A pesar de ser una enfermedad nueva y desconocida, desde los inicios de la pandemia por COVID-19 las autoridades de Colombia entendieron la importancia de mantener bien informada a la ciudadanía y movilizarlos para que a través de acciones de autocuidado contribuyan a evitar la expansión del contagio en el país.
Bogotá, 7 de junio de 2020.Ante la falta de un tratamiento o vacuna para evitar el contagio por el nuevo coronavirus, la comunicación se ha convertido en una herramienta vital para que las personas adopten las medidas de prevención existentes para protegerse y salvar vidas.
En sus orientaciones a los países, la Organización Mundial de la Salud ha asegurado que una comunicación oportuna y transparente, con información correcta y basada en evidencias, pero también honesta y franca, con empatía y comprensión por las preocupaciones del público, es fundamental para que las personas conozcan los riesgos de la COVID-19 y sigan las recomendaciones de las autoridades para proteger su salud y la de sus seres queridos.
En este orden de ideas, el programa ‘Prevención y Acción’, que comenzó a transmitirse desde el pasado 24 de marzo en los principales canales de Colombia, y que lidera el presidente Iván Duque, fue calificado como exitoso por parte del subdirector de la Organización Panamericana de la Salud, Jarbas Barbosa porque hace una rendición de cuentas diaria y además brinda recomendaciones para que los ciudadanos adopten comportamientos de protección.
También se destacan los esfuerzos en materia de comunicación, desarrollados por las autoridades locales, alcaldes y gobernadores y buscan que los ciudadanos sean responsables a la hora de protegerse y proteger a los demás, a través de medidas como el distanciamiento físico, el uso de tapabocas, el lavado frecuente de manos, entre otros.
Por otra parte, la representante de la OPS/OMS en Colombia, Gina Tambini recordó la importancia de saber escuchar. “La comunicación de riesgos puede ayudar a las autoridades sanitarias a entender lo que la gente piensa, las necesidades de información comunitaria y las fuentes de información fidedignas en una región afectada. Asimismo, puede ayudar a descubrir obstáculos de índole cultural, social y de comunicación para la gestión del brote, y, en consecuencia, cumplir una función que complemente la del epidemiólogo como parte del equipo de gestión del brote”.
La comunicación permanente con los ciudadanos, además, es fundamental para superar el estigma hacia la COVID-19 que ralentiza la respuesta. Según la directora general de la OPS/OMS, Carissa Etienne, “necesitamos que las personas se sientan seguras y cómodas para hablar y buscar ayuda cuando tienen síntomas, para que seamos más capaces de rastrear contactos y aislar a casos sospechosos desde el principio. Esta es nuestra mejor esperanza para controlar la pandemia”
En la actualidad los casos en las Américas continúan acelerándose. La Región ha alcanzado los 5,9 millones de casos y cerca de 267.000 muertes. La semana pasada, Estados Unidos reportó menos de la mitad de los casos en la región, mientras que América Latina y el Caribe registraron más del 50% de los casos, y Brasil solo reportó alrededor de una cuarta parte de ellos.