Buenos Aires, julio de 2019 (OPS/OMS).- Numerosos estudios prueban que el sistema de advertencias sanitarias en el frente de los productos alimenticios ayuda a cambiar el comportamiento de compra de los consumidores hacia opciones más saludables y colabora en la prevención de la obesidad, afirmaron expertos y funcionarios durante la Jornada sobre Prevención de Obesidad realizada esta semana en la Cámara de Diputados de la Nación, realizada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), UNICEF, la Dirección General de Diplomacia Parlamentaria del Congreso y el Observatorio de Derechos Humanos del Senado.
El encuentro fue inaugurado por el secretario de Gobierno de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, quien consideró que la obesidad y el sobrepeso “es el principal problema de salud pública” del país. “Esta epidemia está afectando a la población más vulnerable. Y al grupo etario más vulnerable, los niños. Por eso, requiere una mayor protección por parte del Estado”, añadió la representante de la OPS en Argentina, Maureen Birmingham, durante la apertura.
De la inauguración también participaron la directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación, Norma Morandini; la directora de Diplomacia Parlamentaria y Cooperación Internacional, Luciana Termine; y Sebastián Waisgrais, en representación de UNICEF.
Durante el encuentro, se presentó la experiencia de Uruguay, que incorporará las advertencias sanitarias en el frente de los envases de los productos alimenticios a partir de marzo de 2020. “De acuerdo a los estudios que hicimos, el sistema de advertencias con octógonos negros se identifica más rápido, se lee de modo más sencillo y es más claro, en comparación a otras propuestas de etiquetado, como el llamado semáforo o el conocido como GDA. Además, la gente le presta considerable atención, con lo cual creemos que va a tener un impacto en la elección de productos de los consumidores”, explicó Maria Rosa Curuchet, del Instituto Nacional de Alimentación de Uruguay.
Luis Galicia, del Ministerio de Salud de Uruguay, explicó que en total se hicieron 21 estudios académicos en los últimos cinco años y se analizó la evidencia internacional para elegir el sistema de etiquetado que logre resultados más efectivos en la población. Países como Chile y Perú también incorporaron el sistema de advertencias sanitarias en el frente de los envases con el fin de detener la epidemia de sobrepeso y obesidad, que afecta de manera alarmante a la Región de las Américas.
En Argentina, el 61,6% de la población tiene exceso de peso, de los cuales el 36,2% de las personas tiene sobrepeso y el 25,4% tiene obesidad, según datos de la 4º Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) realizada por la Secretaría de Gobierno de Salud y el INDEC. Así, las cifras de obesidad se elevaron desde 2005 casi 11 puntos porcentuales, ya que en la primera encuesta este indicador arrojó que el 14,6% de la población encuestada registraba algún grado de obesidad.
En las jornadas, Rubinstein se refirió al lanzamiento del Plan Nacional de Alimentación Saludable en la Infancia y la Adolescencia (Plan ASÍ), que entre sus objetivos tiene la incorporación de marcos regulatorios para promover la alimentación saludable. Para ello, Salud está trabajando con la Secretaría de Comercio con el fin de contar con “un modelo que responda a los intereses de la salud pública y que marque el inicio del sendero de cambio”.
En este sentido, la directora de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, Verónica Schoj, explicó que la revisión bibliográfica realizada en el marco de la comisión asesora intersectorial del Programa de prevención de la obesidad indicó que el modelo de octógonos, equivalente al utilizado en Chile y Uruguay, demostró ser el más efectivo en modificar la elección de los consumidores. Los mismos resultados fueron corroborados en estudios de investigación realizados por la Secretaría de Salud.
“Hay una necesidad imperiosa de establecer la obligatoriedad de la cantidad de azúcares agregada que tienen los productos para garantizar el derecho de la población de saber claramente los contenidos de los productos y poder elegir con información transparente, clara y sencilla”, sostuvo Birmingham durante el encuentro.
“Esta epidemia de sobrepeso está conducida por el cambio de patrones alimentarios de la población: desde el consumo de alimentos naturales y comidas caseras hacia productos ultraprocesados con alto contenido de azúcar, grasa, sal y bajo valor nutricional”, agregó.
Por su parte, Morandini expresó que la jornada se inscribe en un marco de derechos humanos y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aseguró además que “está probada la relación entre la pobreza y la obesidad infantil”. En tanto, Termine destacó que “tenemos que seguir avanzando en la legislación sobre etiquetado frontal de alimentos, de otra manera difícilmente podamos reducir la elevada cantidad de personas que hoy tienen sobrepeso y obesidad en nuestro país”.
“Estamos dejando a las niñas, niños y adolescentes desprotegidos frente a un entorno que los incita a adoptar hábitos que los perjudican tanto en su presente como en su futuro”, advirtió Waisgrais.
Durante el encuentro, también expusieron varios legisladores sobre proyectos de ley para incorporar regulaciones que ayuden a prevenir la obesidad, como el etiquetado frontal, la limitación de la publicidad dirigida a niños y la protección de entornos escolares. Entre ellos disertaron los senadores Mario Fiad, Julio Cobos, Silvia Giacoppo y el diputado Marcelo Weschler.
La actividad estuvo dirigida a legisladores y asesores parlamentarios involucrados con la temática de la alimentación, la salud y los derechos del consumidor, en especial en relación a la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes. También formaron parte de la actividad decisores y equipos técnicos de las áreas de Gobierno afectados a las áreas de salud, regulación de la producción y comercialización de alimentos y protección de la niñez, además de organizaciones de la sociedad civil.