Ginebra, Suiza, 1 de junio de 2024 (OPS) - Basándose en las lecciones aprendidas de la COVID-19, los países de las Américas se comprometieron en las decisiones para mejorar su preparación ante los desafíos de salud presentes y futuros, que incluyen las pandemias, el cambio climático y la creciente resistencia a los antibióticos. Además, enfatizaron el impulso hacia la promoción de la cobertura universal de salud durante la reunión mundial sobre salud.
La 77ª Asamblea Mundial de la Salud reunió a los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra (Suiza) del 27 de mayo al 1 de junio de 2024 para debatir las prioridades de salud mundial. Entre ellas destacan las negociaciones para un instrumento internacional sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias y las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
Los países acordaron un paquete de enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI) y asumieron compromisos concretos para completar las negociaciones sobre un acuerdo mundial sobre pandemias en el plazo máximo de un año.
El Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), doctor Jarbas Barbosa, acogió con satisfacción estas decisiones. “El RSI proporciona la plataforma en la que los países se unen para identificar amenazas tempranas y brindar mejores respuestas a brotes, epidemias y pandemias”, afirmó.
También saludó la decisión de continuar las negociaciones sobre un acuerdo sobre pandemias, ya que “reconoce los logros alcanzados hasta ahora en estos dos años de discusiones” y proporciona un camino para que los países construyan un consenso hacia un instrumento que “dejará al mundo mucho mejor preparado para responder a una posible pandemia y abordar algunas de las cuestiones críticas que experimentamos durante la COVID-19”, señaló.
Los países de las Américas también respaldaron resoluciones que instan a una acción urgente para abordar los desafíos transversales y promover la salud para todos.
Durante la AMS, se adoptó una resolución histórica sobre salud y cambio climático, que subraya la interdependencia de la sostenibilidad ambiental y la salud pública. Los países también respaldaron un documento clave para fortalecer la preparación para emergencias de salud ante desastres naturales, como terremotos, inundaciones, tormentas e incendios forestales. A medida que los fenómenos meteorológicos extremos aumentan en frecuencia e intensidad, los sistemas de salud deben impulsar estrategias para proteger a la población.
La Asamblea se comprometió a acelerar las respuestas nacionales y mundiales a la resistencia a los antimicrobianos (RAM), antes de la segunda Reunión de Alto Nivel (RAN) de la Asamblea General de la ONU sobre la RAM, que se celebrará en septiembre de 2024. Se estima que 1,3 millones de muertes al año en todo el mundo son atribuibles a infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos.
Alarmados por el estancamiento en el progreso de la reducción de la mortalidad materna e infantil, los países aprobaron una resolución para aumentar los servicios preventivos en los niveles de atención primaria. El documento también pide la expansión de la atención obstétrica de urgencia y de las unidades de recién nacidos pequeños y enfermos, que son fundamentales para tratar las complicaciones asociadas a la prematuridad y otras causas principales de muerte neonatal. En América Latina y el Caribe, cerca de 8.400 mujeres mueren cada año por complicaciones relacionadas con el embarazo.
“Para recuperar y acelerar el logro de los objetivos de cobertura universal de salud para 2030, es necesario invertir en la ampliación de todos los servicios de salud esenciales, especialmente los relacionados con las enfermedades no transmisibles y la salud materna, donde se observa un progreso mínimo”, manifestó el doctor Barbosa a los Estados Miembros durante un debate para promover la cobertura universal de salud.
Durante la reunión se aprobó por primera vez en la historia una resolución sobre la participación social en la atención primaria de salud, que allana el camino para que las personas, las comunidades y la sociedad civil tengan más voz en las decisiones que afectan su salud y bienestar.
La 77ª Asamblea Mundial de la Salud también aprobó el Decimocuarto Programa General de Trabajo de la OMS (PGT 14), una estrategia de cuatro años para construir sistemas de salud resilientes y preparados para el futuro.