Ginebra, 27 de mayo de 2019 (OPS/OMS) - Las delegaciones de los países que participan en la 72ª Asamblea Mundial de la Salud aprobaron una serie de resoluciones sobre seguridad del paciente, atención de urgencia y traumatología, y agua y saneamiento. También acordaron la adopción de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), que entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
A continuación se presenta un resumen de las principales decisiones adoptadas el sábado 25 de mayo en la 72ª Asamblea Mundial de la Salud.
Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11)
Los Estados miembros acordaron, este 25 de mayo, adoptar la undécima revisión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-11), que entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
La CIE es la base para la identificación de tendencias y estadísticas de salud a nivel mundial, y el estándar internacional para reportar enfermedades y afecciones de salud. Es el estándar de clasificación diagnóstica para todos los fines clínicos y de investigación. La CIE define el universo de enfermedades, trastornos, lesiones y otras afecciones de la salud.
La CIE también captura factores que influyen en la salud, o causas externas de mortalidad y morbilidad, proporcionando una visión holística de todos los aspectos de la vida que pueden afectar la salud.
Comprender qué es lo que hace que las personas se enfermen, y qué es lo que eventualmente las mata, es el núcleo del mapeo de las tendencias de las enfermedades y las epidemias, de las decisiones sobre cómo programar los servicios de salud, asignar los gastos de atención médica e invertir en mejorar las terapias y la prevención. La CIE-11 también está lista para darle muchos usos, incluyendo el registro clínico, la atención primaria, la seguridad del paciente, resistencia a los antimicrobianos, asignación de recursos, reembolso, además de estadísticas de mortalidad y morbilidad.
La CIE-11 se ha actualizado para el siglo XXI y refleja avances críticos en la ciencia y la medicina. Puede estar bien integrado con las aplicaciones sanitarias electrónicas y los sistemas de información. Esta nueva versión es totalmente electrónica, permite registrar más detalles y es mucho más fácil de usar e implementar, lo que dará lugar a menos errores y costos, y hará que la herramienta sea mucho más accesible, especialmente para configuraciones de bajos recursos.
Los Estados miembros señalaron que la CIE-11 se ha producido de manera transparente y colaborativa.
Seguridad del paciente
Las delegaciones de los Estados miembros que participan en la Asamblea Mundial de la Salud también se comprometieron a reconocer la seguridad del paciente como una prioridad de salud clave y a tomar medidas concertadas para reducir el daño al paciente en entornos de atención médica.
La Asamblea Mundial de la Salud también respaldó el establecimiento del Día Mundial de la Seguridad del Paciente para el 17 de septiembre, y solicitó a la OMS que brinde apoyo técnico a los países para crear capacidades nacionales que permitan evaluar, medir y mejorar la seguridad del paciente.
La Asamblea solicitó a la OMS que formule un plan de acción global para la seguridad del paciente en consulta con los países y todas las partes interesadas pertinentes, para mejorar y garantizar la seguridad del paciente a nivel mundial.
El daño al paciente debido a eventos adversos es una de las principales causas de muerte y discapacidad a nivel mundial. Se calcula que anualmente se producen 134 millones de eventos adversos debido a la atención insegura en hospitales en países de ingresos bajos y medianos, que contribuyen a 2,6 millones de muertes, mientras que 1 de cada 10 pacientes se ve perjudicado al recibir atención hospitalaria en países de ingresos altos.
Reconociendo que la seguridad del paciente es fundamental para la prestación de asistencia de salud y la provisión de una cobertura universal de salud, la OMS y el Reino Unido lanzaron conjuntamente una colaboración mundial por la seguridad del paciente. El objetivo de esta iniciativa es asegurar y ampliar la acción mundial sobre la seguridad del paciente y colaborar estrechamente con los países de ingresos bajos y medios para reducir los daños evitables al paciente y mejorar la seguridad de sus sistemas nacionales de atención de salud.
Atención de urgencias y traumatología
Los Estados miembros acordaron allanar el camino para servicios mejores y más rápidos para afecciones de salud que requieren ser atendidas de urgencia, incluidas lesiones, ataques cardíacos, salud mental, infecciones o complicaciones del embarazo.
Un sistema de atención de emergencia funcional es esencial para la cobertura universal de salud, e invertir en atención de primera línea salva vidas, aumenta el impacto y reduce los costos en otras partes del sistema de salud.
Los Estados miembros destacaron que la puntualidad es un componente esencial de la atención de calidad, y que se podrían prevenir millones de muertes y discapacidades a largo plazo si existen servicios de atención de emergencia y los pacientes llegan a tiempo.
Los pasos acordados para fortalecer la atención de emergencia de los países incluyen el desarrollo de políticas para la financiación sostenible, la gobernanza y el acceso universal a la atención de emergencia para todos, y la integración de la atención de emergencia en la prestación de servicios de salud y las estrategias de capacitación en todos los niveles. Los Estados miembros también adoptaron el uso de la evaluación del sistema de atención de emergencia de la OMS para identificar brechas y prioridades relevantes para el contexto.
Agua, saneamiento e higiene.
Los Estados miembros acordaron una nueva resolución para mejorar los servicios de agua potable, saneamiento e higiene (WASH) en los establecimientos de salud de todo el mundo. La resolución insta a los países a priorizar las intervenciones que aseguren agua, saneamiento e higiene, para una atención médica más segura en todo el mundo, en consideración a que se tratan de medidas críticas para prevenir la propagación de infecciones, reducir las muertes maternas y neonatales y lograr una cobertura universal de salud.
En la actualidad, 1 de cada 4 centros de salud carece de servicios básicos de agua y 1 en 5 no cuenta con servicios de saneamiento, lo que afecta a 2 mil millones y 1,5 mil millones de personas respectivamente. Además, muchos no tienen instalaciones de higiene de manos y carecen de sistemas para la segregación segura y la eliminación de desechos. Se estima que el 15% de los pacientes a nivel mundial desarrollan una o más infecciones durante una estancia hospitalaria, con el mayor riesgo en los países de bajos ingresos.
Por esa razón la resolución pide a los Estados miembros que desarrollen planes de trabajo nacionales, establezcan e implementen estándares e inviertan en sistemas para apoyar los servicios sostenibles de WASH. También solicita a la OMS que brinde liderazgo, que ayude a movilizar recursos para la inversión, que informe sobre el progreso global y en emergencias, que ayude a coordinar e implementar el control y la prevención de infecciones e WASH en la atención médica.
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