Washington, D.C., 1 de octubre de 2012 (OPS/OMS) — Para 2025 se estima que unas 100 millones de personas mayores de 60 años vivirán en América Latina y el Caribe, un 78% más de los 56 millones de adultos mayores que en 2006 vivían en la región. Este aumento refleja avances muy significativos en la salud pública, pero también plantea retos importantes para los países, que deben satisfacer las necesidades de un número creciente de adultos mayores.
"En los próximos años la situación demográfica de la región ofrecerá una ventana de oportunidad para enfocarse en un envejecimiento saludable. Con adecuadas inversiones sociales y de salud podrá lograrse no sólo una longevidad sana y activa, sino además que el envejecimiento de la población no signifique una carga económica para el desarrollo de los países", dijo la Directora de la Organización Panamericana de la Salud, doctora Mirta Roses Periago.
El envejecimiento de la población es una de las tendencias demográficas más pronunciadas en América Latina y el Caribe, y tiene una fuerte repercusión sobre la salud pública. Gracias a lo ganado en la esperanza de vida, una persona de 60 años que vive en la región puede vivir unos 21 años más. De los que nazcan hoy, un 81% vivirá más allá de los 60 años, y un 42% vivirá más allá de los 80 años. Aunque esto contribuye a la acumulación del capital social, también genera retos para las familias, para los sistemas sociales y de salud, y para las propias personas mayores.
En el Día Mundial de la Salud 2012, que se celebra en abril y que este año trató sobre "el envejecimiento saludable", se subrayó la importancia de mantener a los adultos mayores activos, saludables, e involucrados para mantener su independencia en sus años posteriores y para prevenir o postergar enfermedades y discapacidades.
"Es nuestra responsabilidad y nos interesa también asegurar que todos sigamos viviendo vidas plenas, saludables y productivas mientras estemos en esta tierra", dijo el doctor Enrique Vega, Asesor en Envejecimiento Saludable de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). "Esto significa invertir más en nuestros sistemas sociales y de salud, en las políticas que apoyan a los adultos mayores. También implica que como individuos y de forma colectiva nos mantengamos activos y plenamente involucrados en la vida productiva mientras envejecemos", indicó.
El Director Emérito de la OPS, doctor George Alleyne, señaló que es igualmente importante reconocer el valor de las contribuciones de los adultos mayores y movilizarlos tanto económica, como social y políticamente en los esfuerzos por ayudar a definir y a enfrentar los retos del envejecimiento de la población. "Tenemos que cambiar nuestras percepciones de las funciones y las responsabilidades de las personas mayores", dijo el doctor Alleyne.
"Un envejecimiento saludable permite romper con el estereotipo de que las personas mayores son receptoras pasivas de servicios sociales y de salud, ya que se mantienen sanas e independientes, son un recurso invaluable de la sociedad y contribuyen enormemente al bienestar de la familia y la comunidad", afirmó la doctora Roses.
Los expertos en el envejecimiento de la OPS/OMS señalan que los sistemas de salud de muchos países ya tienen dificultades en proporcionar atención sanitaria integral para los adultos mayores. Al mismo tiempo, muchos países carecen de la información que necesitan para evaluar adecuadamente las necesidades de salud de los adultos mayores y el impacto de políticas, programas e intervenciones para su salud. Si no hay una acción en la actualidad, los problemas podrían empeorar en tanto sigue creciendo el número de adultos mayores.
Entre las áreas más urgentes para la acción figuran el fortalecimiento de los sistemas de salud y la capacitación de los recursos humanos para la salud, en particular en áreas como la medicina preventiva y la atención integral de las enfermedades crónicas no transmisibles. También es urgente elaborar e implementar programas que promuevan el "auto-cuidado'' para adultos mayores, además de fortalecer mecanismos de protección social para evitar que los adultos mayores caigan en la pobreza.
El doctor Vega señaló que, a mediano plazo, el envejecimiento de la población en América Latina y el Caribe contribuirá al crecimiento económico y facilitará este tipo de inversiones.
"Durante los próximos 40 años, la población económicamente activa crecerá más rápidamente que la población dependiente. Este es el momento para hacer las inversiones sociales y de salud que necesitamos para garantizar un envejecimiento sano y activo, así como una carga económica más liviana en el futuro", señaló.
El envejecimiento en las Américas
- Cerca de la mitad de las personas mayores entrevistadas para un estudio reciente de la OPS dijeron que no tenían recursos económicos suficientes para satisfacer sus necesidades diarias.
- Una tercera parte de ellas no disponía de jubilación, pensión ni trabajo remunerado.
- En los Estados Unidos, el 77% de los mayores de 65 años de edad dicen que gozan de buena salud, pero en América Latina y el Caribe esta proporción es menos del 50%.
- Una de cada cinco personas de esa edad tienen afectada su capacidad funcional básica y requiere cuidados permanentes en el hogar o en instituciones.
- El 80% de quienes cuidan a las personas mayores dicen que tiene problemas para afrontar los gastos que implican cuidarlas.
Este año, la OPS cumple 110 años y es la organización internacional de salud pública más antigua del mundo. Trabaja con todos los países del continente americano para mejorar la salud y la calidad de la vida de las personas de las Américas y actúa como la Oficina Regional para las Américas de la OMS.