Tegucigalpa, 8 de marzo de 2024 (OPS/OMS). Tegucigalpa, 8 de marzo de 2024 (OPS/OMS). Los equipos de Comunicación Social e Institucional de la Secretaría de Salud avanzan en la construcción de una Estrategia de Comunicación de Riesgos y Participación Comunitaria (CRPC), es un paso importante hacia la mejora de la gestión de emergencias y desastres con un enfoque multiamenazas.
Este esfuerzo tiene como objetivo central informar y comunicar de manera efectiva y oportuna a la población sobre los riesgos sanitarios y las acciones llevadas a cabo por el Sector Salud, liderado por la Secretaría de Salud, además de proveer recomendaciones específicas a los públicos meta para una rápida respuesta y/o mitigación.
La implementación de esta estrategia muestra un enfoque proactivo en la gestión de riesgos, enfatizando no solo en la comunicación efectiva de los riesgos sino también en la importancia de la participación comunitaria. Al involucrar a las comunidades en el proceso, se busca no solo informar sino también empoderar a los ciudadanos para que tomen medidas preventivas y se preparen adecuadamente ante posibles emergencias y desastres.
"Con la cooperación técnica de la OPS/OMS se analizaron los potenciales riesgos avanzando en la preparación de la estrategia nacional -dijo Karina Arteaga, punto focal de comunicación de riesgos de la OPS Honduras- el objetivo de la reunión fue fortalecer la respuesta ante los desafíos actuales en materia de salud pública. Esta iniciativa permitirá mejorar la comunicación con la población, fortalecer la participación comunitaria y mejorar la gestión de riesgos y las emergencias sanitarias en Honduras".
Luis Macías, oficial nacional de la OPS para Emergencias y Desastres, detalló que la nueva estrategia de comunicación no solo reforzará los indicadores de la capacidad 10 del Reglamento Sanitario Internacional, sino que también integrará un enfoque de "Una Sola Salud". Este enfoque busca armonizar y optimizar de manera sostenible la salud humana, animal y de los ecosistemas, subrayando la interdependencia de estas áreas para la salud global. Adicionalmente, la inclusión de una perspectiva multi-amenazas garantiza que la estrategia sea flexible y versátil, permitiéndole adaptarse a una amplia gama de emergencias, sean estas naturales, tecnológicas o biológicas. Este enfoque integral es esencial para la gestión de riesgos, reconociendo la complejidad y la interconexión de los retos contemporáneos.
Las acciones específicas que el Sector Salud está llevando a cabo bajo la guía de esta estrategia serán cruciales para su éxito. Estas acciones deben estar bien planificadas, basarse en evidencia científica y ajustarse a las necesidades y contextos locales para ser verdaderamente efectivas. La comunicación clara, precisa y accesible, junto con la promoción de la participación comunitaria, puede aumentar significativamente la resiliencia de las comunidades ante emergencias y desastres.
Además, esta estrategia contribuye a construir y mantener la confianza pública en las instituciones de salud, elemento esencial para la gestión eficaz de cualquier crisis sanitaria. Al mantener informada a la población sobre los riesgos y las medidas de respuesta, y al fomentar su participación activa en la prevención y mitigación, se fortalece la capacidad de respuesta de la sociedad en su conjunto.
Finalmente, este enfoque integrado y participativo hacia la comunicación de riesgos y la gestión de emergencias refleja un compromiso con la salud pública y la seguridad de la población, elementos clave para el desarrollo sostenible y el bienestar social.
