Distintos estudios que examinan la relación entre el género y las enfermedades no transmisibles fueron motivo de análisis de expertos internacionales, el 20 de septiembre, en una de las conferencias que se realizan en Naciones Unidas al mismo tiempo que las autoridades participan en la Reunión de Alto Nivel sobre Enfermedades No Transmisibles.
Distintos estudios que examinan la relación entre el género y las enfermedades no transmisibles fueron motivo de análisis de expertos internacionales, el 20 de septiembre, en una de las conferencias que se realizan en Naciones Unidas al mismo tiempo que las autoridades participan en la Reunión de Alto Nivel sobre Enfermedades No Transmisibles.
En el evento se presentó una experiencia de promoción de la actividad física entre las adolescentes en Nicaragua, otro sobre prevención de diabetes en mujeres en México, y una experiencia similar basada en Trinidad y Tobago. También el Ministro de Salud de Samoa, doctor Leao Talalalelei, realizó una exposición sobre una experiencia que vinculó enfermedades no transmisibles, factores de riesgo y elementos de género.
Hombres y mujeres tienen distintos niveles de exposición y vulnerabilidad a enfermedades no transmisibles. A modo de ejemplo, las mujeres tienen mayor tendencia a ser obesas que los hombres. Según un estudio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el 40% de las mujeres en Canadá y el 70% de las mujeres en Nicaragua y Belice son obesas o tienen sobrepeso. También de acuerdo al género, las personas utilizan de manera distinta los servicios de salud (las mujeres tienden a usar más los centros de atención primaria). Estos datos pueden ayudar a diseñar políticas que ayuden a prevenir mejor estas enfermedades .
En Managua, capital de Nicaragua, al menos un 71% de las mujeres y 59% de los hombres tienen sobrepeso, 29 % de las mujeres y 21% de los hombres tienen hipertensión, y 9% tiene diabetes. El estudio realizado en Nicaragua, explicó Katherine Rock, examinó si de acuerdo al género había más tendencia a la inactividad física entre adolescentes.
El estudio reveló que las mujeres participaban menos en las actividades físicas que los hombres, también que no encontraban el espacio para practicar deporte, ya sea porque estaban preocupadas por su seguridad o porque reportaban más dificultades para acceder a los programas de deporte. Rock explicó que el informe sugiere aumentar las posibilidades de hacer deportes en los centros educativos, proveer educación para eliminar los estereotipos de género y crear espacios seguros para que las niñas y adolescentes puedan practicar deportes.
Por su parte, la doctora Aurora del Rio Zolezzi, presentó una experiencia en México sobre un enfoque de género sobre una enfermedad no transmisible como la diabetes. Esta enfermedad estaba entre las principales causas de muerte entre mujeres. La experiencia procuró mostrar las inequidades de género asociadas a la mortalidad por diabetes en México. Señaló que aunque la prevalencia era igual entre hombres y mujeres, se detectó que había más sobrepeso entre las mujeres y que, aunque la enfermedad podía ser detectada más tempranamente, no tenía un impacto directo en su salud.
Algunos elementos asociados a género contribuían a este problema, explicó la doctora Del Río. Por ejemplo, la actividad física no era percibida como algo femenino y como la mujer debía encargarse de otros en su familia, no tenía tiempo para hacer ejercicio o para cuidar de su salud. Explicó que había una percepción de que el trabajo en la casa equivalía a hacer ejercicio, cuando no es así. Desde esa perspectiva, se iniciaron campañas para apuntar a estos temas y se adecuaron los mensajes a las necesidades de las mujeres y a las de los hombres.
La doctora Yvonne Lewis explicó la experiencia en Trinidad y Tobago, donde se estudiaron las diferencias y disparidades de roles entre hombres y mujeres en acceso a los servicios de salud. Ahora que se han identificado los problemas, explicó, se comenzarán distintas campañas que apuntarán a un género y al otro de acuerdo a las necesidades de cada uno.
Al comentar las experiencias, Marijke Velzeboer-Salcedo, experta en Género de la OPS, dijo que uno de los temas todavía pendientes en materia de estudio de enfermedades no transmisibles es que se logre separar los datos por sexo. Sostuvo que se debe desagregar la información para mujeres y hombres, niñas y niños, para enfocar la prevención de una mejor manera.
En tanto, Ann Keeling, de la Federación Internacional de Diabetes , sostuvo que esta reunión es el comienzo del comienzo de los temas vinculados a las enfermedades no transmisibles y su relación con el género. Llamó a compartir las mejores prácticas en esta materia con todo el mundo.
En el panel también participaron Ransford Smith, por la Secretaría del Commonwealth, y Carol Presern, de la Sociedad para la Salud materna, Recien Nacidos y Niños. El evento fue organizado por la Organización Panamericana de la Salud, la Secretaría del Commonwealth y la Alianza de Enfermedades No Transmisibles.