La supresión de la enfermedad en la región seguirá requiriendo una respuesta integral, señala informe presentado ante el Consejo Directivo de la organización
Washington, D.C., 22 de septiembre de 2021 (OPS) — El curso de la pandemia por COVID-19 en las Américas sigue siendo "sumamente incierto", según una actualización sobre la pandemia presentada ante los delegados de las Américas que participan en la 59ª reunión del Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El aumento de los casos durante el primer semestre de 2021, junto con la escasez de vacunas y la vacilación a la vacunación, continúan siendo un desafío para detener la propagación de la enfermedad en la región.
El informe de 28 páginas resume la respuesta de la OPS a la pandemia desde que se detectó el primer caso en las Américas, en enero de 2020. A la fecha, la región se mantiene como la más afectada del mundo, con 88.207.746 casos confirmados y 2.175.310 muertes.
El informe destaca que la supresión de la COVID-19 en las Américas seguirá requiriendo una respuesta integral, con capacidades sostenidas de la red de servicios de salud, medidas sociales y de salud pública, acciones de vacunación específicas y operaciones de control de brotes, como la detección temprana, la investigación y el aislamiento de los casos, así como el seguimiento y la cuarentena de los contactos.
La doctora Carissa F. Etienne, Directora de la OPS, dijo a los delegados: "estamos en la lucha de nuestras vidas contra el virus del SARS-CoV-2. Tenemos que asegurarnos de ganar". Añadió que los recursos financieros para combatir la COVID-19 pueden ser menores el próximo año. "No saldremos de esta pandemia sin solidaridad", señaló.
La disponibilidad de las vacunas COVID-19 continúa limitada, según el informe, y muchos países de América Latina y el Caribe enfrentan desigualdad para acceder a ellas. Al mismo tiempo, la vacilación de la población puede ralentizar aún más la vacunación o impedir que se alcancen plenamente los beneficios de inmunización.
El doctor Ciro Ugarte, Director de Emergencias en Salud de la OPS, presentó información actualizada sobre las acciones de respuesta de la organización. Desde enero de 2020, indicó, la OPS ha proporcionado a los países alrededor de 21,5 millones de pruebas PCR para la COVD-19, junto con 7,3 millones de pruebas de diagnóstico rápido y equipos de protección personal (EPP) a 35 países, incluyendo 42 millones de mascarillas.
También sostuvo que la organización "impartió 279 sesiones de capacitación sobre pruebas, seguimiento, atención y otros temas, además de publicar 171 directrices técnicas" para enfrentar la enfermedad.
Los equipos médicos de emergencia coordinados por la OPS han ayudado a numerosos países en la respuesta, añadió el doctor Ugarte, al proporcionar, al igual que atención y cuidados médicos, más de 14.000 camas hospitalarias adicionales, que incluyen 1.477 camas de cuidados intensivos.
"La OPS continuará apoyando a los países en el desarrollo y adaptación de estrategias para asegurar la continuidad de los programas y servicios de salud prioritarios, al mismo tiempo que se responde a la COVID-19", agregó.
Entre los principales retos que se plantean en el futuro, remarcó, están mantener los servicios de salud esenciales, suministrar vacunas a grupos prioritarios, adaptar y ampliar la vigilancia epidemiológica, mejorar el manejo clínico de los casos y la prevención y el control de infecciones en los centros de salud, así como la obtención de recursos adicionales para la compra de vacunas, equipos de protección personal y suministros de diagnóstico.
Entre las lecciones aprendidas, enfatizó el doctor Ugarte, se destacan la necesidad de que "las medidas sociales y de salud pública deben continuar incluso cuando exista una cobertura de vacunación aceptable”, y que la planificación constante para que los servicios de salud “puedan responder durante los rebrotes de COVID-19” sigue siendo fundamental en el mediano y largo plazo.