A las 6 de la mañana, María de 25 años ya está en pie, es otra noche sin poder dormir en el albergue Escuela Tipo Federación José Martí en Escuintla. Mientras despierta a sus hijos, unas gemelas de 4 años y un niño de 1 año, ordena el colchón ubicado en el espacio que le asignaron y se queda pensando en el futuro que le espera al saber que su casa y sus cultivos de maíz y café están totalmente destruidos. Ese pensamiento le da vueltas en la cabeza y no la deja dormir. Sus hijos duermen con ella y su esposo en el colchón que les asignaron, los que están en fila uno tras otro con el resto de las familias albergadas. Esto también le quita el sueño a María; "Tengo miedo de que se enfermen los niños, acá en este albergue muchos niños tienen tos, y el mío ya comenzó con tos también", dice.
En el albergue hay unas 750 personas. En la ciudad de Escuintla la temperatura de más de 30 grados y con una humedad que ronda el 60 y 80% incrementa la posibilidad de contraer enfermedades y obliga a quienes mantienen el control del albergue a poner especial cuidado en las condiciones higiénicas del lugar.
OPS/OMS en acción
La oficina de la representación de la Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud en Guatemala (OPS/OMS), ha realizado reuniones de evaluación y coordinación para asistir a las víctimas del Volcán de Fuego en la ciudad de Escuintla. Éstas fueron lideradas por el Representante de País, Dr. Oscar Barreneche, quien visitó el área afectada en las primeras 48 horas del desastre y donde se logró tener un panorama de la situación que le permitió a OPS/OMS centrar su esfuerzo inmediato de respuesta en acciones de prevención y tratamiento para las personas en albergues.
Se hizo además entrega de kits de higiene, equipo de análisis de calidad del agua y material estéril para manejo de personas quemadas a los hospitales Roosevelt y San Juan de Dios en ciudad de Guatemala, que son los centros especializados que están atendiendo a las personas que presentan quemaduras graves.
Las visitas en terreno y reuniones técnicas con la Dra. María Isabel Pedroza, Directora del Área de Salud de Escuintla, así como las coordinaciones con otros socios en el clúster de salud han ayudado a mapear y contribuir a la respuesta del sector salud. El clúster de salud es liderado por la Unidad de Gestión de Riesgo del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y co liderado por OPS/OMS; éste lo integran agencias del Sistema de Naciones Unidas en Guatemala, Organizaciones No Gubernamentales y otras instituciones de ayuda humanitaria quienes se reúnen para compartir información y discutir medidas para garantizar la salud en las áreas afectadas.
"Estas coordinaciones nos han permitido hacer más eficiente nuestro apoyo. Hemos traído desde Panamá, a Lorenzo Barraza, experto en desastres quien actualmente asesora nuestro plan de respuesta y también hemos entregado un equipo de análisis de calidad del agua para consumo humano pues nuestra preocupación es mantener las condiciones de salud de calidad de las personas en los albergues", asegura el Representante de OPS/OMS en Guatemala, Dr. Oscar Barreneche.
"La situación representa un reto y queda mucho por hacer", indica el Dr. Barreneche. "Son muchas las necesidades para garantizar la salud de los albergados, entre ellas está el agua y saneamiento, control de vectores, vacunación de los niños y garantizar que exista una coordinación de los sectores de salud".
"Lo que queremos es que la salud no sea una preocupación más para las personas en los albergues ya que muchas de ellas han perdido todo, sus hogares, sus seres queridos, y sus cultivos", agrega el Dr. Barreneche.
Los días trascurren lentos para María y sus hijos en el albergue de Escuintla, ella aún no se ha reencontrado con su familia, pero sabe que están vivos en otro albergue. Y mientras ella piensa en cómo reconstruir su vida después de esta tragedia, la OPS/OMS trabaja para que la salud de María y la de sus hijos no sea una más de sus preocupaciones.