Panamá, 10 de septiembre de 2013 (OPS/OMS) — Delegados de alto nivel de más de 26 países de las Américas, junto a una alianza de agencias internacionales y bilaterales, y organizaciones de la sociedad civil, se comprometieron hoy a reducir las inequidades en salud que causan muertes prevenibles de madres y niños en América Latina y el caribe.
"Nuestra misión es la de tener poblaciones libres de enfermedades, comunidades que vivan vidas dignas. Por eso estoy aquí: para renovar la promesa", expresó la Dra. Carissa F. Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en la apertura de la conferencia Una promesa renovada para las Américas: Reducir las inequidades en salud reproductiva, materna e infantil, que inició hoy en Ciudad de Panamá y se extenderá por tres días.
La Conferencia es convocada por el gobierno de Panamá, con el apoyo y auspicio de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la Iniciativa Salud Mesoamérica 2015 (SM2015), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF/TACRO), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Banco Mundial.
"No tengo duda de que esta región sea la primera del mundo en lograr la cobertura universal. Para eso debemos enfocarnos en lo que no hemos alcanzado aún. Debemos correr la última milla para que ningún niño o niña nazca para morir innecesariamente", enfatizó la Dra. Etienne.
La reunión fue inaugurada por la Honorable Señora Marta Linares de Martinelli, Primera Dama de la República de Panamá, quien explicó que desde su Despacho se desarrollan acciones que impactan principalmente a las mujeres de zonas comarcales, donde históricamente se concentran altas tasas de muertes materna e infantil. Una de las medidas aplicadas fue la construcción de 4 albergues maternos, para que las mujeres gestantes estén monitoreadas 10 días antes y 10 días después del parto.
"La muerte materna es un indicador claro de injusticia social", expresó la Primera Dama de Panamá. "Como Estado, nos es imperante asumir el compromiso de reducir las muertes maternas e infantiles", puntualizó.
La conferencia Una promesa renovada para las Américas fue el marco para la firma de la Declaración de Panamá, un llamado a la acción para la región ya que la salud de las madres y niños no debería ser determinada por su grupo étnico o status económico, y hace parte del compromiso global para la supervivencia infantil Una Promesa Renovada.
Más de veintiséis (26) Ministros y Viceministros de Salud y delegados de países de América Latina y el Caribe y siete asociados internacionales firmaron La Declaración de Panamá, instrumento que se constituye en uno de los acuerdos más importantes entre gobiernos de las Américas y agencias internacionales en cuanto a la lucha para poner fin a las muertes maternas e infantiles prevenibles en la región, y que está directamente alineado con los Objetivos de Desarrollo del Milenio en esta materia.
Directores de agencias de cooperación internacional que participaron en la sesión de firma de La Declaración de Panamá concordaron en que es necesario trabajar juntos para renovar y hacer efectivo el cumplimiento de la promesa. "Los servicios deben llegar a los más pobres; reducir las muertes maternas e infantiles es nuestro compromiso", expresó Emma Iriarte, del BID.
"Hay que alcanzar al quinto niño", dijo Bert Aasen, Director Regional de UNICEF. "Debemos alcanzar a ese niño o niña que vive en los países más necesitados, que forma parte del 20% de la población con menos recursos en cada país".
La Declaración de Panamá reconoce que América Latina y el Caribe es la Región más desigual del mundo en cuanto a la distribución del ingreso; que las grandes disparidades de salud son el resultado de la desigualdad financiera y social; que la salud deficiente de por sí agrava la pobreza; y que la inversión en la salud de la mujer y del niño y el respeto de los derechos humanos son fundamentales para el desarrollo sostenible. Al mismo tiempo, los suscritos renuevan su promesa de procurar reducir las inequidades en lo referente a los resultados de salud reproductiva y de salud de la madre, el recién nacido, el niño y el adolescente en la Región.
Con este compromiso, cada país y asociado internacional acuerda trabajar en pro de la finalización de las desigualdades socio-económicas y étnicas, con las siguientes acciones:
- Establecer planes y estrategias nacionales usando investigaciones de salud basadas en la evidencia
- Promover la cobertura universal en materia de salud
- Expandir la cooperación regional y aumentar las alianzas estratégicas
- Movilizar el liderazgo político
- Desarrollar una hoja de ruta para marcar y reportar progreso
Como resultado de la Conferencia, los representante de gobiernos, de organizaciones sin fines de lucro, de organizaciones religiosas y organizaciones internacionales de la salud; el sector privado y donante internacionales elaborarán una hoja de ruta regional para fortalecer la coordinación y la movilización de recursos para reducir esas inequidades y alcanzar la reducción de las muertes de madres y niños en las Américas.