Como parte del Proyecto de Eliminación de Tuberculosis en Países de Baja Incidencia, esta semana se desarrolla una visita virtual a Cuba promovida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El propósito es ofrecer seguimiento a las recomendaciones de las últimas visitas realizadas al país, en 2015 y 2019, dirigidas a comprobar el monitoreo de la tuberculosis (TB) y la labor de laboratorio relacionada con esta enfermedad, respectivamente.
Además, está previsto discutir el curso del proyecto de eliminación de la TB para la isla y acordar con el Centro Colaborador de OPS/OMS sobre eliminación de la TB, del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), su participación en la iniciativa. Asimismo, se identificarán necesidades de asesoría técnica y se concebirán los próximos pasos.
La visita forma parte de una planificación dirigida a tres países de la región y debido a las condiciones impuestas por la pandemia fue necesario cambiar su formato. En Costa Rica pudo desarrollarse de manera presencial, pero para Jamaica y Cuba la decisión ha sido utilizar la variante virtual mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
Participan la Dra. Lourdes Suárez, Coordinadora Nacional del Programa de Control de la TB, y el Dr. Raúl Díaz, Director del Centro Colaborador de OPS/OMS para la eliminación de la TB del Instituto Pedro Kourí, así como otros especialistas de estas estructuras; del Programa Nacional de Prevención y Control de las ITS, el VIH/sida; de la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas de Salud del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades (PROSALUD).
El primer día de trabajo también estuvieron presentes la Dra. Susana Borroto, consultora de la oficina de OPS/OMS en Cuba, y el Dr. José Moya, Representante de esta sede, quien, para comenzar, dio la bienvenida a los colegas y comentó los esfuerzos que se han realizado para poder mantener esta actividad en los momentos actuales, cuando se ha presentado un incremento de los casos de COVID-19 en La Habana y algunos municipios de otras provincias.
Por su parte, el Dr. Díaz, Director del Centro Colaborador, expresó el compromiso que representa para las autoridades y los expertos nacionales la visita. De igual forma, subrayó que el equipo cubano aspira a que esta semana de intercambios permita continuar fortaleciendo las relaciones de trabajo con OPS en lo relativo a la TB, y con ello lograr caminar de manera más acelerada hacia las metas propuestas.
Posteriormente, la Dra. Suárez, Coordinadora del Programa Nacional, explicó los principales avances alcanzados en los últimos años a partir de las recomendaciones de OPS. En ese sentido, destacó que se ha perfeccionado el algoritmo de diagnóstico; se ha desarrollado la terapia preventiva; se han fortalecido las capacidades de investigación en torno a la enfermedad; se han reforzado las medidas de bioseguridad en los laboratorios; se remodeló el laboratorio del Hospital Neumológico Nacional; se cuenta con equipos de Rayos X digital en todas las cabeceras provinciales y ya se dispone de un sistema de información electrónico.
Entre los desafíos que todavía quedan por delante, se halla la certificación de los laboratorios; el mejoramiento del sistema de transporte de las muestras; el entrenamiento continuo de los recursos humanos y la identificación de fuentes de financiamientos estables para impulsar toda esta labor, fundamentalmente lo relacionado con los diagnósticos.
De acuerdo con la agenda de las próximas jornadas, está previsto, entre otras acciones, revisar la Estrategia para el Fin de la TB; los compromisos de la Reunión de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre TB; y el marco de trabajo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para eliminación de la TB en países de baja incidencia. Unido a ello, tendrá lugar una reunión con el Centro Colaborador del IPK. En la clausura, a celebrarse el próximo viernes 4 de septiembre, se ofrecerán las conclusiones de la visita con la presencia de autoridades de salud.
En Cuba, durante las últimas décadas, la TB ha disminuido considerablemente su incidencia. Por ejemplo, a diferencia de las más de 2 600 personas enfermas que se reportaron en 1970, actualmente se reportan menos de 600, y no se presentan casos en menores de 1 año, siendo el sexo masculino el más afectado. No obstante a estos resultados, se continúa trabajando arduamente para lograr su eliminación.
En el contexto de la pandemia de la COVID-19, sigue siendo indispensable prestar atención a este padecimiento. Desde principios de la trasmisión del nuevo coronavirus, la OMS y la OPS han advertido que ambas enfermedades atacan principalmente los pulmones y que las personas enfermas con COVID-19 y TB muestran síntomas similares, como tos, fiebre y dificultad para respirar. Aunque la experiencia sobre infección por COVID-19 en pacientes con TB es limitada, se prevé que las personas enfermas con TB y COVID-19 pueden tener peores resultados de tratamiento, especialmente si el tratamiento de la TB se interrumpe.
