Cada 24 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Poliomielitis, una jornada que nos invita a reflexionar sobre los avances en la lucha contra esta enfermedad y la importancia de mantener la vigilancia activa, especialmente en países como Uruguay, donde no se han reportado casos desde 1978. Uruguay es un ejemplo regional de éxito en la erradicación de esta enfermedad, pero aún queda trabajo por hacer para proteger a las nuevas generaciones.
La polio es una enfermedad altamente contagiosa que afecta el sistema nervioso central, provocando parálisis fláccida aguda. Aunque la mayoría de las infecciones no presentan síntomas, en 1 de cada 200 casos, el virus puede causar parálisis permanente en piernas o brazos.
Uruguay comenzó con la vacunación masiva en 1962, y es un país libre de poliomielitis por el virus salvaje, habiéndose reportado el último caso en 1978. A partir de 1982, por el Decreto- Ley 15.272, se estableció la obligatoriedad de la vacuna contra la polio (como parte del Certificado Esquema de Vacunación).
Evolución de la vacunación en Uruguay
Uno de los hitos más importantes en la historia reciente de la lucha contra la poliomielitis en Uruguay fue el cambio en 2012 de la vacuna oral a la vacuna inactivada (IPV), administrada por inyección. Este cambio se debió a varias razones, entre ellas, las excelentes condiciones de higiene y saneamiento en el país, la alta cobertura vacunal y el riesgo de poliomielitis paralítica asociada a la vacuna oral. Uruguay fue el primer país de la región en implementar este cambio, convirtiéndose en un modelo para otros países de América Latina.
La vacuna inactivada (IPV) se administra en un esquema de cuatro dosis: a los 2, 4 y 6 meses, y una dosis de refuerzo a los 5 años. Este esquema ha demostrado ser altamente eficaz y seguro, y es una pieza clave en el esfuerzo por mantener a Uruguay libre de polio.
A pesar de los logros, la amenaza de la polio no ha desaparecido completamente. La enfermedad sigue presente en algunas regiones de Asia y África, lo que, en un mundo globalizado, supone un riesgo latente de reintroducción. Por ello, la vigilancia activa es crucial. Uruguay implementa una estrategia de vigilancia para detectar casos autóctonos o importados en menores de 15 años.
Otro desafío es mantener las coberturas vacunales por encima del 95%, lo cual es fundamental para proteger a la población más vulnerable, especialmente a los niños menores de 5 años. En este sentido, el Programa Nacional de Inmunizaciones de Uruguay, universal y gratuito, ha sido una herramienta esencial para garantizar que las vacunas lleguen a toda la población.
La poliomielitis en las Américas
En 1975, la región registró casi 6.000 casos de polio, pero gracias a la vacunación infantil y a una vigilancia sostenida puesta en marcha por los gobiernos de la región con el apoyo de la OPS y socios, el último caso de poliovirus salvaje se detectó en septiembre de 1991 en Perú. En 1994, la región fue certificada como libre de esta enfermedad.
“Lograr un hito como este no es sencillo. Implica mucho trabajo, compromiso y tenacidad de miles de trabajadores de la salud, investigadores, socios y de todas las personas responsables que vacunan a sus niños y niñas”, destacó el Director de la OPS, Jarbas Barbosa.
El Director de la OPS hizo un llamado a todos los líderes comunitarios, trabajadores de la salud y educadores, entre otros, para que se unan en el esfuerzo por erradicar la polio y otras enfermedades prevenibles. "Unámonos hoy para celebrar 30 años más libres de polio salvaje en las Américas y reafirmar nuestro compromiso con un mundo libre de polio", concluyó.
El Día Mundial contra la Polio es una celebración anual que reconoce los esfuerzos globales para avanzar hacia un mundo libre de poliomielitis.