitis para 2030, fue puesta en marcha por una amplia coalición de asociados involucrados en la prevención y el control de la meningitis en un evento virtual organizado por la OMS en Ginebra. La hoja de ruta se centra en la prevención de las infecciones y en la mejora de los servicios de atención y diagnóstico para los afectados.
“Dondequiera que se produzca, la meningitis puede ser letal y debilitante; ataca rápidamente, tiene graves consecuencias sanitarias, económicas y sociales, y provoca brotes devastadores,” dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “Ha llegado el momento de hacer frente a la meningitis en todo el mundo de una vez por todas, ampliando urgentemente el acceso a las herramientas existentes, como las vacunas, encabezando nuevas investigaciones e innovaciones para prevenir, detectar y tratar las diversas causas de la enfermedad, y mejorando la rehabilitación de los afectados.”
La meningitis es una peligrosa inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, causada principalmente por una infección bacteriana o vírica.
La meningitis causada por una infección bacteriana suele ser la más grave —provoca unas 250.000 muertes al año— y puede provocar epidemias de rápida propagación. Mata a una de cada diez personas infectadas —en su mayoría niños y jóvenes— y deja a una de cada cinco con discapacidades duraderas, como convulsiones, pérdida de audición y visión, daños neurológicos y deterioro cognitivo.
En los últimos diez años se han producido epidemias de meningitis en todas las regiones del mundo, aunque más frecuentemente en el “cinturón de la meningitis”, que abarca 26 países del África subsahariana. Estas epidemias son imprevisibles, pueden perturbar gravemente los sistemas de salud y crean pobreza, ya que generan gastos catastróficos para los hogares y las comunidades.
Varias vacunas protegen contra la meningitis, entre ellas la vacuna contra el meningococo, la vacuna contra el Haemophilus influenzae de tipo b y la vacuna conjugada contra el neumococo. Sin embargo, no todas las comunidades tienen acceso a estas vacunas que salvan vidas, y muchos países aún no las han introducido en sus programas nacionales.
Aunque se está investigando para desarrollar vacunas contra otras causas de meningitis, como el estreptococo del grupo B, sigue habiendo una necesidad urgente de innovación, financiación e investigación para desarrollar más vacunas contra la meningitis. También es necesario reforzar el diagnóstico precoz, el tratamiento y la rehabilitación de todas las personas que lo necesiten tras contraer la enfermedad.
Meningitis en las Américas
Los lactantes son los más susceptibles a la enfermedad meningocócica, con un pico entre los 3 y 5 meses de edad, pero la carga de esta enfermedad es todavía incierta en gran parte de las Américas. Para abordar esta brecha de conocimiento, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lleva a cabo la vigilancia centinela de la meningitis bacteriana entre los niños menores de 5 años a través de una red regional.
Todos los países en la región han introducido en sus programas regulares la vacuna contra la enfermedad por Haemophilus influenzae tipo b (Hib) y 37 introdujeron la vacuna conjugada contra el neumococo para niños, dos importantes agentes etiológicos de la meningitis bacteriana.
La letalidad por meningitis meningocócica es alta en muchos países de América Latina, pero la enfermedad puede ser tratada si se administran antibióticos en forma oportuna y puede prevenirse mediante la vacunación.
Hoja de ruta mundial para derrotar meningitis
En la nueva hoja de ruta se detallan las siguientes prioridades con respecto a la respuesta y la prevención de la meningitis:
- logro de una alta cobertura de inmunización, desarrollo de nuevas vacunas asequibles y mejora de las estrategias de prevención y la respuesta a los brotes;
- diagnóstico rápido y tratamiento óptimo de los pacientes;
- buenos datos para orientar los esfuerzos de prevención y control;
- atención y apoyo a los afectados, centrándose en el reconocimiento precoz y en la mejora del acceso a la atención y el apoyo con respecto a las secuelas, y
- promoción y compromiso para garantizar una gran concienciación sobre la meningitis, la rendición de cuentas respecto de los planes nacionales y la afirmación del derecho a los servicios de prevención, atención y cuidados ulteriores.
La hoja de ruta es el resultado de la primera resolución sobre la meningitis, aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud y por los Estados Miembros de la OMS en 2020.
Uno de los primeros resultados tangibles de esta hoja de ruta es que la OMS y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres presentarán el 3 de noviembre un informe mundial basado en la evidencia sobre la identificación y prevención de las muertes debidas al estreptococo del grupo B, también conocido como bacteria estreptocócica, la principal causa de meningitis neonatal e infantil.