Un taller organizado por la OPS capacitó a 35 oficiales de salud del Caribe sobre cómo responder rápida y efectivamente a cualquier caso importado de sarampión o rubéola.
Washington, DC, octubre 19 2018 (OPS / OMS) - Han pasado más de 25 años desde que el Caribe reportó su último caso endémico de sarampión. Pero el riesgo de casos importados ha persistido porque el virus continúa circulando en países de todo el mundo.
Para proteger a sus países miembros en la región, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizó recientemente un taller de tres días en Jamaica sobre preparación y respuesta a casos de sarampión y rubéola importados. Los participantes fueron 35 oficiales de salud especializados en inmunización y/o epidemiología de 25 países y territorios del Caribe.
El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo. Un solo caso importado puede causar un brote local, que si no se controla puede propagarse rápida y ampliamente. Esto es lo que sucedió en los países vecinos de América del Sur y América del Norte durante los últimos dos años. Hasta fines de septiembre de este año, 11 países del hemisferio reportaron 6,629 casos confirmados de sarampión, incluyendo 72 muertes. La mayoría de los casos fueron en Sudamérica, especialmente en Venezuela y Brasil.
"La experiencia reciente de brotes de sarampión en América Latina destaca la importancia de fortalecer no solo los sistemas de vigilancia y la cobertura de vacunación, sino también la respuesta rápida a brotes", afirmó Karen Lewis-Bell, asesora regional en Inmunizaciones de la OPS/OMS para el Caribe.
Desde su último caso endémico de sarampión en 1991, el Caribe ha reportado seis casos importados en cuatro países y un caso relacionado con la importación. Pero dado el reciente aumento de casos en otras partes de las Américas y el alto aumento de infecciones y brotes extendidos en Europa, los expertos de la OPS y las autoridades locales de salud quieren asegurarse de que el Caribe pueda hacer frente a cualquier caso importado y prevenir cualquier brote.
Con este fin, el reciente taller de la OPS presentó una metodología y un estudio de caso recientemente desarrollados por la Unidad de Inmunizaciones de la OPS. Los oficiales de salud participantes aprendieron los procedimientos y métodos para la notificación oportuna y la investigación epidemiológica de alta calidad de un brote de sarampión; cómo implementar medidas agresivas de respuesta a brotes guiadas por una investigación de campo exhaustiva; cómo distinguir el sarampión y la rubéola de enfermedades arbovirales como el zika, el dengue y la chikungunya; y cómo interpretar los resultados de laboratorio para la confirmación diagnóstica.
El taller también incluyó un ejercicio de simulación basado en dos brotes hipotéticos de sarampión, uno relacionado con un viajero internacional y otro en un hospital público. Los participantes aprendieron cómo organizarse en un equipo de respuesta rápida, realizar una investigación epidemiológica del brote, analizar e interpretar sus hallazgos y planificar una respuesta rápida al brote.
"Fue un excelente ejercicio de entrenamiento que me ha dejado mucho más preparada para responder a un caso importado de sarampión y también mejor posicionada para tomar medidas para mejorar la vigilancia de rutina para el sarampión y la rubéola", sostuvo Iyanna Wellington, epidemióloga del Ministerio de Salud de Jamaica. "Especialmente importante fue colocar la vigilancia de la fiebre y la erupción en el contexto de múltiples virus circulantes que tienen a la erupción como una manifestación clínica", agregó.
La OPS ha organizado una capacitación similar sobre la respuesta a los brotes de sarampión para sus países miembros en las Américas desde octubre de 2017. Además del Caribe, se han realizado talleres en El Salvador para los países de América Central y el Caribe Latino, en Buenos Aires para el países de América del Sur, y en siete países para el fortalecimiento de la capacidad nacional.
La Organización Panamericana de la Salud, que actúa también como oficina regional de la OMS para las Américas, brinda cooperación técnica en forma regular para fortalecer los programas nacionales de inmunización y ayudar a los países a lograr y mantener altas tasas de cobertura de vacunación.